Hace ya un tiempo que convivimos con un término que ha hecho mucho más mal que bien a un asunto tan delicado y complejo como el abuso sexual infantil; me refiero al SAP (Síndrome de alienación pariental). Richard Gardner, el inventor de tan nefasto término, un individuo sin cualificación definida y reconocido pedófilo que terminó suicidándose, puso sus “investigaciones” al servicio de los abusadores de niñ@s. Estos serían, sintéticamente, los antecedentes sobre los que se fundamentan muchas creencias de falsa denuncia.
Alguien dirá ¿es que no existen las falsas denuncias? Y si estuviera en un tribunal declarando bajo juramento y tuviera que responder con un si o con un no, debería responder con un sí.
Pongamos un ejemplo que nos permita tener una imagen de esta realidad; vamos a imaginar que estamos investigando las causas de mortalidad en el género humano. Empezamos barajando el hambre, las enfermedades, los accidentes… pero entonces aparece alguien y nos dice que hay gente que muere porque le cae una maceta en la cabeza cuando salía a la calle a pasear. Y no sólo se afirma que ocurre sino que además pretende equipararse con las otras causas, cuando no rebatirlas. Absurdo ¿no? Pues sí, a pesar de que, efectivamente, alguien muera de vez en cuando porque le cae en la cabeza una maceta.
Uno quisiera creer que un asunto tan delicado no puede estar sujeto a estas cuestiones, que por encima de todo debería prevalecer el bienestar del menor y garantizar al máximo su seguridad. Pero tal cosa no sucede. Es decir, sí sucede de palabra, pero la realidad nos muestra algo muy distinto.
La realidad es que vivimos en una sociedad patriarcal y que ante este tipo de denuncias resulta mucho más fácil inhibirse y dudar de la estabilidad mental y emocional de la madre (la denunciante, casi siempre).
En la Barcelona actual se hacen declaraciones por parte de la UFAM (unidad funcional de abusos a menores) del hospital Sant Joan de Deu, donde se dice textualmente que el principal motivo de este aumento son las denuncias provenientes de disputas familiares en que una de las partes de la pareja asegura que la otra ha abusado sexualmente del hijo común así como que en algunos casos madres que en su niñez padecieron agresiones sexuales focalizan sus miedos en los hijos. Todo esto tendría una importancia relativa si, por ejemplo, si dijera que antes había un caso y ahora hay dos. Pero no es esa la cuestión, ya que a continuación tenemos la siguiente manifestación: El coordinador de la UFAM, Lluís Comas, afirma que ahora tan sólo en un tercio de los casos acaban confirmando que ha habido una agresión sexual.
Esto me lleva a concluir que existe una clara intencionalidad es estas declaraciones; unas declaraciones que, por desgracia, no sólo atentan a la realidad de este asunto sino, lo que es peor, atentan contra la protección del menor. Para entendernos; el señor Lluís Comas nos dice que a dos tercios de la población infantil presuntamente abusada les cae una maceta en la cabeza, retomando el ejemplo anterior.
Cuando se interroga a un niño de dos o tres años durante cinco minutos en un escenario intimidatorio, separado de la madre, y se ignora (cuando no desprecia) la opinión de la misma, se obtiene un resultado: exactamente el resultado que se quiere obtener. De ahí esos dos tercios de falsas denuncias. Y mientras tanto el menor está condenado a seguir viéndose con su abusador. Esta es la lamentable realidad que vivimos. ¿Alguien se ha preguntado cuantos abusadores hay en las cárceles? Los estudios hechos en España, coincidentes con los efectuados en otros países, nos hablan de un 20% de la población abusada, abusos que son perpetrados en un porcentaje que oscila entre el 60% y el 70%, por el entorno familiar. Detrás hay un elevado número de agresores sexuales; individuos que en su mayor parte siguen disfrutando de la más absoluta impunidad.
Las falsas denuncias sobre el abuso sexual infantil
Publicado por
Joan Montane
martes, 30 de diciembre de 2008
Frases que hacen mucho daño en una lucha real. Pero así como hombres que defienden sus barbaridades pueden llegar al pensamiento colectivo, tu trabajo,los colaboradores del blog y el foro tienen una misión de alcances inimaginables. Cada niño que es salvado, cada adulto sobreviviente que encuentra consuelo es de por sí una conquista.
