¿Le habéis preguntado al niño que fuisteis si está orgulloso del adulto que sois? Los recuerdos se difuminan y nos arrastramos en pos de nuevos olvidos. ¿Por qué le preguntáis a la vida por el futuro? Es como preguntarle al mar por el agua. ¿Por qué seguimos soñando sin hacer caso al más importante de nuestros sueños? Camina, camina ligero. Cuanto menos peso lleves a cuestas mejor. No quieras acumular y hundirte con el peso del egoísmo. ¿Y el final del camino? ¿Quien sabe donde está? Después de todo tal vez no haya otra cosa que camino. Así que sigue adelante, sigue hasta encontrar al niño que dejaste atrás.
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