Hace ya un tiempo que convivimos con un término que ha hecho mucho más mal que bien a un asunto tan delicado y complejo como el abuso sexual infantil; me refiero al SAP (Síndrome de alienación pariental). Richard Gardner, el inventor de tan nefasto término, un individuo sin cualificación definida y reconocido pedófilo que terminó suicidándose, puso sus “investigaciones” al servicio de los abusadores de niñ@s. Estos serían, sintéticamente, los antecedentes sobre los que se fundamentan muchas creencias de falsa denuncia.
Alguien dirá ¿es que no existen las falsas denuncias? Y si estuviera en un tribunal declarando bajo juramento y tuviera que responder con un si o con un no, debería responder con un sí.
Pongamos un ejemplo que nos permita tener una imagen de esta realidad; vamos a imaginar que estamos investigando las causas de mortalidad en el género humano. Empezamos barajando el hambre, las enfermedades, los accidentes… pero entonces aparece alguien y nos dice que hay gente que muere porque le cae una maceta en la cabeza cuando salía a la calle a pasear. Y no sólo se afirma que ocurre sino que además pretende equipararse con las otras causas, cuando no rebatirlas. Absurdo ¿no? Pues sí, a pesar de que, efectivamente, alguien muera de vez en cuando porque le cae en la cabeza una maceta.
Uno quisiera creer que un asunto tan delicado no puede estar sujeto a estas cuestiones, que por encima de todo debería prevalecer el bienestar del menor y garantizar al máximo su seguridad. Pero tal cosa no sucede. Es decir, sí sucede de palabra, pero la realidad nos muestra algo muy distinto.
La realidad es que vivimos en una sociedad patriarcal y que ante este tipo de denuncias resulta mucho más fácil inhibirse y dudar de la estabilidad mental y emocional de la madre (la denunciante, casi siempre).
En la Barcelona actual se hacen declaraciones por parte de la UFAM (unidad funcional de abusos a menores) del hospital Sant Joan de Deu, donde se dice textualmente que el principal motivo de este aumento son las denuncias provenientes de disputas familiares en que una de las partes de la pareja asegura que la otra ha abusado sexualmente del hijo común así como que en algunos casos madres que en su niñez padecieron agresiones sexuales focalizan sus miedos en los hijos. Todo esto tendría una importancia relativa si, por ejemplo, si dijera que antes había un caso y ahora hay dos. Pero no es esa la cuestión, ya que a continuación tenemos la siguiente manifestación: El coordinador de la UFAM, Lluís Comas, afirma que ahora tan sólo en un tercio de los casos acaban confirmando que ha habido una agresión sexual.
Esto me lleva a concluir que existe una clara intencionalidad es estas declaraciones; unas declaraciones que, por desgracia, no sólo atentan a la realidad de este asunto sino, lo que es peor, atentan contra la protección del menor. Para entendernos; el señor Lluís Comas nos dice que a dos tercios de la población infantil presuntamente abusada les cae una maceta en la cabeza, retomando el ejemplo anterior.
Cuando se interroga a un niño de dos o tres años durante cinco minutos en un escenario intimidatorio, separado de la madre, y se ignora (cuando no desprecia) la opinión de la misma, se obtiene un resultado: exactamente el resultado que se quiere obtener. De ahí esos dos tercios de falsas denuncias. Y mientras tanto el menor está condenado a seguir viéndose con su abusador. Esta es la lamentable realidad que vivimos. ¿Alguien se ha preguntado cuantos abusadores hay en las cárceles? Los estudios hechos en España, coincidentes con los efectuados en otros países, nos hablan de un 20% de la población abusada, abusos que son perpetrados en un porcentaje que oscila entre el 60% y el 70%, por el entorno familiar. Detrás hay un elevado número de agresores sexuales; individuos que en su mayor parte siguen disfrutando de la más absoluta impunidad.
Querría compartir con todos los que habéis hecho que este blog llegue a mucha gente, que sea un lugar de apoyo, de información y de lucha. Querría haceros llegar mi cariño, mi amistad, mi abrazo cibernético estéis donde estéis.
Siempre, por estas fechas, parece que nuestros sentimientos sean más nobles, más entregados. Me gustaría que esta sensibilidad, esta comprensión, este interés por un asunto que tanto nos afecta, porque es el interés de todos, continuara todos los días hasta lograr salvar y proteger a los niños, y también a tantos adultos que andan perdidos, como yo mismo estuve, sin saber que ocurrió en su infancia.
Quiero, con este humilde mensaje, transmitiros todo el agradecimiento por haberme acompañado en este difícil y terrible cruzada contra los abusos sexuales infantiles.
Un abrazo a tod@s.
Joan.
Siempre que me preguntan en relación con los abusos sexuales infantiles respondo lo mismo; hay que hablar, hay que denunciar, hay que romper el silencio de una vez por todas… Si yo no hubiera pasado por esta situación y hubiera actuado del modo que ahora defiendo supongo que no me sentiría legitimado a la hora de efectuar estas afirmaciones. Soy consciente de que las enormes dificultades que se esconden tras mis palabras, y a pesar de todo las sigo diciendo.
Muchos pensarán lo fácil que es escribir ciertas cosas y lo difícil que es llevarlas a la práctica. Y están en lo cierto. Yo digo que hay que hablar, pero muchos piensan, no sin razón demasiadas veces, que si relatan lo que sucedió en su infancia la familia no les creerá, o se pelearán unos con otros o verán a quien fuera la víctima como un elemento desestabilizador y vengativo al que, finalmente, terminarán repudiando hasta alejarlo del ente familiar.
Cuando la madre sospecha o descubre que su hijo está siendo abusado sexualmente, por lo general por su pareja (padre o padrastro), todos clamamos al cielo si esto no se denuncia y se resuelve de inmediato. Ya he apuntado en diversas ocasiones que no siempre ocurre tal cosa, tan siquiera es lo más frecuente. Pero ¿por qué no ocurre? Hay varios elementos a tener en cuenta; uno de ellos podría ser la dependencia económica o emocional de la madre respecto de su pareja, lo cual le lleva a no querer ver lo evidente. A veces se valora más la evitación del escándalo y se tiende a minimizar lo obvio. También está el miedo. No es extraña la figura de la madre anulada y sometida por su pareja e incapaz de reaccionar adecuadamente ante las necesidades de sus hijos. Por lo general esta madre también tuvo una infancia de malos tratos o abusos sexuales.
En el párrafo anterior me preguntaba porque no ocurría, y no sólo me refería al comportamiento de la madre. También me pregunto ¿por qué no se resuelve de inmediato? ¿Por qué no se obtiene la respuesta adecuada de la mano de los especialistas? Por que si bien podemos entender hasta cierto punto los comportamientos de una madre debido a sus circunstancias personales, se hace más difícil hacer lo mismo cuando se trata de las instituciones. Uno tiende a pensar que en el momento en que un asunto de este calibre se pone en las manos adecuadas se termina el calvario, tanto del que denuncia, como del menor afectado. Desgraciadamente tampoco es esta la realidad más común. Y no lo digo porque me lo parezca o porque haya oído comentarios, sino porque conozco personas y he visto informes, porque sé de madres a quienes no les cabe la menor duda de que su hija está siendo abusada por su ex pareja, y a pesar de haber interpuesto la correspondiente denuncia y de mover cielo y tierra, tienen que seguir dejando que, semana sí semana no, la niña vaya con el abusador y sigan produciéndose los abusos. Y tienen que seguir haciéndolo porque a veces pesa sobre ellas la amenaza de que se les retire la custodia e incluso esté puesto en duda que sean personas equilibradas.
Y a pesar de todo…
Hace ya cierto tiempo que las televisiones empezaron a emitir programas especiales para recaudar fondos para todo tipo de causas y enfermedades. También, cada vez más, los medios emiten anuncios para prevenir el cáncer provocado por el tabaco, para concienciarnos sobre los accidentes de tráfico, para la prevención de embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual o para mostrarnos la realidad de la violencia de género. Y ahora que se acercan las fiestas navideñas, esta oferta aumenta con espacios tipo “maratón” de todo un día cuyo objeto es concienciar a la población y recaudar fondos para una causa en particular.
De entrada alguien podría pensar que estoy escribiendo todo esto para, posteriormente, mostrar mi desacuerdo o para efectuar alguna crítica al respecto. Digamos que en cierto modo así es. Y no por ninguna causa en concreto; me parece estupendo todo lo que se pueda hacer para la causa que se promociona, defiende o previene, pero me gustaría llamar la atención sobre un aspecto preocupante y que me atañe particularmente. ¿Alguien ha visto algún programa que denuncie o prevenga el abuso sexual infantil? ¿Alguien ha visto tan siquiera un anuncio, por breve que sea? ¿Han visto alguien recaudando fondos para prevenir o luchar contra esta lacra? ¿Alguien ha visto algo?
Cuando me preguntan sobre la realidad de los abusos sexuales infantiles suelo decir que hemos avanzado mucho, pero claro, lo hemos hecho teniendo en cuenta que partíamos de cero, por lo tanto todo lo que hay es avance. Hasta aquí muy bien, sin embargo el camino que queda por recorrer es todavía muy largo. A veces pienso que demasiado, pienso que la sociedad no quiere saber ciertas cosas, que es más fácil cambiar de tema y mirar hacia otro lado. El abuso sexual infantil sigue siendo invisible, silenciado, algo que no se quiere ver, que no se quiere cuantificar, que no se quiere enfrentar. Sin embargo está aquí, siempre lo ha estado y, desgraciadamente, creo que siempre estará. ¿Cuándo vamos a abrir los ojos?
34 detenidos por distribuir y comprar pornografía infantil
La policía se incauta de más de cuatro millones de archivos informáticos en 20 provincias.
EFE - Madrid - 15/12/2008
La Policía Nacional ha detenido a 34 personas en una nueva actuación contra la pornografía infantil, en la que además hay otros 23 imputados en distintas provincias españolas por tenencia, distribución y compra de material de contenido pedófilo través de Internet.
En el marco de esta operación, se han realizado 41 registros en más de 20 provincias españolas en los que se han intervenido 88 discos duros internos y numerosos soportes ópticos con más de cuatro millones de archivos con material pornográfico infantil. En la investigación se ha conocido la distribución y compra de co tarjetas de crédito de dicho material en redes de intercambio de archivos P2P. Los agentes han identificado a cuatro usuarios españoles que accedía a una página web de distribución de material pornográfico.
La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional ha coordinado la operación, en la que han participado agentes de los grupos especializados en estos delitos de Barcelona, Tarragona, Valencia, Castellón, Murcia, Zaragoza, Asturias, Coruña, Bilbao, San Sebastián, Melilla, Sevilla, Granada, Cádiz, Málaga, Jaén, Las Palmas de Gran Canaria, Ciudad Real e Ibiza. En algunas de las detenciones, han las policías de Alemania y Reino Unido a través de Interpol.