Te apoyo
no recuerdo donde ví la entrevista en el hospital que mencionas, pero la ví y me dejó perpleja ya que ellos tratan de encontrar síntomas de abusos pero el decir que sólo un tercio de las acusaciones son verdaderas dá mucho que pensar.
si hace 5 años me hubiean preguntado si era victima de abusos lo hubiera negado, es mas seguro que hasta me hubira enfadado. como no entender que un pequeño estado con gente estraña pueda contarlo con total libertad.
la última vez que estuvo aquí mi tía, le tocó un pecho a mi sobrina y le dijo "qué mujercita te estás haciendo" quise decirla algo pero no pude. pero se lo conté a mi hermana, habló con su hija y le dijo que no había pasado nada y yo lo ví. ¿no será que los niños no le dan importancia a un tocamiento porque ignoran lo que es y por eso no se acuerdan o no le dan importancia??? y eso por supuesto no quiere decir que no la tenga.
¡¡y es normal que una mujer quiera separarse del marido porque ha abusado de su hijo, aunque haya sido una sola vez!!.
me indigna.
Joan, sabes que apoyo vuestra causa y os admiro por el trabajo que realizáis, soy un seguidor incondicional y apoyaré casi todas tus causas que abras, pero en este último post... lamento no estar para nada de acuerdo.
No debemos caer en la radicalidad que usan los pedófilos y quienes defienden la pedofilia, amigos, no debemos ni mucho menos coger los datos que nos interesan como buenos y desechar como falsos en los que no coincidimos o estamos en desacuerdo, eso no amigos.
No soy ni mucho menos un profesional o entendido del tema, hago lo que puedo desde mi blog por una causa tan lamentable como ésta, pero decir algo como " El coordinador de la UFAM, Lluís Comas, afirma que ahora tan sólo en un tercio de los casos acaban confirmando que ha habido una agresión sexual." no tiene porque resultarnos falso o incierto.
Bajo mi punto de vista, es la propia naturaleza del ser humano, la que en ocasiones dependiendo del sujeto deriva en un abuso de un menor, la que facilita que PUEDAN (no soy quien para asegurar o desmentir ese dato) ser falsas ese tercio de denuncias... ¿no pasa acaso lo mismo con las denuncias de malos tratos o violencia de género? Es triste, pero una separación SE PUEDE LLEGAR A DECIR DE TODO para salir beneficiado, conseguir la custodia de los hijos, es sumamente triste y dice ya todo de una persona, pero es una realidad y creo que ese hecho es el que engloba esas falsas denuncias...
Y sobretodo, no penséis que no digo que sea algo que pase o que pase poco, nooooooooooo, por favor, si veis mi blog os daréis cuenta que lo dedico a esto:
http://piensaloantes.blogspot.com/
Joan, pensemos que mala gente, aparte de pederastas, también los hay, y lamento dejar mi opinión contraria en esta ocasión.
Saludos y felices fiestas de nuevo.
Nunca he pensado que todo el mundo tenga que estar absolutamente de acuerdo con todo lo que diga. Es es un asunto muy complejo, con muchas aristas y muchos obstáculos. Mi intención es ser lo más objetivo posible y en ningún caso tomar los datos a la ligera. Y tampoco en este caso lo hago.
Dar a entender que dos terceras partes de las denuncias son falsas, por lo que yo sé, que es bastante, me parece lo suficientemente grave como para decir lo que digo. Por otra parte quisiera dejar claro que en ningún caso niego que pueda haber utilizaciones malintencionadas del menor en algunas separaciones, en cambio lo que sí afirmo con absoluta rotundidad es que estas suponen una muy pequeña parte del total, y que no se puede hacer uso de una realidad minoritaria para poner en tela de juicio (y condenar, muchas veces) otra realidad que quienes tenemos alguna idea al respecto, sabemos que conforma la abrumadora mayoría.
Las frases del coordinador de la UFAM son literales; no he añadido ni quitado ninguna coma. Las conclusiones que saco al respecto son mías y basadas en una realidad que conozco bien. Y algunos detalles pertenecen a lo que me han contado algunas madres que han pasado por esta experiencia traumática. Podría haber escrito un artículo mucho más radical que este; información no me falta.
