He tenido muchas dudas para saber quién fue mi primer abusador, pero tras hablarlo en la terapia del gam de gasje, llegué a la conclusión de que el primero fue el que yo llamo mi abusador oficial, ya que el hecho fue denunciado y sentenciado, los demás abusos se dieron porque se abrió la veda, se hizo público, y los demás abusadores se aprovecharon de la situación, entre otras cosas de mi indefensión.
La primera carta es para Chavea, mi abusador oficial, la verdad es que tengo que coger la sentencia para acordarme de su nombre, Jesús Inocente Tápiz Urbiola, nacido el 27/12/1925.
La sentencia dice: “Fallamos: que debemos condenar y condenamos a Jesús Inocente Tápiz Urbiola como autor responsable de un delito de abusos deshonestos violentos sin la concurrencia de circunstancias modificativas de responsabilidad criminal, a la pena de seis meses y un día de prisión menor; a los accesorios de suspensión de cargo público, profesión, oficio y derecho de sufragio durante el tiempo de condena, al pago de las costas procesales y a que abone a los representantes legales de la menor ofendida María Angelina Zabaleta Ibáñez, la cantidad de dos mil quinientas pesetas”. Sumario nº 161 de 1963 – Asiento nº 675 bis día 16/6/1966.
Sale barato abusar de una niña ¿verdad?, ¿Cuántos días estuviste privado de libertad? Si entraste en la cárcel el 15/11/65 y saliste el 29/1/66 ¿Dos meses y medio?, sale barato abusar de una niña. ¿Tendremos que cambiar las leyes, no? No puede ser que sea tan barato un terrorismo sexual tan consentido. Ya ves que ya no me callo, ahora que no te tengo miedo quiero gritar a los cuatro vientos que la mentira que contasteis en Miranda, no fue más que eso, una mentira.
Para tapar todo dijisteis que te ibas a trabajar a Alemania, mentira, estabas en la cárcel de Pamplona. A tus hijas las metieron internas en un colegio de Markina (Bizkaia). ¿Por qué? Yo no te provocaba sexualmente ni fui culpable de nada, el único culpable fuiste tú, agresor, abusador. Dile a tu hija mayor Laurita que no vuelva a pegar a mi tía Luisa, le propinó una paliza en Pamplona, en un lugar concurrido. Laurita la culpable de aquellos hechos no fui yo, fue tu papá quien abusó de mí. Me convirtió en una niña resentida, asustadiza, enfermiza, con una sexualidad alterada.
¿Sabes Chavea? Me gusta saber que el pueblo te dio la espalda, que tuviste que cerrar el taller de carpintería, donde abusabas sexualmente de mí, porque los mirandeses no te daban trabajo, se lo pasaron a la competencia, te dejaron de hacer encargos de madera. Fuiste a trabajar de conductor de autobuses, espero que no fuera de escolares.
Me chantajeaste, me asustabas, me obligabas y luego lo negaste todo en el juicio. Eres un ser repugnante, un tío mío y amigo de mi padre, eres un ser despreciable, un borrachuzo y un cerdo.
Quisiste el perdón de mi familia y que no salieran los hechos a la luz, me alegro de que no ganaras. Toda la vida me he sentido señalada pero por lo menos, mis padres hicieron parte de los deberes, se hicieron públicas tus atrocidades y no tengo que cargar con tu culpa.
No hacer terapia, tras estos hechos, me llevó a aprender mecanismos de defensa para sobrevivir. Mi cabeza no se concentraba para estudiar. No sabía de límites. La autoestima por los suelos, llena de culpabilidad, provocadora, una niña con una sexualidad de adulta.
Chavea, eres un miserable, un energúmeno, un ser espantoso.
No sé si leerás esta carta pero quiero que sepan en Miranda de Arga quien eres. El año pasado hablé con un mirandés y no sabían nada de ello. No quiero que se tapen más los abusos. Quiero que se sepa todo, con pelos y señales y sobre todo que no dejen en tus manos a un niño. De nada te sirvió la cárcel, no saliste arrepentido, nunca me pediste perdón, es más, desafiante te acercaste, malvado, para darle el pésame a mi prima. Te tuve delante y no te conocí pero un sexto sentido me dijo que eras tú. Cerdo, malvado.
Toda tu culpa y responsabilidad para ti, haz con ellas lo que quieras, a mí no me pertenecen. Allá tú con tu conciencia.
Como de costumbre otra entrada conmovedora.
Saludos cordiales desde la Argentina
Elisa
Querida Ange, todos los insultos hacia tu agresor, tu denuncia, es absolutamente valida y real.
Ahora te digo que trates de sacarte el odio de tu corazoncito, porque el odio solo debe estar donde lo envias, pero al generarlo dentro tuyo te dañas. Deja que el fulano tenga un brasero sobre su cabeza, tu no, tu eres la victima nada mas, inocente. No tengas culpa que la culpa es DE EL. No le hables de conciencia, no tiene, es peor que un animal. Pero tu debes vivir, sana tu corazon y tus pensamientos, enfocate en cosas buenas, busca ayudar a otros en dificultades, encuentra tu lugar en el mundo que seguramente tienes. un cariño grande desde Viedma, Argentina, hector chiaradia
Uf.. se ponen los pelos de punta..
Un saludo.
Es terrible todo lo que te sucedio, pero hay dentro de ti una fortaleza inmensa, deja que ese malnacido se quede con toda la culpa que es solo de el , tu sigue adelante que bueno que tu familia te apoyo, animo mereces ser feliz.