Más de 400 detenidos en 2008
La operación, según informa la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, ha permitido culminar distintas líneas de investigación abiertas a lo largo de este año, en el que ya son más de 400 las personas detenidas por delitos de pornografía infantil. El pasado 1 de diciembre la Guardia Civil desarrolló la operación Ninja, en la que detuvo a 40 personas e imputó a otras 35 por distribuir fotografías y vídeos de pornografía infantil a través de Internet.
En 2008, 408 personas han sido detenidas por este tipo de delitos. Una de las actuaciones más importantes fue la desarrollada en el marco de la llamada operación Carrusel, la mayor realizada en España contra la pornografía infantil y que se cerró el pasado mes de octubre con 121 detenidos y millones de archivos intervenidos.
Aprovechando las noticias que acabo de colgar, quiero dar las gracias una vez más a Joshua por su apoyo incansable. A él en particular, pero también a todos los que leeis habitualmente este blog, a vuestras palabras de ánimo , a todos estos elogios que a veces no sé muy bien como gestionar. A todos daros las gracias, porque estas muestras de apoyo son realmente como la gasolina que hace correr cada vez más rápido este vehículo de lucha, constancia y certeza de que cada vez estamos avanzando y llegando a más gente.
Estos últimos días están siendo especialmente intensos, pero creo que el esfuerzo está valiendo la pena. Poco a poco se va concienciando a más gente, medios e instituciones, y con todo este movimiento vamos consiguiendo que la prensa se haga eco, que más gente se involucre y también, muy importante, lograr hacer contactos a diferentes niveles con personas que pueden influir en que esta realidad vaya cambiando.
Yo pienso que es muy importante que cada cual haga lo que esté en su mano. Lo mío es la denuncia social, desde la literatura, desde los medios, desde la red... Joshua especializado en el seguimiento de pederastas en la red, otros opininando en los medios, en blogs o incluso abriendo otros blogs.
Por último quisiera aprovechar para dejar patente mi absuluta disponibilidad a la hora de prestarme a los medios de cualquier parte del mundo. Valga como ejemplo las entrevista que acabo de colgar, así como otras que circulan por la red. Quienquiera que esté leyendo esto y se halle en cualquier parte del mundo y tenga cualquier contacto con un medio (básicamente prensa) que sepa que puede contar conmigo para difundir lo mismo que llevo haciendo en España. Hoy en día, con internet de por medio, esto es relativamente fácil. Así que, bien sea en mi faceta de escritor, de superviviente, como socio activo de la Fundación de Barcelona, etc. mi colaboración siempre estará. Todo aquel que tenga contacto con un medio o facilidad para hacerlo que se dirija a mi.
forogam2002@yahoo.es
Un abrazo a tod@s.
«Una de cada cinco personas ha sufrido abusos sexuales en la infancia»
Su padre abusó de él y Joan, a través de sus libros, denuncia esta lacra oculta
UNAI MARAÑA
Si está en la calle, mire a su alrededor. Una de cada cinco personas que vea sufrió abusos sexuales en la infancia, según el escritor barcelonés Joan Montané. Por lo que él y otros muchos sostienen, los agresores tampoco andan lejos, y muy posiblemente usted los trata a diario. ¿Debe cundir la desconfianza? «El enemigo está en casa», advierte Montané, quien el viernes presentó en Donostia su libro Los niños que un día dejaron de soñar, arropado por la asociación de víctimas guipuzcoana, GASJE.
- Asegura que una de cada cuatro mujeres y uno de cada cinco hombres han sufrido abusos sexuales en su infancia.
- Las estadísticas siempre hay que tomarlas como una referencia para hacernos una idea de la gravedad del abuso. Las más manejadas arrojan que el 20% de la población ha sufrido abusos sexuales antes de los 17 años, desde los más graves hasta tocamientos o exhibicionismo.
- ¿Cómo se calcula?
- No soy un gran fan de las estadísticas en este sentido. Te llevan a preguntarte quién responde a estas cuestiones. Normalmente se toman sitios de referencia que a lo mejor no son del todo parciales. El catedrático de Salamanca Félix López fue quien hizo los únicos estudios oficiales en España hasta la fecha. Concluyó que el 15% de los hombres y el 23% de las mujeres han sufrido abusos sexuales en su infancia. La estadística se hizo en universidades y en toda España a nivel representativo. Es el único estudio fiable y bien elaborado realizado en el Estado.
- ¿Quiénes son los autores? Estas cifras nos llevan a preguntarnos si debemos desconfiar de nuestros allegados.
- De pequeños, nos advierten contra los desconocidos, pero no sobre los conocidos. Gracias al foro que administro, que usan miles de víctimas, hice mis propias estadísticas. Pregunté por los autores y participaron doscientas personas. Entre el 60 y el 70% de sus abusadores habían sido familiares; los conocidos, personas del entorno además de la propia familia, representaban más del 90%; sólo el 4 o el 5% de los agresores habían sido personas absolutamente ajenas, extrañas a ellos. El enemigo está en casa, más que fuera.
- Su padre abusó de usted durante años. ¿A qué edad comenzó su pesadilla?
- Es una pregunta difícil de contestar cuando el abuso ha sido intrafamiliar. Si hablamos de abusos externos que pueden suponer un shock, un antes y un después en el niño, es más fácil precisar. En los familiares, el agresor normalmente ya tiene una estrategia y lo presenta como un juego a un niño pequeño que no sabe qué es un abuso sexual. Para cuando tienes una edad en la que te das cuenta de que no es normal, ya estás atrapado en esta situación. Yo tengo recuerdos de haberlos sufrido a los seis o siete años, pero es muy probable que empezaran antes.
- Su anterior libro se llama Cuando estuvimos muertos. ¿Esa frase describió su vida?
- Sí, porque es una época en la que una parte de ti está muerta. Cuando lo verbalizas y te enfrentas a ello, te das cuenta de que antes estabas muerto.
- No fue consciente de los abusos sufridos hasta 2001, con 38 años. ¿Cómo llegó a esa consciencia?
- Algunos no lo recuerdan, pero yo nunca lo olvidé, porque fueron continuados y hasta una edad avanzada. Por más que la mente se esfuerce en olvidar los hechos traumáticos, en mi caso no era posible. Lo recordaba, pero nunca pensaba en ello. Es algo que escondes en algún rincón de tu memoria, como en la papelera del ordenador. Sigue ahí y te sigue afectando, hasta que un día salió.
- ¿Cómo salió?
- De una manera imprevista, sin planearlo y sin ser consciente del significado que tenía lo que decía. Se lo conté a mi mujer cuando atravesábamos una crisis, debida a que los abusos me habían generado muchas secuelas y problemas. La relación estaba a punto de romperse. Un día, en una situación límite, se lo conté porque no veía otra salida. Ella sí que se hizo cargo del problema y entendió su gravedad, a mí me costó mucho más tiempo. Yo tenía una disociación tal que no había asumido que toda mi vida había estado condicionada por lo que sufrí en mi infancia. Fue un proceso de meses, en el que me ayudaron un psicólogo y, sobre todo, una asociación similar a la guipuzcoana GASJE.
- ¿Este trauma sólo se supera con el recuerdo?
- Se empieza a superar con el hecho de verbalizarlo, contarlo, sacarlo fuera, a cuanta más gente, mejor, y si te enfrentas al agresor, todavía mejor. Es el camino.
- ¿Se enfrentó a su padre?
- En cierta manera, sí. Fue mi mujer quien lo sacó a la luz en mi familia y a todos, y a partir de ahí no me quedó más remedio que enfrentarme a ello. Con mi padre, nos dijimos cuatro cosas y cortamos la relación y nunca volví a tenerla. Hace poco, murió.
- De pequeño, ¿dejó usted de soñar, como los niños de su libro?
- El primer libro era más vivencial, más testimonial y personal. Éste es una recopilación de toda la experiencia que he tenido, es más reflexivo, y está muy centrado en las secuelas. Te roban una parte muy importante de ti. Te quitan que puedas descubrir la sexualidad, que descubras muchas cosas, y también sueños.
- ¿Se puede reconocer a estos niños?
- Sí hay indicadores que pueden levantar sospechas. Las asociaciones tratan de formar a los profesionales en contacto con niños, como profesores y pediatras, para que se fijen en ellos. Estas pistas son, entre otros, los retrocesos evolutivos, como volver a orinarse en la cama o un bajón en las notas; conductas muy sexualizadas, impropias de la edad del menor; un niño que esté abusando de otro es un indicativo clarísimo; y los trastornos alimenticios.
- ¿Cuáles son las principales secuelas psicológicas?
- Baja autoestima, sentimiento de culpa (frases como 'yo podría haber hecho algo para que no ocurriera'). Las adicciones son comunes: alcohol o drogas, la comida, el juego. La anorexia, la bulimia y las autolesiones son frecuentes.
- ¿Se rompen familias?
- Es el gran temor de quienes no hablan, pero contarlo es la única manera de superarlo, y en cuanto a las consecuencias, que cada cual asuma las suyas.
http://www.diariovasco.com/20081214/al-dia-sociedad/cada-cinco-personas-sufrido-20081214.html
Joan Montané Lozoya, un "superviviente" de abusos sexuales infantiles
"La clave para superar los abusos sexuales es hablar sobre ello, aunque signifique enfrentarse a la familia"
El barcelonés Joan Montané se describe como un superviviente de los abusos sexuales infantiles. Hoy día se dedica a informar y sensibilizar acerca de una realidad tabú de la que a él mismo le costó tomar conciencia. Tenía 38 años (2001) cuando reconoció que su padre había abusado de él.
El centro cultural donostiarra Ernest Lluch fue el escenario donde ayer Montané presentó su segundo libro sobre los abusos sexuales titulado Los niños que dejaron de soñar (Mandala Ediciones).
¿Qué historia hay detrás?
Es, quizás, un poco más reflexivo en comparación con el primero (Cuando estuvimos muertos) , que era mucho más vivencial. Me centro en las secuelas del abuso sexual, diferenciando las psicológicas, que son las más numerosas, de las físicas, jurídicas, familiares...
¿Cuáles son?
Baja autoestima, culpabilidad, miedo, vergüenza, relaciones difíciles, adicciones, fobias, autolesiones. Es una larga lista.
Y la ha vivido en primera persona.
No todas, pero algunas sí. El sentimiento de culpa y la baja autoestima la compartimos todos. Las adicciones también son muy comunes.
¿Cuáles son las más problemáticas?
La idea suicida. He hecho unas encuestas en el foro (forogam.blogspot.com) y, sobre unas 200 personas, un 61% dice que lo ha intentado.
¿Por qué?
No encuentran ninguna salida y el suicidio era un mero trámite, según sus propias palabras, porque ya estaban muertos. Otras secuelas graves son las adicciones: alcoholismo, drogadicción, anorexia, bulimia. En mi caso fue la ludopatía. En definitiva, buscas cualquier vía de escape para evadirte de la realidad
Es difícil de entender cómo una persona que ha sufrido abusos sexuales tiene sentimiento de culpa.
Pero realmente es así. A veces pienso que es como si todos los sentimientos que el agresor no siente se los transmitiera a la víctima, que es la que se siente sucia, culpable, cómplice de haberlo consentido o de no haber hecho nada.
¿Puede un niño hacer frente a su agresor?