Cuando una madre va a denunciar que su hijo está padeciendo abusos, con todo tipo de informes, con fotografías, con el testimonio de la niña y se acusa a la madre de paranoica y se la amenaza con quitarle la custodia... francamente, podría haber escrito otro artículo, pero tiendo a ser moderado.
Es que hay cosas que caen por su propio peso. En el artículo me pregunto cuantos abusadores de niños están en la cárcel. Sólo puedo pensar que hay muchas cosas que funcionan rematadamente mal.
Que la felicidad llegue a todos los corazones dolidos en el 2009... un gran beso a todos
También hay muchas personas o niños q están siendo abusados o maltratados y guardan silencio infinito, no denunciando, precisamente por miedo a no ser creídos. Son muchas las personas y sobre todo los niños q se quedan a la sombra y las denuncias falsas no hacen mas q perjudicar a quien realmente está sufriendo.
Duro es haber pasado abusos pero muchísimo mas duro debe ser contarlo y q te tachen de mentiroso o desequilibrado mental.
Ahora siendo adulta, siendo consciente de tantas cosas y dejando escapar palabras q antes serían imposible, me siento como una mentirosa y me es imposible hablar de ello cara a cara con nadie por miedo a ser juzgada y sobre todo por miedo a ser acusada de mentirosa.
Ese es en realidad la idea del mensaje; por algunas denuncias falsas, que por supuesto también existen, el gran problema del abuso sexual infantil todavía tiene que soportar que se ponga más en tela de juicio de lo que ya estaba.
Es terrible para un adulto pasar por la revictimización que muchas veces ocurre después de la revelación; desgraciadamente la familia no acostumbra a ser el apoyo que uno esperaría, antes al contrario; es más habitual cerrar filas en torno al agresor o adoptar una conducta ambigua que no ayuda en nada.
Y si es terrible para el adulto ¿cómo no sera para el niño?
En fin, hay que seguir si queremos cambiar algo.
Feliz entrada de año.
Besos y abrazos a tod@s.
Me parece excelente que se difunda la verguenza del invento del SAP !!!
Joan no voy a opinar sobre los números que hace el señor que mencionas. Siempre la víctima pasa a ser victimario. Aquí a los niños se les hace la entrevista, en el caso que se compruebe que es la verdad del niño, durante el juicio no está presente en la sala, el abusador lo intimida tán solo con su presencia.
No soy muy amante de las estadísticas, solo son un reflejo...LOS NIÑOS NO MIENTEN!!!, denuncias falsas sí las hay...pero como en todas las cosas...raramente un niño miente.
En fin Joan comparto todo lo que dices, no por ser amorosa contigo, solo que la realidad lo demuestra...mis abrazos!!!
Así es. Cuando se produce está "mentira" no es porque se le haya ocurrido al menor, sino inducida por un adulto; algo que en cualquier caso sucede en un pequeñísimo porcentaje del total. Es algo que he dicho muchas veces: ¿Qué gana un niño contando esto? Nada, sin duda. Al contrario.
HOLA JOAN SOY NUEVA,MIS HIJOS SUFRIERON ABUSOS Y CREO QUE EN NINGUN MOMENTO LA JUSTICIA PENSO QUE ERA MENTIRA,CLARO ESTA QUE LO MIRAN TODO AL DETALLE,PERO POR FIN ESE SINVERGUENZA TIENE SU MERECIDO LE CAYERON 20 AÑOS DE PRISION,POCOS AUN LE CORRESPONDIAN MAS TRES HIJOOS ERAN TRES DELITOS 12AÑOS POR CADA UNO,DE TODAS MANERAS ESTOY CONTENTA QUE CUMPLA LOS 20 AÑOS
los ninos no mienten,el dano tremendo que producen las madres que les inculcan a los ninos en proceso de divorcio,el crear o inventar un abuso en contra del padre para obtener todos los beneficios legales y meter a la carcel al padre y ellas poder hacer de su vida lo que les viene en gana,sin pensar el dano tan grande que le producen a los hijos.
en una separacion o divorcio el padre y la madre tienen que entender que el matrimonio se termino,pero que la responsabilidad,carino y amor que sus hijos se merecen,deberan de realizarlo el resto de sus vidas a un cuando cada quien vuelva a tener otra pareja.