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Sindrome de alienacion parental

Publicado por Joan Montane miércoles, 16 de diciembre de 2009

ENTREVISTA: CARLOS ROZANSKI

El magistrado -pionero en la investigación de crímenes sexuales contra menores- rechazó las teorías como el "síndrome de alienación parental", que establece la posibilidad de que los chicos abusados fabulen a instancias de un progenitor, y otras estrategias defensistas que insisten en "revictimizar" a los menores en el proceso judicial.


Es una teoría de las más controvertidas -y crueles- entre las que rodean al fenómeno del abuso sexual infantil. Partidarios y detractores se trenzan en encarnizados debates en cuanto foro sobre el tema pueda hallarse en internet. Se lo llama "Síndrome de alienación parental" (SAP), fue propuesto por Richard Gardner en Estados Unidos en 1985 y tiene seguidores en la Argentina.

"El síndrome de alienación parental es un engendro", afirma categóricamente el juez Carlos Rozanski, uno de los mayores especialistas del país en abuso sexual infantil y autor del proyecto que impuso la Cámara Gesell como método de entrevista de las niñas y niños víctimas de delitos contra la integridad sexual.

Rozanski dialogó con "Río Negro" durante su visita a Neuquén. Es interesante observar el rol que le asigna al operador judicial que se muestra receptivo a aplicar soluciones de esta naturaleza a los casos de abuso sexual infantil.

-¿El síndrome de alienación parental es uno de los mitos que rodean el abuso sexual infantil?

-Es un engendro más que un mito. En el contexto de la problemática del abuso sexual infantil aparece un autor de otro país que elabora esta teoría del SAP, que termina editando su propio libro porque no hay colega que valide lo que dice; después encuentra eco en nuestro país en ciertas personas, entonces se intenta y se logra transpolar un engendro sin aclarar las cosas como son, simplificándolo y diciendo: "Bueno, las madres que están resentidas con sus esposos por problemas familiares les llenan la cabeza a las criaturas para que digan que el papá las abusó". Y esto encima tiene un nombre serio: "síndrome de alienación parental", y un autor en inglés y qué sé yo. Uno entonces mira al imputado y dice: "Cuánto de esto habrá y no nos dimos cuenta; este pobre señor que está sentado acá a lo mejor es una víctima del SAP". Esto prendió y es difícil desarticularlo, porque sólo se puede desarticular con cultura, conociendo de dónde viene, sabiendo quién elabora la teoría y por qué aplicarla acá no tiene nada que ver y es un mecanismo más de los utilizados para lograr impunidad. La confusión entre pseudoteorías científicas, trasladadas a un problema de tanta sensibilidad como es éste, que les rompe la cabeza a los operadores jurídicos... porque es fuerte, es algo que a nadie le gusta porque le duele, le repugna, lo vincula con su propia historia sexual... en ese contexto, venir a decir eso o cualquier otra cosa que permita pensar "entonces este señor no fue", desde mi punto de vista apunta a la comodidad emocional del operador. Muchas veces el operador, consciente o inconscientemente, compra esto y se va a dormir tranquilo porque "el señor fue víctima de un complot". Nada más pensemos desde el punto de vista contrario: aquella criatura que dice lo que puede, muestra lo que puede, que además no le creen, que cuando le creen le vuelven a preguntar 300 veces hasta que dice "Qué sé yo"... y esto es así, el SAP es una mentira, un engendro. Podrá existir algún tipo de cuadro que no tenga nada que ver con abuso sexual, casos en los cuales por alguna razón alguna mujer perversa convenza a una criatura que esté en edad de ser convencida... porque ése es otro punto: las criaturas hasta cierta edad están imposibilitadas de generar o repetir situaciones sexuales no vividas. Pero cuando empiezan a poder inventar esas cosas, eso no resiste ningún análisis serio del observador, por lo tanto no significan ningún riesgo serio para el procesado. Si todo esto no es analizado, conocido por el operador jurídico, la visión va a ser simple. Cada vez que un acusado diga: "Mi señora está resentida porque le metí los cuernos"... yo lo escuché muchas veces... dicen: "Le llenó la cabeza a la nena; yo soy incapaz de hacer lo que dicen que hice". Ese tipo de argumentos, escuchando desde el oído que necesita escuchar eso para estar más tranquilo de que el hecho no pasó, lo lleva a la conclusión de que el hecho no pasó.

-¿Y cuando la víctima cambia su relato?

-Lo que no puedo, no debo, porque es ilegal e inmoral, es interpretar determinadas variaciones de relatos de la víctima fuera del contexto que es el fenómeno del abuso y tratar de interpretar jurídicamente esas variaciones como haría si interpretara un robo. El mal funcionario trata un tema de abuso con las características de un robo común, que es lo que dogmáticamente aprendió en la Facultad de Derecho. El operador tiene que estar capacitado para valorar las variaciones del relato, pero para eso tiene que saber qué posibilidades tiene la persona de hacer el relato. Son cuestiones que, a pesar de ser de sentido común, uno ve que no es así, lo cual confirma que el sentido común en algunos ámbitos del Estado es sólo teórico.