No, sobre todo cuando el abuso es intrafamiliar, y un 70% lo son, porque la acción es mucho más directa. Como en mi caso, que fue mi padre. El niño no tiene escapatoria. A mí me suelen preguntar: ¿Con qué edad empezó? Pues no lo sé. Que sea consciente, a los seis años, pero seguramente comenzaron o se planearon antes. Es una estrategia, como un juego que te hace y te transmite esa culpabilidad y complicidad que hace que, después, no hables.
¿Cuándo deja de ser un juego para convertirse en abuso?
Es difícil porque, para empezar, un niño no tiene en su vocabulario ni en su mente la idea de ser abusado. Yo nací con eso y lo tenía, es como si siempre te han maltratado. No te gustará, pero es lo que has vivido. Entonces llegas a una edad en la que te das cuenta de que eso no es normal, porque tu padre lo esconde. Pero tú ya estás atrapado en esa situación, tienes esos sentimientos de culpabilidad, complicidad y vergüenza. Sobre todo, porque piensas que al contar todo esto, de alguna manera, estás atacando al ente que te protege. Tú dependes de la familia. Recuerdo que, cuando era pequeño, para mí habría sido terrible y habría hecho cualquier cosa para que no se descubriera. Es bastante importante tener en cuenta que el niño, por sí sólo, no va a hablar.
¿Por miedo y vergüenza?
Por todo, miedo, vergüenza, culpabilidad, por la sensación de que lo ha provocado él, que se lo merece porque no ha hecho nada para impedirlo. Es una cosa con la que naces, no hay un antes ni un después y todo esto viene precedido por que el agresor ya se ocupa de que sea así. No pasa por casualidad.
¿Qué indicadores muestran que un niño pueda ser objeto de un abuso?
Conductas muy sexualizadas, regresiones en el aprendizaje -un caso típico es hacerse pipí en la cama si esa etapa ya se había superado-, un niño que intenta abusar de otro, masturbación compulsiva...
¿La manipulación es la principal arma del agresor?
Sin duda, sobre todo si es un abuso intrafamiliar, porque si viene de fuera, probablemente, usará la violencia. El abuso sexual es un abuso de poder. El niño no tiene ninguna posibilidad. A veces se utiliza el chantaje, explícito o no. Mi padre nunca me dijo que no se lo contara a nadie y, sin embargo, yo lo tenía claro. Estás atado.
¿Cómo pasa una persona de ser víctima a activista?
No lo sé. Tengo suerte con mi pareja, que me ha empujado mucho para seguir adelante. Siempre me ha gustado escribir y he podido hacerlo, lo que me ha facilitado hacerme oír.
¿Qué puede hacer una persona cuando se haya en ese momento decisivo entre si conviene decirlo o no?
El primer paso es hablarlo, es la clave. No puedes pensar que vas a olvidarlo sin hacer nada al respecto. Y cuanto más lo hables, a más gente y a más público, mejor. ¿Qué ocurre? Que lo que estoy diciendo significa enfrentarse a la familia. Pero eso es lo que realmente te endurece.
¿La familia es el mayor hándicap para hacerlo público?
Para mucha gente es un gran problema, y con razón. Es más fácil que la familia te aparte que te apoye, eso está demostrado.
¿Qué le pasó en su caso?
A medias. He tenido más apoyo, pero hay que señalar que, no sólo la familia, sino las personas en general, no saben cómo abordar el tema. Esto es un gran problema, porque el no decir nada es como olvidar a esa persona. ¿Mis hermanos me han apoyado? No han ido contra mí, es verdad, pero, ¿apoyarme?, ¿que yo me haya sentido apoyado? No me he sentido apoyado, porque soy consciente de que no sabían qué hacer. De todos modos, hay que decirlo, pero sabiendo que te vas a enfrentar con la gente y que va a ser un camino duro.
¿Denunció a su padre?
No lo denuncié porque no podía, el delito ya había prescrito. Pero, sin querer, le hice la peor denuncia para él, porque al decirlo, todo el mundo se apartó de él. La única que aguantó hasta su muerte fue mi madre.
¿Le dolió que no le apoyara ella?
No es que me doliera, lo que pasa es que para mi madre fue muy difícil. Ella quería compartir el dolor conmigo, pero le había elegido a él y yo ya tenía suficiente con lo mío, así que tuvimos un periodo de separación. Yo lo entiendo, porque es otra generación. Al fin y al cabo, mi madre me creyó desde el primer momento, que es algo que no hacen todas las madres, y fue la que le hizo confesar a él.
¿Cuál es la pregunta que se hace una persona que ha sufrido un abuso sexual?
¿Por qué a mí? es muy común y ¿qué hubiera sido de mi vida si no hubiera pasado esto? Pero lo que importa es lo que vas a hacer a partir de ahora, porque tu vida es la que es.
¿Es posible sobrevivir?
Perfectamente.
¿El tiempo es un factor clave?
Cada persona tiene su propio proceso y necesita su tiempo, pero el principio siempre es el mismo, hablar y enfrentarse a ello. A partir de ahí, irán surgiendo dificultades, sin duda. A mí me costo muchos meses decir que yo fui abusado sexualmente y que esto había influido en mi vida.
¿Cuál es su mensaje?
De optimismo. Las cosas pasan, pero te las puedes tomar como un obstáculo o como una oportunidad, y yo hace mucho aprendí que era una oportunidad para seguir avanzando.
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/ediciones/2008/12/13/sociedad/gipuzkoa/d13gip10.1366197.php
Este próximo viernes día 12 de diciembre tendrá lugar la presentación del libro "Los niños que dejaron de soñar" en el Ernest Lluch de Donosti a las 19:00 horas. De más está decir que será un placer saludar a todos los vascos que visiten este blog.
Un abrazo por adelantado a tod@s.
Esta es una pregunta para la que no se requieren demasiadas argumentaciones. Nos sentimos víctimas porque en eso nos convirtieron durante la niñez. Nos impusieron un papel que en muchos casos seguimos interpretando hasta el día de hoy. Lo utilizamos como un escudo para protegernos o para ocultarnos, aunque ya hayamos perdido de vista las razones y aunque el perjuicio sea mucho mayor que el hipotético beneficio.
A pesar de los años transcurridos, siguen habiendo pautas de comportamiento que dominan la mayoría de nuestros actos. A pesar de ir contra nuestra voluntad consciente, todavía solemos actuar como las víctimas que un día fuimos. Nuestra elección tiende al silencio y la aceptación, sin ofrecer resistencia a los acontecimientos que nos plantea la vida. Si algo sale mal utilizamos hábilmente el papel de víctima para justificar nuestros fracasos y nuestra inmovilidad. Es más fácil utilizar este recurso que responsabilizarnos de los sentimientos y las necesidades tanto propias como ajenas.
En ocasiones nos damos cuenta de que nuestra actitud nos reportará problemas. Pero aún siendo conscientes de ello, somos incapaces de modificarlo. Delegamos funciones propias esperando que sean los demás quienes se den cuenta de lo que nos ocurre, pero los demás no son adivinos, ni tal vez les importe suficiente lo que nos pasa.
Se supone que somos adultos y debemos afrontar y resolver las dificultades, pero lo único que sabemos hacer es quedarnos a solas con nuestros problemas irresolubles, lamiéndonos las heridas y preguntándonos porque somos tan desgraciados.
Cuando los demás depositan la confianza en nosotros, poniéndonos a prueba, tal y como sucede tantas veces en la vida, es fácil que no demos la talla. Es entonces cuando nos aferramos a nuestro conocido papel de víctimas incomprendidas, incapaces de asumir las responsabilidades que emanan de nuestras acciones, y más comúnmente aún, de nuestras inacciones. Esto nos lleva a romper relaciones tanto amistosas como sentimentales, viéndose de este modo reforzado el papel de víctimas que tanto nos gusta interpretar, a lo cual se une una caída en picado de la autoestima que realimenta este nefasto ciclo autodestructivo.
Somos víctimas reales, es cierto, pero lo somos de nuestra propia actitud ante la vida. Hay otra realidad muy distinta. La que no vemos.
¿Por qué debemos dejar de ser víctimas?
Ese niño que algunos de nosotros apenas recordamos, fue una de tantas víctimas de otros tantos agresores sin escrúpulos. Hoy nos corresponde buscar las herramientas para llevar a cabo lo que aquel niño no pudo. Debemos ser mucho mejores y vivir mucho mejor que el pobre miserable que nos agredió. A mi entender esa es la venganza que más ha de resarcirnos de tantos años de ignominia y de silencio.
Una premisa básica para restablecer la correcta actitud ante el mundo consiste en responsabilizarse de nuestros actos. Creo que u primer paso es restarle trascendencia al hecho de que las cosas salgan bien o mal. A fin de cuentas eso es algo a lo que todos estamos expuestos. Nuestra meta no ha de consistir en ser ni unos ni otros, sino en ser nosotros y hacer lo que define nuestra individualidad, sin importar demasiado el resultado. Tarde o temprano llegará. El concepto "ahora" es la palabra que define el momento exacto para hacer cualquier cosa. La clave no está en saber cual es momento en que se presentará la oportunidad, sino en saber que estamos listos para ir a buscar nuestras oportunidades.
Otro aspecto no menos importante es olvidarnos de lo que digan los demás. Tú no eres mejor porque alguien te alabe, ni peor porque alguien te critique. Tú eres tú. Y lo que haces tiene tanto o tan poco valor como tú quieras darle.
La aceptación de nuestros actos, junto a sus consecuencias, es lo que nos va a permitir crecer como personas. Los resultados no son determinantes, en realidad sólo son oportunidades que nos conducirán siempre hacia algo mejor. Todo depende de la perspectiva que queramos aplicarle. Es nuestra actitud la que nos va a permitir seguir avanzando, y ello es posible independientemente de que el resultado sea positivo o negativo.
Seguir con esa vieja táctica de aparecer como víctimas del destino es como tener echado el freno de mano y quejarse continuamente de que el coche apenas anda. Conduzcamos sin temor por el camino de la vida. Sólo así tendremos motivos reales para alegrarnos o entristecernos.
Recientemente he recibido el aviso que transcribo a continuación. Yo mismo la tenía entre mis enlaces. Todos estamos expuestos a peligros y manipulaciones, pero al mismo tiempo, también tenemos todos la posibilidad de luchar desde todos los frentes.
Hemos recibido información que está pidiendo auspicios, contibuciones, participando en programas televisivos una "ong" inexistente denominada "Alerta Vida", como podrán comprobar en el adjunto, presidida por alguien quien se autotitula "Lic" Rachel Holway.
Un simple búsqueda en google con el nombre "Rachel Holway" les indicará que esta persona se dedica a tirar las cartas a hacer videncia y las múltiples causas en las que está involucrada.
Ya la hemos intimado para que retire de los innumerables espacios cibernéticos que abre los logos de A.S.I. NO. Caso contrario accionaremos en su contra.
Hace uso también sin escrúpulos de logos de instituciones serias como Idealistas.org y Amnesty International. Ambas insituciones han sido alertadas e iniciarán las acciones que consideren pertinentes.
