El ACUSADO, BENAVIDEZ, DE 62 AÑOS, SE ENFRENTA A UNA PENA DE HASTA 15 AÑOS.
Hoy será el final del juicio, el día de la sentencia para Arturo Benavídez. El hombre de 62 años está acusado de haber abusado sexualmente desde los 9 a los 18 años a Elizabeth "Eli" Díaz, una joven de Traslasierra que mató al bebé fruto de una de esas violaciones. La chica ya fue absuelta por un jurado popular en noviembre de 2006, a diferencia de lo ocurrido con la jujeña Romina Tejerina, quien vivió una tragedia similar. Durante el juicio en el que fue absuelta, Eli reveló que el padre del hijo que había matado era su ex patrón y denunció que Benavídez la había abusado desde su infancia. Un examen de ADN confirmó que el hombre era el padre y, desde entonces, está detenido.
Entre las pruebas que comprometieron al acusado están los testimonios de dos parientes que aseveraron haber sido abusadas por el imputado y de sus ex empleados del aserradero, quienes afirmaron que "el patrón presumía de que a la Eli le hacía cosas cuando era chiquita y después de grande había que obligarla porque ya no quería", según detalló a Clarín Leticia Celli, asistente del abogado querellante Felipe Celli.
Fuentes judiciales revelaron que "otro elemento fuertemente comprometedor fueron los testimonios de los peritos psicológicos de ambos". Los que analizaron la personalidad de la chica la describieron como "alguien que no tiene tendencias fabuladoras y sí fuertes indicadores de abuso, ya que niega su sexualidad y siente un rechazo casi total por el sexo opuesto a raíz de los ataques". En cambio, los que pusieron su foco en el imputado hicieron hincapié en "su carácter irascible y autoritario, la falta de control ante sus accesos de violencia y la arbitrariedad ante distintas situaciones tanto laborales como de su vida cotidiana".
De acuerdo con el Código Penal, la pena que podría corresponderle a Benavídez por el delito que se le imputa, "abuso sexual con acceso carnal", va desde los 6 a los 15 años, aunque se estima que la querella pediría una condena más dura. La jornada de hoy comenzará con el último testigo, seguirá con los alegatos y terminará, por la tarde, con la sentencia.
Casi treinta testigos desfilaron ante la Cámara Primera del Crimen de los Tribunales II de esta ciudad durante el juicio, que se llevó a cabo la semana pasada y a puertas cerradas.
Luego de la durísima declaración que hizo el primer día frente al acusado, Eli presenció todo el proceso. La joven sólo se retiró a pedido de su psicóloga, quien prefirió dar su diagnóstico sin la paciente en la sala. Lo concreto es que lo que se decida hoy en los tribunales cordobeses, tal vez pueda ayudarla a cerrar el capítulo más oscuro de su vida.
Fuente: Marta Platía (Clarin.com)
Dolorosa historia, no la conocía; cuánta impotencia se siente. Por lo menos será condenado, esperemos que con una pena más larga, no?. Y vaya a saber cuántas secuelas sobre todo psicológicas habrán quedado en esa niña. Un beso.
Me asusta su blog. No entiendo como puede haber tanto "anormal" fingiendo no serlo y además conseguirlo. Enhorabuena por el blog, pero me da miedo. Saber lo complicado que es proteger a niños es aterrador.
Saludos.
Entiendo que el abuso sexual infantil ha sido siempre un tema duro, incómodo, que obliga a más de uno a mirar hacia otro lado. Sin embargo esa es la baza del abusador; saber que la sociedad "no quiere ver" algo tan perturbador. El silencio y el desconocimiento han sido siempre nuestros peores enemigos al mismo tiempo que han sido aliados de los pederastas.
Sé que no es fácil, pero cuanto más se amplifique nuestra voz mayores serán nuestras posibilidades de luchar contra esta lacra.
Gracias por vuestros comentarios.
Por suerte Eli está en buena manos, no sé si los años que le han dado son los suficientes, pero se la vé fuerte...ojalá pueda emprender la vida y llegue a ser feliz...saludos!!!