-La Cámara Gesell ha recibido críticas desde su implementación y una de las más frecuentes es que no hay operadores calificados. Algunos psicólogos se niegan a participar porque dicen que ellos no son interrogadores y, si bien es natural que los defensores la cuestionen, también algunos jueces lo hacen. ¿Qué debe modificarse? ¿Hay que crear una especialidad nueva de operadores?

-La Cámara Gesell se generó a partir de un caso de El Bolsón. Hace 13 ó 14 años hicimos un juicio en el que la víctima era una chiquita retrasada mental a la que le habían metido un palo en la vagina. El juez que estaba al lado mío le preguntaba si el muchacho le gustaba y si tenía ganas de tocarlo. Más allá del horror que me provocó el funcionario que hacía esa interrogación -e hice la denuncia-, había otro aspecto de esa escena y me di cuenta después de pensarlo: esa nena no tenía que estar ahí, porque las circunstancias por las que atraviesa esta clase de víctimas son incompatibles con sentarlas delante de extraños y pedirles que hablen. No están en condiciones de hablar de nada, son vulnerables a niveles insospechados y serán agredidos si no se modifica el sistema. A raíz de ese hecho que me rompió la cabeza trabajé durante años en el proyecto que en el 2003 se transformó en ley y modificó el Código de Procedimiento, y por lo menos en Buenos Aires esos chicos no son interrogados por nadie en ninguna etapa. Que los cuestionamientos surjan sobre todo de la defensa es la mejor forma de explicar la verdadera razón por la que hay que sacar a la criatura de la escena: se le está quitando una herramienta defensiva esencial que es la destrucción de la víctima, el aniquilamiento de lo que le queda de salud mental para que termine confundida, porque eso implica una absolución del acusado. ¿Cómo se desarticula esto? Haciendo justicia con esa criatura, es decir, sacándola de la escena. En cuanto a la resistencia de los jueces, cuando se sanciona esta ley se les prohíbe a los jueces interactuar con los chicos. Sólo pueden ser entrevistados por un especialista. Esto que saca al chico de la esfera de jueces, fiscales y defensores, obtuvo dos reacciones: hubo jueces que con un nivel de soberbia muy elevado decían "¿Cómo yo no voy a poder preguntar?", o "¿Cómo voy a hacer daño si pregunto?". Eso es una combinación de soberbia con falta de conocimiento porque el conocimiento del fenómeno del abuso sexual, a la persona de bien, la lleva a decir naturalmente: "Esto no tiene que seguir pasando". Si el fenómeno se entiende en serio, lo perverso es maltratar a la criatura que ha sido abusada. Hay que trabajar con esa resistencia porque la resistencia se tradujo en reacción, de gente muy reaccionaria como el término lo indica, gente que además es violenta de distintas maneras.

Se intenta contraponer la idea del debido proceso a los derechos de la víctima, pero no hay contrapuestos. No significa que para llegar al debido proceso se deba torturar a la víctima. Detrás de todo esto, las razones son siempre las mismas: la visión de este tema ha sido androcéntrica, masculina, de género. Las leyes fueron hechas, interpretadas y aplicadas por hombres y las víctimas en la inmensa mayoría siempre son mujeres; en ese contexto es lógico que haya las reacciones que hay. Detrás hay una trayectoria de siglos de discriminación, de maltratos, y sólo se rompe entendiendo cómo es y no negociando estas cosas.

-Insisto sobre un punto: ¿los operadores están capacitados, debe haber una especialización en entrevista a menores en Cámara Gesell?

-El operador es un tema aparte, posterior. Lo importante es que el sistema mejoró el procedimiento, esto es un hecho más allá de las críticas. Y hay que ver cuál es la intención de la crítica: el primero en criticar es el abusador. Y esto es un síntoma importante. Que haya operadores no capacitados no significa invalidar el procedimiento. Trabajemos para capacitar mejor, pero no volvamos a un procedimiento de escarnio de la víctima. ¿Cuál es la alternativa? Como no hay operadores suficientemente capacitados, traigamos a la nena y que seis tipos de saco y corbata le pregunten dónde le metieron el pito. Esto es descabellado.

-Usted conoce el caso que ha tenido tanta repercusión en Neuquén. Un tribunal condenó por abuso sexual simple a un hombre que embarazó a una niña. Entre otros argumentos la Cámara dijo que no se le hizo un examen ginecológico a la víctima para comprobar si existió penetración, y el juez de primera instancia dice que no lo hizo para no revictimizar a la menor. ¿Cómo se manejan estas situaciones?

-No analizo casos del lugar donde estoy, entre otras razones porque el caso está vigente, atravesando la sociedad. Que aparezca un tercero opinando me parece contraproducente.

-Le reformulo la pregunta. ¿Cómo hacer exámenes ginecológicos a una niña sin que signifique una revictimización?