Tanto la trata de personas como el abuso sexual infantil son temas delicadísimos como para estar en manos de inescrupulosos y/o sinvergüenzas que llegan incluso al extremo de pedir contribuciones económicas y llamar a voluntarios desde una ong inexistente dado que no cumple con los requisitos exigidos por la justicia de nuestro país.
Deseamos fervorosamente que hechos como los mencionados no vuelvan a repetirse.
Afectuosamente
Lic. Mónica Laura Creus Ureta
www.abusosexualinfantilno.org
Hace unos días termine una presentación power point sobre el abuso sexual infantil que imagino que ya conoceréis y que, como en tantas otras cosas tuve la inestimable ayuda de Joshua. Está en este mismo blog unos mensajes más abajo. Una compañera de ForoGAM lo puso en un foro sobre crianza natural en la que ella suele participar, y se quejaba de que lo había leído mucha gente pero nadie escribía nada. Efectivamente, y no es que no haya sensibilidad al respecto; más bien me inclino a creer que para much@s es algo tan terrible que cuesta afrontarlo, cuesta hablar de ello. Pero lo debemos hacer; debemos romper esa barrera de silencio y hacer cuanto esté en nuestra mano para que se nos oiga. En los medios y en la sociedad en general, lo que no se ve y lo que no se oye no existe.
Hoy escribo sobre este particular por un motivo concreto. Este próximo martes día 9 de diciembre, aproximadamente entre las 12:00 y las 13:00 horas (España), en el programa de Ana Rosa Quintana de Telecinco, intervendrá Margarita García Marqués hablando sobre abusos sexuales infantiles. Ella es la presidenta de la asociación ASPASI de Madrid. Margarita me comentaba que la posibilidad de que este tema se siga tratando tendrá mucho que ver con la repercusión que tenga. Es decir, cuantas más llamadas y comentarios se envíen al programa, cuanto más interés suscite, en definitiva, más posibilidades tendremos de que en un futuro se siga hablando de ello.
Uno a veces se pregunta sobre lo que puede hacer. Tenemos tendencia a creer que uno sólo no puede hacer nada. Pero todos somos uno solo. Y cambiar las cosas empieza por iniciar el cambio en uno mismo. Espero que esta intervención de Margarita sea un éxito. Ella se lo merece y todos nosotros también. Espero y deseo que se inunde la centralita de llamadas y de mensajes. Que sepan que este es un problema que requiere una atención mucho mayor de la que se le ha prestado hasta la fecha. Está en nuestra mano lograrlo. Todos juntos podremos.
MANIFIESTO CONTRA EL SILENCIO SOBRE EL ABUSO SEXUAL INFANTIL
Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia y sus derechos iguales e inalienables constituye el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo. Los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes. La Declaración Universal de los Derechos de la Infancia establece, además, que todos los niños tienen derecho a desarrollarse de forma saludable y digna.
Los estudios de la OMS y otras organizaciones como Unicef aportan cifras alarmantes sobre la incidencia de abusos sexuales a menores: hay millones de niños en el mundo que no gozan de estos derechos. Hoy, casi tres millones de niños son sometidos a la prostitución forzada, y, según estudios, el 80% de ellos han sufrido abuso psicológico o físico dentro de sus familias.
Dados estos hechos, presentamos aquí a la sociedad este Manifiesto “Contra el Silencio sobre el abuso sexual infantil”. Como personas decididas a hacer algo por cambiar esta dura realidad y garantizar la dignidad y la salud de los niños, exigimos:
1) Que cada Estado impulse y respete políticas educativas dirigidas a fortalecer la promoción y la protección de los derechos humanos en los niños, promulgando leyes claras y justas que protejan a los menores de los abusos sexuales y que se garantice, en todos los casos, el interés superior del menor como prioridad, asumiendo su tutela si fuese necesario.
2) Que las autoridades competentes ofrezcan a las Asociaciones que combaten el abuso sexual a menores (como Save the Children, Fundació Vicki Bernadet, ASAPMI, A.S.I. NO, Global Humanitaria, PROTECT, entre otras) los recursos necesarios para continuar con su labor.
3) Que dichas Asociaciones busquen espacios de comunicación para coordinarse y ser más efectivas en su labor.
4) Que los medios de comunicación traten abiertamente, con claridad y sin frivolidad ni sensacionalismo, el tema de los abusos sexuales a menores.
5) Que los docentes y demás profesionales que trabajan con niños se informen y capaciten sobre las medidas de prevención y los mecanismos de detección de abusos.
6) Que todas las personas que conozcan casos de abusos sexuales a menores los denuncien.
Quienes firmamos este Manifiesto, apelamos a la valentía para defender la integridad física y espiritual de la infancia desde el seno familiar, y su soberanía moral. Pedimos el rechazo absoluto y la denuncia enfática de cualquier pederasta.
Si os queréis adherir a este manifiesto sólo tenéis que enviar un correo con el nombre, profesión y lugar, a comunicacio@fbernadet.org
Poco a poco iremos avanzando
Entre las estrategias de aquellos que abusan sexualmente de menores, está la inducción del miedo a desvelar lo sucedido. Puede tratarse de amenazas explícitas: "si lo cuentas te castigarán" "nadie te querrá" "mataré a tu madre" o "si lo cuentas me meterán en la cárcel" También es habitual fomentar la complicidad del niño y hacerle sentir partícipe y, por ende, culpable de lo sucedido. Si a todo ello le unimos que el abuso, por lo general, es perpetrado por algún miembro de la familia, nos encontramos con que las posibilidades de que impere la ley del silencio son realmente elevadas, máxime cuando el niño es consciente de su dependencia de la familia: si el barco se hunde, el niño se hunde con él; por lo tanto hay que mantenerse a flote por malo que sea el barco.
Sólo cuando se ha logrado que el niño comprenda que todo lo anterior no es cierto, que tiene todo nuestro apoyo, toda nuestra credibilidad, que tiene un hogar seguro y le hacemos saber que él no es culpable de nada, entonces podemos esperar que hable.
En los primeros momentos, cuando el niño manifiesta haber sido molestado sexualmente, lo primero que deben hacer los padres es creerle e intentar mantener la calma. Deben hacerle sentir que lo sucedido en ningún caso fue culpa suya y que están incondicionalmente a su lado para apoyarle. Después deben de llevarle a que le hagan un examen médico y una consulta psiquiátrica.
Los padres tienen en su mano la posibilidad de impedir o disminuir la oportunidad del abuso sexual tomando las siguientes precauciones:
- Diciéndole a los niños que tienen todo el derecho a decir NO a la persona que intenta tocarles de forma impropia o que les haga sentir incómodos.
- Instarles a que lo cuenten inmediatamente a los padres y que no lo mantengan en secreto.
- Enseñándoles a discernir que el respeto que se le debe a los mayores no presupone una obediencia ciega a cualquier cosa que estos digan.
- Apoyando los programas de prevención del sistema escolar para profesionales.
- Estando atentos a cualquier síntoma que pueda estar relacionado con el abuso sexual; como por ejemplo comportamientos sexualizados que no se correspondan a su edad, agresividad, miedo a ir a ciertos sitios o a ver a ciertas personas, cambios significativos en el rendimiento escolar o involuciones fisiológicas que ya estaban superadas.
Este próximo día 10 de diciembre a las 19:00 horas tendrá lugar la presentación del libro "Los niños que dejaron de soñar" en la Casa del Libro de Barcelona, en el Paseo de Gracia, 62
http://www.casadellibro.com/servicios/actividadesInterior?&codigo=3067
Espero que sea una presentación y un coloquio interesante y deciros que estáis todos invitados y que, por supuesto, será un placer especial saludar a alguien que venga de parte del blog.
Está es una versión mejorada para ver directamente el pps, gracias a la inestimable colaboración de Joshua. De todos modos sigo sin poder escuchar la música, aunque no sé si es problema mío o le pasa a todos.
Llevaba ya un tiempo pensando en hacer un "pps" para difundir la idea de unidad de todos los que luchamos contra el abuso sexual, así como dar a conocer, también, la información y la ayuda que puede ofrecerse, bien sea a través de un foro especializado o a través de las asociaciones que se dedican a ello.
Como ya indicaba en el correo no soy ningún experto en la materia, pero para ser el primero que hago no ha quedado del todo mal. De todos modos el objetivo, más que el virtuosismo, es llegar al máximo número posible de personas, así lo que más me importaba es el mensaje. Los que lo habéis recibido espero que os haya parecido bien y que lo difundáis tanto como sea posible.
El envío lo he efectuado a todos los que han participado en este blog; mejor dicho, a todos cuyo correo he podido localizar. Todo aquel que quiera recibirlo que me escriba a forogam2002@yahoo.es y seguiremos con esta cadena.
Hoy he tenido tiempo para hacer unas cuantas cosas; una de ellas la que acabo de referir, y la otra ha sido eliminar todos los mensajes que aún quedaban del enfermo de flooding.
Un abrazo a tod@s.
Hace ya seis años que lleva funcionando forogam. Precisamente hoy, día 29 de noviembre cumplimos este sexto aniversario. Se trata de un foro en el que escriben personas que sufrieron abusos sexuales en la infancia. El foro es lo que yo he dado en llamar la ventana interior; el sitio donde nos reunimos, compartimos y debatimos quienes padecimos A.S.I.
Este blog, que aún está en su más tierna infancia, pretende ser la ventana exterior. El sitio de todos; el lugar donde todo el mundo que esté interesado pueda conocer de primera mano que significa el abuso sexual, como afecta y cual es su auténtica naturaleza. Mi objetivo es que el A.S.I. tenga el tratamiento y la difusión que merece, lejos de sensacionalismos o de ideas erróneas.
La razón última de este escrito es pedir a todos los lectores que expongan cualquier duda o planteamiento, que propongan cualquier aspecto del A.S.I. que les interese que sea tratado con más detenimiento. Todo aquello, en definitiva, que pueda convertir este blog en una herramienta cada vez más útil.
Quería deciros que este asunto está siendo tratado ya a nivel político y que si todo va bien no será necesaria campaña ni recogida de firmas. Vamos a esperar un poco a ver como se resuelve el tema y si hace falta ya nos movilizaremos.
Como tenemos por aquí, como ya decía senovilla, a algo parecido a un ser humano que se dedica a hacer apología de la pederastia, creo que será mejor que modere los comentarios que lleguen tanto a este blog como al otro. Preferiría haberlo dejado abierto pero como parece que esa basura tiene mucho tiempo libre y poco cerebro creo que será mejor hacerlo de este modo, y me parece que la mayoría de vosotros piensa también lo mismo. Así que si véis que vuestros mensajes tardan un poco en aparecer, que sepáis que este es el motivo.
Un abrazo a todos.
Este proximo jueves dia 27 de noviembre tendrá lugar la presentación de mi segundo libro "Los niños que dejaron de soñar". Esta presentación/coloquio se celebrará a las 19:00 horas, en la Casa de la Cultura de Torrent, situada en la calle Sagra, núm. 17.
Además de quien escribe estas líneas, en la charla intervendrá Carmen Quijano, presidenta de la asociación ACASI (Asociación contra el abuso sexual infantil) http://www.acasi.org/
Esperamos que el acto, más allá de la presentación literaria, sirva para aclarar dudas, aportar información y dialogar, en definitiva, sobre un asunto que nos concierne a todos y sobre el que pesa demasiada desinformación.
A un nivel más personal me encantaría poder saludar a cualquiera que haya participado o lea este blog.
Está claro que esta campaña iniciada por nuestros amigos de La Huella Digital y Vagón-bar ha sido un éxito, y todos debemos felitarnos por ello. Pero no podemos dormirnos en los laureles. Queda muchísimo por hacer y creo que vale la pena aprovechar este momento.
¿Qué otras cosas podríamos hacer? Desde luego hay muchas, pero últimamente me veo enfrentado a una que me parece elemental, diría que de libro. Cuando alguien habla en favor de ETA o justifica sus atentados se le puede acusar de hacer apología al terrorismo. Se trata de un delito. Sin embargo cualquiera puede hablar o escribir barbaridades relacionadas con niños, como hacen los pederastas en la red, y no se puede hacer nada al respecto. Aquí en España no es delito. Personalmente me parece incomprensible. Algo tan evidente y que limitaría bastante la capacidad de actuación de los pedófilos sigue siendo legal.
Ahora somos muchos, tenemos mucho eco, hay sensibilidad e información. Y creo que para luchar efectivamente contra esa lacra debemos dotarnos de las herramientas mas adecuadas y efectivas. Una de las más básicas sería lograr que la apología a la pedofilia fuera considerada como delito. Es una idea que hace tiempo que me ronda por la cabeza y que también han expresado algunas personas, como mi incansable amigo Joshua, y algún que otro colectivo.
De momento dejo aquí esta idea para ver que os parece, como se podría estructurar y para que la hagáis correr por toda la blogosfera.
Un abrazo a todos.
¿Es importante tratar de discernir si en un abuso sexual se produce violencia e intimidación?
El sentido común nos dice, al menos a quienes hemos pasado por ello, que esta discusión no tiene demasiada importancia. El acto en sí mismo ya es lo suficientemente grave como para andar buscándole tres pies al gato. Sin embargo la ley sí hace esta distinción, y no es lo mismo un abuso sexual donde hay violencia e intimidación que otro donde no haya.
Cuando hablamos del abuso sexual infantil, la mayoría de la gente imaginará a un ser despreciable que, posiblemente, habrá hecho uso de la violencia y la intimidación. En todo caso nadie duda que se trate de un maltrato físico o psicológico, o ambos a la vez. Sin embargo pueden darse diferentes relaciones donde la violencia, así como otras formas de intimidación, adopte un perfil un tanto equívoco, aunque no por ello menos efectivo.
Para cualquiera de nosotros es extremadamente complicado explicar muchos aspectos relacionados con el abuso que padecimos. Muchos debemos enfrentarnos con preguntas que, no sólo quisiéramos que satisfagan a un hipotético interlocutor interesado, sino que nos satisfaga a nosotros.
Yo era de los que hasta hace poco tiempo pensaba que mi caso estaba exento de violencia e intimidación, lo cual, no hacía sino que incrementar mi sensación de culpa. Si eso es tal como lo escribo ¿por qué no lo impedí, entonces? ¿Por qué no hice algo? ¿Por qué no impedí que sucediera? La lista de interrogantes es muy larga. Cada cual tiene su particular pregunta sin respuesta: ¿por qué me traicionó mi cuerpo y sentí placer? ¿Por qué seguí permitiéndolo a los 16, 18 ó 20 años?
Aunque nadie en sus cabales ponga en duda que el abuso sexual infantil es condenable tanto social como penalmente, en mi caso particular, por más execrable que pudiera parecer la conducta de mi padre, no puedo eliminar por completo la posibilidad de que alguien imparcial dilucidara que, en mi caso, no hubo violencia ni intimidación. A fin de cuentas es algo que se contempla en un juicio. Y es que yo era el primero que siempre lo creí. No es fácil encontrar el modo de explicar lo que no hemos sido capaces, tan siquiera, de asumir como algo que nos sucedió en la niñez.
Es muy importante analizar este asunto con detenimiento, sobre todo ahora que hemos hecho mención de las connotaciones penales a las que está sujeto el abuso sexual y la relación existente entre éste y la agravante añadida de la violencia y la intimidación.
Nunca formó parte de mis prioridades la denuncia de estos hechos. De hecho nunca me lo planteé. Pero aunque hubiera sido mi caso, de poco me hubiera servido, ya que el delito prescribió hace tiempo. No obstante, considero de suma importancia aclarar y delimitar como se llevó a cabo el abuso sexual y si éste estuvo agravado por actos de violencia e intimidación, fueran estos cualesquiera que sean.
Cuando se utilizan los términos violencia e intimidación se suele investigar en que grado afectaron y si fueron degradantes y vejatorios.
El enfrentamiento siempre fue difícil. Yo siempre hubiera querido contestar que hubo violencia, que hubo intimidación y que ambas fueron degradantes y vejatorias. Pero la realidad que yo concebía hasta no hace tanto tiempo me hacía pensar que la definición era otra. ¿Realmente era así? Hoy tengo una percepción radicalmente distinta.
En la definición de violencia, si consultamos cualquier enciclopedia, se nos habla de violar y de violentar. Ambos casos se adaptan perfectamente a nuestra realidad. Y también a la mía en particular.
Degradar implica arrastrar a alguien a un nivel moral muy bajo, lo cual creo que también nos afecta a la mayoría de un modo innegable.
Vejar se define como humillar gravemente, mencionándose asimismo el abuso de poder, lo cual encaja a la perfección en mi caso y supongo que también en el de todos los abusados.
En definitiva, y atendiendo a estas definiciones, puedo concluir que en mi caso hubo violencia y que esta fue degradante y vejatoria.
En lo tocante a la intimidación todavía me parece que es más incuestionable. La intimidación se define como el estado de quien está atemorizado, lo que en mayor o menor grado nos pasó a todos. De no ser así, no hubiéramos permitido que ocurrieran los abusos. También se habla en las definiciones de asustar o amedrentar, lo que equivale a un estado en el que nos vemos incapacitados para hacer frente a una realidad para la cual carecemos de capacidad, entendimiento y recursos, situándonos en una posición de inferioridad o desvalimiento frente al presunto agresor. Otra realidad irrefutable para casi todos.
En cuanto a sí fue degradante y vejatoria, creo que basta con aplicar los mismos razonamientos ya esgrimidos en el tema de la violencia.
Por tanto concluyó que en mi caso también hubo intimidación y ésta fue vejatoria y degradante. Otra cosa será que mis reflexiones se interpretaran de igual forma si llegara a los tribunales. Desgraciadamente, como decía, me temo que no.
Uno de los grandes dilemas con el que nos enfrentamos muchos seres humanos es la constatación de que la vida no es justa.
Nos cuesta entender porque a alguien tan bueno le ocurren tantas desgracias o porque alguien tan malo vive tan ricamente. Puede observarse desde distintas perspectivas. A mi, personalmente, me gusta ver una posible respuesta en que ese alguien tan bueno, precisamente, es tan bueno debido a todas las desgracias que se ha visto obligado a afrontar.
A veces alguien exclama: ¿por qué abusaron sexualmente de mí cuando tan sólo era un niño? ¿Qué culpa tenía yo? Estas preguntas se repiten una y otra vez. ¿Por qué me tocó a mí? También tengo mi particular respuesta. A mi me tocó para superar la prueba y convertirme en lo que jamás hubiera sido de no haber pasado por ello. ¿Podría haberme quedado en el camino? Podría. Pero no fue así.
No, la vida no es justa, y eso es justo lo que necesitamos para vivir.
Quería compartir también esta preciosa canción, en este caso sobre la violencia de género.
Una buena amiga, Isabel Olid, acaba de publicar un cuento sobre el abuso sexual infantil que a buen seguro será muy útil para todos, pero sobre todo para los niños y para algo tan vital y necesario como es su prevención, pues el lenguaje utilizado se adpata perfectamente a su nivel de comprensión, a partir de los 6 años.
Desde aquí le deseo toda la suerte del mundo.
Estos niños fueron víctimas de un pedófilo, no de alguien que los amaba, sino de alguien que sólo los quería para satisfacer sus instintos más oscuros. Yo fui uno de esos niños y conozco cientos y cientos de otros niños que hoy son adultos. ¿Sabías que el 60% de esos niños intentó suicidarse? Eso es algo que nada tiene que ver con el amor. Y cuantos no se habrán quedado en el camino... Otros han acabado convirtiéndose en adictos al alcohol, a las drogas o a cualquier otra sustancia o actividad que les haga evadirse de una realidad insoportable.
Tal vez hayas llegado a este sitio tecleando palabras como "angels", "lolitas", "niños desnudos", "boylover", "preteens", "girlover", "childlover", "pedoboy", "boyboy", "fetishboy" o "feet boy". Pues has llegado a un sitio donde no vas a encontrar lo que buscas. Sin embargo quizá sea yo quien te encuentre a ti. Así que mi consejo es que vayas con mucho cuidado con lo que haces, con lo que escribes. Vigila bien tus espaldas. Cada vez somos más y tarde o temprano te encontraremos. Este blog está en campaña permanente y estoy seguro que bien pronto seremos muchos más.
Este próximo miércoles día 19 por la mañana, Carmen Quijano (Presidenta de ACASI) y yo mismo, intervendremos en el programa "Matí, matí" de la televisión de la Comunitat Valenciana, en el Canal 9. La hora, en España, será más o menos entre las 12:00 y las 14:00 h.
Hablaremos de abusos sexuales en la infancia.Carmen desde la perspectiva de la asociación, yo como escritor que presenta su segundo libro, y ambos, también, como sobrevivientes de abuso sexual. Esperemos que salga todo bien.
Espero que con este enlace puede verlo todo el mundo:
http://wwitv.com/portal.htm?http://wwitv.com/television/index.html?http://wwitv.com/tv_channels/8114.htm
El único "problema" es que la entrevista no sé como se efectuará, si en valenciano o en castellano.
PD: Acabo de hablar con la cadena de TV y puedo precisar un poco más. La entrevista se efectuará entre las 12:45 y las 13:15 h. (siempre en horario de España)
Siempre que hablamos entre mis compañeros sobre la posibilidad de perdonar a nuestro agresor surgen opiniones encontradas. Vivimos en una cultura donde el perdón tiene un rango casi mágico. Muchos consideramos, sin embargo, que el perdón no tiene porque ser un acto imprescindible para acceder a una vida plena. Podemos hacerlo con la conciencia tranquila, sin tener que pasar por el "peaje" del perdón.
Me cuesta verme rebosante de magnanimidad y otorgando el perdón a mi agresor, como si fuera un rey que nombra caballero a un vasallo de dudoso pasado. Mi realidad descansa en la no necesidad de perdonar a quien abusó de mí. Entiendo que hacerlo significaría eximirle, cuando no redimirle, de una culpa que le pertenece a él por completo. ¿Quién soy yo para liberarle del peso de la culpa? Nadie. Esa tarea pertenece exclusivamente al agresor.
Negar el perdón no significa odiar ni llevar una vida condicionada por sentimientos negativos que, al fin y al cabo, sólo perjudican a su portador. Bien me voy a cuidar de no andar lastrado por sentimientos que se vuelvan contra mí. Ya anduve ese camino demasiado tiempo. Cuando algo te daña lo apartas. En mi camino, con relación al agresor, sólo hay indiferencia y distancia.
Cuando pones la mano en el fuego y te quemas, no piensas si debes o no debes perdonar al fuego, simplemente te alejas y evitas volver a ponerla. Eso es así de simple. Pero a pesar de esta aparente sencillez, hay lecciones en la vida que requieren muchos años de aprendizaje.
Fueron muchos años sin reencontrarme con la vida. Y eso es algo que jamás volveré a poner en peligro. Sólo él y sus actos habrán podido hacerle o no merecedor del perdón. Yo no quiero ni tengo nada que hacer al respecto. No volveré a sentir culpa propia por la indignidad ajena.
Por tercer año consecutivo, nuestra ONG encintará de blanco, en el Parque 3 de Febrero, el monumento de la Plaza Armenia con el objetivo de sensibilizar, concientizar y colaborar en la prevención del abuso sexual infantil. Desde el inicio de nuestras acciones, también hemos alentado el uso de una cinta blanca cerca del corazón como manifestación en contra del abuso sexual infantil y en apoyo a las víctimas. Y es que todavía hoy se trata de un problema rodeado de mitos y prejuicios que hay que desbaratar.
El primer obstáculo a vencer es la incredulidad de los adultos. Como nos resulta inimaginable, inefable, que un ser humano sea capaz de semejante acto, la primera reacción es la negación: “No, esto no es verdad”, “¿cómo este señor o esta señora, tan buena persona, puede haberle hecho esto a una criatura?”. La solución para calmar la angustia que nos provoca esta aberración es asumir que las chicas y los chicos mienten.
Pero las chicas y los chicos no mienten, no fabulan, no fantasean cuando –venciendo todas las amenazas, los miedos, la vergüenza y la culpa generados por él o la persona abusadora– develan que han sido víctimas.
Nadie puede fantasear sobre aquello que no conoce.
Hay que comprender que el abusador o la abusadora están en el entorno inmediato de los chicos, y que la víctima tiene con ellos una relación de confianza y afecto. Puede tratarse de un familiar, de una vecina, de un sacerdote... En general los abusadores sexuales extrafamiliares eligen profesiones que les permiten tener contacto habitual con chicos. Nos gustaría que fueran claramente reconocibles, identificables; la mala noticia es que un abusador, una abusadora, puede ser cualquiera.
Les enseñamos a los chicos a obedecer a los adultos y no les enseñamos que sus cuerpos son de ellos, que nadie tiene derecho a mimarlos de un modo que los haga sentir mal, que sólo ellos pueden tocarse sus partes privadas, y cuáles son sus partes privadas. Tampoco que los secretos son sólo de cosas lindas, que cuando alguien les pide que guarden un secreto de algo feo tienen que contarlo de inmediato.
Como el año pasado, la consigna es: “Tu cuerpo es tuyo, ahora y para siempre y de nadie más” y el Grupo Amanecer Integración Social por el Arte repetirá la puesta en escena de Mi cuerpo es mío de Mí. Invitamos a ciudadanas y ciudadanos de todo el país (Argentina) a sumarse a nuestra campaña de acciones contra el abuso sexual infantil, encintando de blanco espacios públicos donde concurran chicos y repartiendo cintitas blancas.
Este año tiene particular importancia porque logramos que el 21 de noviembre del 2007 fuera sancionada la ley nacional 26.316/2007, que declara al 19 de noviembre como Día Nacional para la Prevención del abuso contra niños, niñas y adolescentes. (También ha sido declarado en la Ciudad de Buenos Aires y está en trámite legislativo en varias provincias.)
Habrá actividades en todo el país, y algunas de ellas ya se han confirmado. El domingo, en Mar del Plata, intentaremos ponerles colitas blancas a los barriletes de la Quinta Barrileteada Familiar (entre las 15 y las 18 en Playa Bristol). En la ciudad de Córdoba el miércoles 19 se distribuirán cintitas y folletos en las 38 escuelas municipales, se distribuirán folletos y cintas blancas frente al Cabildo Histórico (de 10 a 12 y de 16 a 18) y habrá una charla abierta sobre A. S. I. en la Sala de conferencias del Obispo Mercadillo (de 19 a 20). Todas estas actividades han sido declaradas de interés municipal y legislativo. También el 19 estaremos participando de la Jornada Prevención y Concientización sobre el Abuso Infantil de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Invitamos a todas y a todos a que este 19 de noviembre encinten de blanco sus casas, lugares de trabajo, que ese día luzcan con orgullo una cintita blanca cerca de sus corazones.
Lic. Mónica Laura Creus Ureta
A veces hay respuestas muy difíciles porque las preguntas están mal planteadas. Mi padre abusó sexualmente de mí y convirtió mi vida en una auténtica mierda. Hasta aquí todo bien. O todo mal, mejor dicho. Los hechos son que mi padre abusó de mí y eso fue culpa suya. ¿Qué sucedió con esa culpa? Pues que me la quedé yo. Es habitual que lo que no sienta en padre (u otro agresor), se transfiera al niño. Así es como el menor siente miedo, vergüenza, culpa… y el agresor no. Al no sentirlo actúa como si no fuera con él. No siente empatía. Y a ojos de los demás es normal. El menor, con todos esos sentimientos que no le pertenecen, sobrevive como puede y, a los ojos de los demás, no es normal.
¿Qué hice yo con esa culpa? Soportarla como un pesado yunque, hundirme con él y hundir a los que estaban a mi alrededor.
A menudo me dicen que es admirable lo que estoy haciendo y como lo he superado. Ahora podría decir que es muy sencillo, porque realmente así es como lo veo, pero si observo más detenidamente, también deberé decir que me ha costado 38 años de mi vida. ¿Cuál es la elección? Pues consiste en decidir si quieres ser feliz o desgraciado. Sí, suena algo simplista, ya lo sé. Pero en el fondo es así. Los abusos sexuales ya no suponen un obstáculo; hace cierto tiempo que para mi pasaron a ser una oportunidad.
Muchos sobrevivientes se preguntan que hubiera pasado con su vida de no haber habido abusos. Ni podemos saberlo ni podemos cambiarlo. Lo que si sé es que los abusos han sido una oportunidad para que escriba libros, para ser administrador de un foro, para escribir en este blog, para hablar en ponencias, en la radio, la TV, para ayudar a personas que, quizá, de otro modo hubieran sido invisibles para mi.
No sé que hubiera como hubiera sido mi vida si mis circunstancias hubieran sido otras, pero sé como es esta y me siento orgulloso de vivirla.
Hace un tiempo hice unas encuestas entre personas que fueron víctimas en su infancia de abuso sexual, encuestas cuyos resultados, en parte, ya puse en algunos post del blog. La idea era tener una idea más precisa de esta realidad y de sus consecuencias.
Aprovechando este blog también quisiera hacer algunas encuestas, en este caso para plasmar la visión general que se tiene de ciertos aspectos de esta lacra social. En el lateral del blog iré poniendo diversas encuestas. Cuanto mayor sea la participación más fiable será el resultado obtenido; así que, aunque sólo sea para las votaciones agradecería que se difundiera este proyecto. Siempre han habido pocos datos referentes a este tema y los que hay, a veces, no parecen demasiado fiables.
Y otra cosa que me gustaría es que cualquiera que esté leyendo este post, se sienta libre para sugerir una encuesta que le parezca interesante, siempre relacionada con este asunto.
Un abrazo y gracias a todos por vuestras palabras de ánimo y por vuestra colaboración.
LOS NIÑOS MADRILEÑOS APRENDERÁN A CUIDARSE ANTE POSIBLES SITUACIONES DE ABUSO SEXUAL
La conmemoración del 19 de Noviembre, “Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los Niños”, inicia la Campaña “¡RESPETA MI CUERPO: ES UN TESORO!”, que recorrerá los colegios de la Comunidad de Madrid
No podemos olvidar, que en el mundo, 1 de cada 4 niñas y 1 de cada nueve niños serán abusados sexualmente antes de que cumplan los 18 años, y que cada año 2 millones de niños son conducidos por la fuerza al mercado del sexo
La mejor prevención frente a los abusos sexuales es enseñar a los niños a reconocer las situaciones peligrosas para que puedan defenderse, y que se sientan seguros de que pueden denunciarlas
“No debes dejar que te manoseen, o que te tomen una foto o un video desnudo, o que te hagan regalos a escondidas”. Estos son algunos de los consejos de comportamiento que reciben los niños durante las charlas
CONVOCATORIA ACTO DE PRESENTACIÓN CAMPAÑA DE PREVENCIÓN DEL ABUSO SEXUAL INFANTIL
19 Noviembre, miércoles, a las 11:00, en el Club Internacional de Prensa (C/Monte Esquinza 41)
La Campaña de Prevención de ASI “Respeta mi cuerpo: es un tesoro” será presentada a la prensa el próximo miércoles 19 Noviembre, a las 11:00, en el Club Internacional de Prensa (C/Monte Esquinza 41)
La Asociación para la Sanación y Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (ASPASI) tiene el gusto de invitarle al acto de presentación de su Campaña "Respeta mi cuerpo: es un tesoro". En él intervendrán:
LILIANA HORJUELA:
Licenciada en Psicología. Master en Necesidades y Derechos de la Infancia por la Universidad Autónoma de Madrid - UNICEF. Ha trabajado para multitud de organismos sobre diversas temáticas relacionadas con la infancia. Desde hace varios años desarrolla su labor profesional en Save the Children España, donde es Coordinadora de los Programas de Violencia contra la Infancia. Ha participado en el "Plan Nacional contra la Explotación Sexual Infantil en España".
Con Save the Children U.K., fue durante dos años Coordinadora del Proyecto Nacional de Prevención de Abuso y la Explotación Sexual Infantil en Colombia. Entre otras publicaciones, es coautora del
Manual de atención para los niños y niñas de mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito familiar, y de Estrategias para el desarrollo de conductas de autoprotección en niños y niñas de la primera infancia. Guía para cuidadores y cuidadoras.
Mª ANGELES RUIZ CORONADO:
Profesora de Educación Primaria. Lleva en ella más de 20 años. Actualmente es Jefa de Estudios del Colegio Público Haití, en el barrio de Carabanchel. Este colegio ha sido el primero en incorporarse a la Campaña de Prevención de ASI “Respeta mi cuerpo: es un tesoro”.
ISABEL GARCÍA LUQUE:
Miembro de la Junta directiva de AUPECAM (Asociación de Usuarios de Puntos de Encuentro de la Comunidad de Madrid).
MARGARITA GARCÍA MARQUÉS:
Psicóloga. Presidenta y fundadora de ASPASI
¿Vale la pena esta campaña? ¿O sólo actuamos para tranquilizar nuestras conciencias? Desde que me adherí a esta campaña y pasó a ser un aspecto más de mi propia lucha, he escrito y he leído muchos comentarios aquí y allá; comentarios que me hacen pensar que cada vez hay una mayor concienciación e implicación. Realmente creo que vale la pena esta campaña; esta y cualquiera que se haga más allá de las fechas, como el 20N. Quizá no sea tan importante respecto de los resultados obtenidos. Es decir ¿lograremos detener a los pederastas? ¿conseguiremos que cambien de opinión? La verdad es que lo dudo. Sin embargo vamos a lograr algo muy importante, que es estar unidos para derrotar y ponerle las cosas mucho más difíciles a esta gente en el futuro. Si tú y yo exigimos que las leyes deben cambiar no nos harán caso, pero si lo hacemos tu, yo y un millón más, entonces será muy distinto.
Hay muchos frentes abiertos y mucha tarea por hacer. Hay personas que se autoexcluyen de cualquier actividad porque creen que ellas solas no pueden hacer nada. Todos podemos hacer algo. Y cada aportación, cada paso importa. Yo seguiré después del 20N, como estaba ya antes de dicha fecha. Sólo espero que a partir de ahora seamos muchos más con la conciencia de que hay mucho por hacer, porque abusar de un niño es también abusar de nuestro futuro. Cuando hablamos de dejarles a nuestros hijos un futuro mejor, nos comprometemos a cuidar nuestro presente, y no hay presente más valioso que los niños; ellos serán el reflejo delo que nosotros hayamos hecho hoy.
Entrevista a Silvia Saravia de Iraheta (Jefa de la Unidad de Apoyo Multidisciplinario de la Fiscalía) El Salvador
¿Cual es la atención que se brinda a los menores de edad que han sido abusados?
-La intervención que se le da a niños, niñas y adolescentes, incluso adultos que han pasado por un tipo de violencia sexual, en primer lugar es la parte legal y por otra parte que la Fiscalía ha visto bien la parte de intervención psicosocial, eso implica que tantos la familia como los niños, niñas y adolescentes puedan tener acceso a la parte de intervención sicológica para la recuperación emocional de las secuelas que han quedado y por otra parte la contención sociofamiliar.
¿Como se debe enfocar la terapia a un menor que ha recibido abusos sexuales?
-Va depender de la edad del niño o adolescente que haya pasado por esta situación, pero básicamente lo que nosotros andamos buscando que la persona tenga la posibilidad de poder trabajar su abuso desde la parte de la psicoterapia en varias sesiones terapéuticas dentro de la institución, y que se le pueda dar un tratamiento que le permita al niño de alguna manera identificar o trabajar emocionalmente toda esa situación de abuso que ha vivido.
¿Es posible la recuperación emocional de un niño violado, o siempre vivirá con esa tragedia?
-Fíjese que esto es importante, porque el tratamiento que debe de darse a las personas que han pasado por una situación de abuso sexual es a largo plazo, si la persona tiene la posibilidad de trabajar ese abuso que ha vivido probablemente si logremos nosotros que la persona logre recuperarse si no en un 100%, porque de hecho el recuerdo no lo podemos quitar, pero si le permite a la persona poder hacer un plan de vida en el cual no le perjudique esa situación de abuso que ha vivido.
¿Es cierto que alguien que haya sido violado en su niñez tiende a ser un violador en vida adulta?
-Es en un porcentaje, lo que sucede es que si se tiene acceso a la intervención psicosocial o psicoterapéutica para trabajar el abuso sexual que ha vivido hay mucha más probabilidad de recuperación de la persona y que no tienda a ser la repetición de su propio abuso, en alguna medida si se corre el riesgo de que pueda darse la repetición o que se pueda de alguna forma revivir ese evento traumático que se ha vivido a través de la agresión hacia otra persona.
Cortesía de Juan Carlos
A nadie le resulta agradable reconocer que fue víctima de abusos sexuales en su infancia. Esta dificultad todavía es superior cuando la revelación tiene que hacerla un hombre. Prueba de ello es la escasez de hombres que deciden dar este paso. Esa es una de las razones por las que se piensa que a los niños no les ocurren esas cosas. Es cierto que a la hora de revelarlo las mujeres nos superan por un amplio margen, afortunadamente para ellas, aunque no por eso deberíamos llevarnos a engaño. La realidad no es buena para unos ni para otros. De cada cien hombres, sólo uno lo dice, y de cada cien mujeres, lo dicen diez. No es ninguna estadística, sino un ejemplo meramente aproximado de la diferencia existente entre hombres y mujeres, pero sobre todo, y más allá de las diferencias entre sexos, lo que en verdad me importa resaltar es el enorme número de personas, tanto hombres como mujeres, que sobreviven bajo la pesada losa del silencio y la culpabilidad, y lo que es peor, sin saber muchas veces por qué su vida está tan vacía y tan carente de sentido.
La información es básica para romper tan nefastas estadísticas. También lo es para desmentir las falsas y en ocasiones absurdas ideas que concebimos para encubrir y disfrazar las realidades a las que nos negamos hacer frente desde los lejanos días de nuestra niñez. Esa dificultad se magnifica cuando es un hombre quien debe considerar si poner o no al descubierto el secreto inconfesable.
Del hombre se espera que sepa hacer frente a cualquier conflicto, que sepa controlar sus sentimientos, que no muestre signos de debilidad; se espera, en definitiva, que asuma el rol que le corresponde. Y aunque eso, hoy en día, se cuestione e incluso se rechace, la realidad no ha cambiado tanto como nos gustaría creer. Todavía predominan una serie de mitos que no favorecen en absoluto la revelación de los abusos.
Aunque se trate de un niño, no es tan insólito que alguien pregunte: -¿Por qué te dejaste?-. A estas circunstancias adversas habría que sumarle absurdas creencias del tipo: “El agresor tiene tendencias homosexuales”, o bien “La víctima puede acabar siendo homosexual”. Ninguna de las dos tiene que ver con la realidad. Es más, la mayoría de abusadores son individuos heterosexuales y que aparentemente no llaman la atención.
Por desgracia estas falsas creencias causan su efecto. A los problemas intrínsecos del propio abuso hay que añadirle las dudas sobre la identidad sexual. Y aunque nosotros, por nuestra cuenta, terminemos teniendo claro cuál es nuestra orientación sexual, sospechamos que, al revelarlo a los cuatro vientos, ésta puede ser puesta en tela de juicio.
El hombre, en definitiva, se enfrenta a una supuesta debilidad de carácter por permitir que sucedieran los abusos y a la aparición de dudas respecto a su orientación sexual.
Fuente: extracto del libro “Cuando estuvimos muertos”
A Joan, que su esfuerzo y su ejemplo de vida, sigan salvando pequeños que se encuentren en riesgo.
Probablemente uno de los mejores documentales sobre el abuso sexual infantil.
Premio Derechos Humanos 2005.
Gracias Joshua por echarme una mano en colgar este vídeo y por tus palabras de aliento.
Muchos de los sucesos traumáticos que se viven durante la infancia pueden comportar secuelas que nos acompañarán y afectarán en nuestra etapa adulta. Calibrar el efecto de los mismos es muy complejo, debido a la multitud de variables que entran en juego, y que van desde el hecho en sí hasta la capacidad y los recursos del individuo para afrontarlo.
Cuando hablamos de abuso sexual infantil y, concretamente, de una persona que pasó por ello y que no lo ha revelado, o sea, eso tan difícil de establecer que llamamos perfil, tal vez fuera posible señalar algunas características muy comunes, y quizá la más frecuente de todas ellas sea la baja autoestima; lo que, en definitiva, y de ahí el título de este escrito, podríamos definir como el síndrome del patito feo. Es decir: no valgo para nada, no soy capaz, todos se apartarán de mí, si no estuviera nadie me echaría de menos… En fin, una sintomatología que, para quienes estén en la situación descrita, seguro coincidirán con mi exposición.
No hace tanto tiempo yo era también un “patito feo”. Es una sensación que no desaparece de un día para otro. Tarda mucho tiempo en desvanecerse por completo. Es como si siempre pusieras en tela de juicio cualquier actividad que vayas a acometer o idea que vayas a exponer.
Esta semana pasada estuve como ponente en el IX Congreso sobre el maltrato infantil de Valladolid. El jueves por la tarde era mi ponencia: “Una larga travesía”. Y allí, en el paraninfo de la Universidad, tras la presentación impagable de Marian, empezó mi disertación. Hasta aquel momento intenté no pensar demasiado, pero la verdad es que el escenario imponía. El caso es con más o menos nervios hablé de lo que había venido a hablar. Cuando terminé, una hora después, le pregunte a Marian que le había parecido. Me dijo que había estado genial. No estaba tan seguro, pero al levantar la vista y contemplar al auditorio aplaudiendo, pensé que era verdad, que por fin podría sentirme como el bello cisne que en los lejanos sueños de mi niñez siempre creí ser.
Cuando Lydia Cacho llegó a Barcelona para recoger el premio a la Libertad de Expresión que otorga la Casa Amèrica Catalunya y recién había ido a recoger, en Mozambique, el premio Mundial a la Libertad de Prensa UNESCO-Guillermo Cano 2008, la periodista española Catalina Gayà Morlà la entrevistó.
– Cuando Emma (una de las víctimas de pederastia) la contactó, ¿pensó que se trataba de una red tan peligrosa?, pregunto a Lydia Cacho.
– No, de ninguna manera. Cuando hago trabajo, como cuando entrevisto a una víctima, nunca hago proyecciones de futuro. Intuí que esta historia era peligrosa, pero no sabía qué tanto lo era para ella o para mí. Cuando me di cuenta de que estaba metida hasta el cuello y que había un compromiso personal ineludible por mi compromiso ético, fue cuando decidí publicar Los demonios del Edén.
– ¿De dónde saca la fuerza para enfrentarse a un secuestro, dos atentados, amenazas de muerte y a toda la corrupción que rodea el caso?
– De mi personalidad, desde niña he sido una mujer de convicciones, en realidad podría decir que soy muy terca. Cuando creo que algo debe hacerse, lo hago. Entonces a veces me equivoco y otras, no. En este caso estoy segura de que no me equivoqué.
– ¿A qué se enfrenta?
– Mi caso es una buena radiografía de las disfunciones de mi país. Yo soy una periodista y al mismo tiempo una activista feminista que trabaja en una casa de acogida, escribo un libro sobre abuso sexual infantil y redes de pornografía infantil en México y, a raíz de haber escrito este libro, los personajes que aparecen en él y que son los que manejan la red se coluden con un Gobernador y con políticos más poderosos para encarcelarme y torturarme con la finalidad de que yo me retracte del contenido de mi libro y la historia se quede aplastada como millones de historias importantes en México.
“Lo que pasó fue que yo salí con más fuerza de la cárcel y el caso acabó llegando a la Suprema Corte de Justicia de México, en buena medida por solidaridad de los movimientos sociales en diferentes lugares en el mundo y porque la Cámara de Diputados reaccionó ante unas llamadas escandalosas que se publicaron y evidenciaron cómo se coludieron el Gobernador y este mafioso, y cómo éste dio órdenes a otra persona para que yo fuera torturada y violada en la cárcel”.
– Y México perdió una gran oportunidad para hacer Justicia.
– Mire, el caso llega a la Suprema Corte y un puñado de siete abogados logran cabildear para que seis ministros, entre ellos las dos únicas mujeres, se retracten y se vayan del lado de la protección del Gobernador. Perdemos el caso, seis ministros contra cuatro, y queda para la historia de México cómo pudieron haber sentado el primer caso de pornografía infantil y de turismo sexual y de trata de menores de edad con todas las pruebas para poder juzgar un Gobernador, pero eligen fortalecer sus redes políticas para liberar a un Gobernador corrupto.
– ¿Cómo se sobrepuso?
– La verdad es que cuesta mucho trabajo poder explicarlo. El 27 de noviembre estaba con un grupo de amigos y amigas en la Feria del Libro de Guadalajara. A las ocho sonó el móvil y era una de las niñas abusadas por Succar que había estado siguiendo el caso por la tele. Me llamó y me quebré. Me decía: ‘Es que los jueces dijeron que lo que nos pasó no es cierto. Yo ya no quiero vivir’. Me parece soberbio decir que yo tenía la respuesta, lo único que se me ocurrió decirle fue que algo que me dijo mi madre: ‘Te quitaron ya mucho, no tejes que te arrebaten tu derecho de estar viva’.
– México supo que nada había cambiado.
– Hay una moraleja de todo esto. Son los casos de violación de los derechos humanos, de silenciamiento de libertad de expresión, los que nos muestran cómo funcionan las redes de poder político vinculadas con el poder criminal en México. En ese sentido, mi caso es ejemplar para decir en la medida que estos grupos de poder, que en realidad son un puñado de hombres cuyos nombres conocemos todos, sigan en el poder manejando el país muy poco se podrá hacer. Tú puedes cambiar leyes, crear refugios para mujeres y niñas, pero al final si no sale esta gente del poder público no hay mucho que hacer en México.
LA LEY Y LA VIDA SIN VIOLENCIA
– ¿Qué pasará con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia?
– En Quintana Roo, logramos que pasara, ahora estamos en la batalla de que se le asigne presupuesto y reglamento. Lo que nos diferencia de España, en la medida que tengamos una ley muy parecida, es que el sistema en España funciona. En México, la maquinaria funciona para favorecer a un pequeño grupo de unos 300 poderosos que controlan el país.
– El periódico La Jornada publicó que hay una orden de aprehensión contra Kamel Nacif.
– Mire, la Procuraduría General de la República necesita deshacerse de mi caso. El Tribunal, en Cancún, estaba revisando 21 tomos simplemente para arrestar a los dos policías que me torturaron. En los 21 tomos no aparece nada contra Kamel Nacif, ni contra el Gobernador. Se demostró que había 40 servidores públicos implicados en la planeación de mi tortura y encarcelamiento. Nadie aparece en los 21 tomos. Desde enero del 2007, estaba todo listo para encarcelar a la juez, a la Procuradora, a Kamel Nacif y a los judiciales que me torturaron, pero lo que hizo la Fiscalía de Periodistas fue desarticular toda esa consignación de delitos federales y desarticularla de tal manera que se convirtieran en simples delitos del fuero común, eso significa delitos menores.
“Con lo que hay ahora en el juzgado de Quintana Roo, sería por delitos tan menores que no pasaría nada más que entretenerme en un juicio de dos años contra los judiciales que me torturaron, que me amenazaron de muerte durante el año pasado y antepasado. Es una burla”.
– ¿Por qué?
– La PGR hizo esto porque yo había anunciado que me iría a los tribunales internacionales. Así yo no me lo puedo llevar a los tribunales internacionales.
– ¿No le da miedo?
– He aprendido, no por valiente si no por mi altísimo sentido de supervivencia, a conocer el miedo de tal manera que ya no asusta. Después de dos años y medio de terapia, he podio procesar el dolor de la tortura y las implicaciones que tiene el hecho de saber que hay dos hombres que tienen un sentido de venganza contra mí. Ya no tengo pesadillas de que lleguen a mi casa. Sé que están ahí, no lo niego, y sé que mi cabeza tiene un precio. La única manera que he encontrado para seguir viviendo y gozando de la vida, sabiendo que en cualquier momento me pueden matar, es justamente disfrutando de la vida y no pensar mucho en ello.
Todos nos vamos a morir; la diferencia es que yo sé quién quiere deshacerse de mí y que puede ser mañana o nunca.
– ¿No contempla la posibilidad de exiliarse?
– La verdad es que yo no me lo imagino. Me lo dices y algo se me mueve en la barriga. Ya me han arrebatado muchas cosas, mi libertad, me hicieron conocer el miedo que nunca imaginé conocer y no quiero que me arrebaten el derecho a vivir en mi país. Que se vayan los malos.
LOS PREMIOS Y LA SEGURIDAD
– ¿Son los premios una forma de blindarla?
– Yo creo que los premios no nos salvan de la muerte, no son un escudo. Le suben mucho el precio de la cabeza. Se convierte en un mayor peligro porque quedan evidenciados. Ana Politkowskaya ganó una serie de premios, además ha sido muy fuerte porque yo voy detrás de ella, un premio que me dan y todo el mundo me dice se lo dimos a Ana, y a ella la mataron. Los premios me permiten poner los temas sobre la mesa y eso es finalmente la tarea que a mí me interesa.
FIRMA FANTASMA
– ¿Se siente utilizada por el presidente Felipe Calderón?
– No me siento utilizada porque nunca tuve esperanza con ningún político. El que perdió más fue Calderón. La tarjeta roja que Felipe Calderón sacó a Mario Marín le fue muy útil para poder negociar mi caso. Abrió su acto de campaña y ahí Felipe Calderón me dijo: ‘Es una infamia lo que te hicieron, te doy mi palabra de que se hará justicia. Si no te cumplo, cuando sea presidente, vas y me devuelves mi palabra’. Ya hice mi cita para regresarle su palabra, pero no me recibe. Él se fue caminando y todos firmaron [el documento de apoyo] pero él fingió que firmaba. No está la firma.
– ¿Cree que esto le puede pasar factura a Calderón?
– Felipe Calderón podría haber hecho cosas muy importantes contra el abuso infantil y el turismo sexual. Podía haber dejado que funcionara adecuadamente el aparato de justicia y el sistema. Si él hubiera hecho esto, el gobernador Mario Marín estaría entrando a un juicio político.
– ¿Cómo pueden los mexicanos permitir tanta corrupción?
– Se consigue con el control de los medios. El 90 por ciento de los mexicanos se enteran de lo que parece que sucede en su país a través de Televisa y TV Azteca y estos tienen acuerdos directos con el PRI y con el Gobierno de Calderón. Cuentan una historia sesgada de lo que sucede en México y el 90 por ciento de los mexicanos creen que viven en un país que no existe. En ese contexto hay una esquizofrenia brutal: la historia falsa creada por el aparato de Estado y lo que viven en la vida cotidiana.
– ¿Cree que cada vez está peor?
– Ahora se está judicializando el activismo social. Se ha acusado a una activista de Chihuahua, una mujer que ha defendido por años los derechos de mujeres, con el narcotráfico. Esto es una muestra de lo que nos espera en México con la derecha gobernante. La derecha judicializa el activismo social.
– ¿Cómo definiría a la sociedad mexicana?
– La sociedad mexicana es como una mujer maltratada y estos 300 hombres que controlan México son el maltratador. Entonces, quien tiene el poder es el maltratador.
http://www.cimacnoticias.com/site/08051601-Se-hara-justicia.33183.0.html
Una víctima de abuso sexual infantil señala la dificultad para denunciar el maltrato "intrafamiliar"
VALLADOLID, 6 Nov. (EUROPA PRESS)
Uno de los conferenciantes del IX Congreso Estatal de Infancia Maltratada, Joan Montané, que fue víctima de abuso sexual infantil por parte de su padre, advirtió hoy de la dificultad de los niños para denunciar los malos tratos "intrafamiliares".
Montané, que pronunció en Valladolid la conferencia 'Una larga travesía', en la que cuenta su experiencia, indicó que un niño "ni se plantea" denunciar un caso de maltrato y "la opción más directa y lógica" es la familia, pero en el caso en el que la situación se produce en este entorno es muy complejo.
En este sentido, explicó que la familia es "el ente que define" al niño, que lo protege y que "está ahí, es su universo", por lo que es "imposible" que el menor se enfrente a ello, por lo que "está condenado ya".
Sin embargo, Montané explicó que cuando los casos son "extrafamiliares" hay más posibilidades de que se dé a conocer la situación, pero considera que la denuncia es imposible y, como en su caso, cuando uno saca a la luz lo sucedido y es adulto se encuentra que las leyes no ayudan porque los hechos han prescrito.
Joan Montané advirtió de que se habla mucho de los grandes temas de la pederastia, de los casos de Internet, "que llaman mucho la atención", sin embargo considera que "eso es la punta del iceberg y el iceberg en sí son los abusos intrafamiliares", ya que entre el 70 y el 80 por ciento de los abusos se producen en la familia y por miembros de ella.
Así se expresó Montané en declaraciones a los medios recogidas por Europa Press durante la celebración de este Congreso, en el que con su conferencia quiso dar la visión desde la persona "que ha pasado, según muchos, por uno de los peores maltratos infantiles que es el abuso sexual", en su caso el de su propio padre.
CAMINO RECORRIDO.
El título de la ponencia, 'Una larga travesía', hace referencia a la explicación de todo un proceso, "lo que implica el abuso, el silencio, el secreto", en su caso particular cómo surgió, cómo lo reveló y el proceso de asimilación de todas las consecuencias, de todo lo que pasó en su vida y las influencias que tuvo este hecho "traumático".
"Yo no era consciente, hay un trabajo propio de autoconsciencia de lo que supone haber sufrido abuso sexual", explicó Montané, quien trató así de divulgar cómo lo enfrentó con la familia y socialmente, pero no judicialmente porque en ocasiones es muy difícil y, para un adulto, es "imposible porque ha prescrito".
En esta línea, añadió que después de superar todo se implicó en la construcción de redes a través de Internet, de asociaciones en España y, en general, en todo "el largo camino".
Montané considera que ahora la infancia está muchísimo más protegida que cuando él era niño (años 60-70), cuando duda de si el término "abuso sexual infantil" existía, no había asociaciones y las instituciones no ofrecían muchas posibilidades porque "los trapos sucios se lavan en casa, algo muy aplicable en aquella época y ahora también".
Ante su vivencia, envió un mensaje personal de ánimo a todas las personas a las que les ha ocurrido algo similar, "muchísimas más de lo que la gente imagina", y aseguró que "se puede hablar de ello, superar y seguir adelante".
Por otro lado, y a nivel institucional, afirmó que conviene que todos sean conscientes de que es una cuestión que atañe a todos, "no ocurre en ambientes marginales", y todos deben estar implicados "personalmente e institucionalmente, sobre todo".