-La reiteración de pericias también es una estrategia defensista, porque saben que provoca agotamiento en la víctima y llega un punto en que lo que la víctima quiere es que se termine todo, que no metan a nadie preso pero que por favor dejen de hacerle abrir las piernas en público. Esto no significa que en los casos de abusos sean imprescindibles determinados exámenes, que deben hacerse en un contexto que sea respetuoso, con una invasión mínima. Hay que hacerlos bien y una vez, no dos. El tema es que si lo hacemos mal de entrada vamos a tener problemas después. Uno de los graves problemas en la Argentina es la intervención desarticulada. Éste es un país desarticulado, tenemos problemas para trabajar en la interdisciplina. Si el policía, el médico, el psicólogo, el juez, cada uno tiene una incumbencia tan cerrada intelectualmente, la articulación no se va a producir y, si no se produce, la víctima es la que sufre.





Derechos humanos

Aunque el juez separa tajantemente las causas, es interesante observar en Rozanski un paralelismo a la hora de explicar el proceso de violación de derechos humanos (los mecanismos de protección que construye el Estado) y el abuso de menores. Construye un marco teórico aplicable a ambos universos, situación que no sólo resulta esclarecedora sino extremadamente útil en términos prácticos, en lo que a la búsqueda y aplicación de la justicia se refiere. De hecho, las características enumeradas por él para explicar la cultura autoritaria (ver pág. 4) y sus consecuencias son atinentes a la esfera de los derechos humanos y los derechos del niño. (S. Y.)



Qué hacer con un violador

-¿Qué hay que hacer con los violadores?

-Hay dos clases: está el que en la esquina agarra a una mujer y la viola y está el abusador de niños, que es otra clase de patología. En todos los casos son conductas anormales, lo cual no significa que sean inimputables. Si uno tiene claro el nivel de peligrosidad del individuo, por lo menos va a tener claro que es imprescindible aislarlo de la posibilidad -inmediata por lo menos- de seguir haciendo daño. Lo primero debe ser aislarlo. Por eso es absolutamente repudiable que se esté incorporando el concepto de mediación a estos temas, que no son mediables. En Buenos Aires hay algunos tribunales que en determinados casos están haciendo lo que se llama "la revinculación", y para eso programan reuniones en algún lugar donde con cierta supervisión se van encontrando maltratadores y maltratados. Debe tenerse en cuenta que una característica extraordinaria es la asimetría que hay entre la víctima y el victimario. La mediación, la revinculación, cualquier intento de acercar partes, tiene que presuponer simetría. Si no hay simetría se están equivocando en la metodología y, como no puede haber simetría entre una criatura y un adulto, si además esa criatura padeció algo de ese adulto, es patológico que a alguien se le ocurra juntarlos. Además no sólo es injusto: implica ignorancia. Yo juzgué durante casi 10 años casos de abuso infantil. Jamás, ni aun después de condenada, la persona reconoció el hecho. Y esto es una característica del fenómeno. Son psicópatas, y el psicópata no tiene remordimientos, no se arrepiente. Entonces, ¿qué van a mediar con un psicópata y una criatura? Se la van a entregar en bandeja... Es muy grave un sistema que engendra funcionarios que creen que en esto se puede mediar. (G. B.)

GUILLERMO BERTO
Río Negro

11 comentarios

  1. ANRAFERA Says:
  2. Muy, pero que muy interesante. Gracias. Saludos.

     
  3. LOLI Says:
  4. Madre mía todo eso le hacen pasar a un niño,no tienen suficiente con lo que les ha ocurrido?Menos mal que hay personas que tienen Empatia y saben ponerse en el ligar del otro.
    Creo que no es tan difícil saber si un niño miente.

    Muchísimas gracias por este blog,es maravilloso por fin sentirse comprendida y leer las palabras que tantas veces he dicho y no han comprendido o no han querido oír.
    No me se explicar tan bien como tu lo haces espero no se malinterpreten mis palabras.

    Ojalá nuestra terrible experiencia sirva para ayudar por lo menos eso .


    Muchísimos besazos.

    Espero servir de ayuda.

     
  5. Joan Montane Says:
  6. Al contrario, se te entiende a la perfección. Me alegro que te guste el blog. Sé muy bien que todos nosotros necesitamos ese espacio, aunque sea virtual, para expresar todas esas cosas que tan difícil resulta compartir con alguien que desconoce este problema. Ya llevo tiempo tratando de llegar a quienes han vivido esta situación traumática en su infancia, pero nuestro propio silencio, la incomprensión y el desconocimiento general son muros que no es fácil derribar, pero poco a poco vamos avanzando, y cuantos más recursos haya, como puede ser este blog, mejor.

    Un abrazo.

     
  7. Anónimo Says:
  8. te doy un ejemplo de algo que está horriblemente mal en este asunto: yo quiero compartir este blog en mi perfil personal, o firmar por lo menos, con él... pero resulta que tiene mi nombre, ves? luego pienso, será que me da verguenza admitir que fui abusado? ... o que la gente suponga que lo fui, por rastros del abuso que de poco la gente común sabe que uno tiene?.... me averguenza el tema del abuso sexual aun cuando yo lo vivi? como se supone que voy a luchar contra el abuso si ni siquiera soy capaz de imaginarme lo que pensarán los demás de mi cuando en mi perfil tenga un blog sobre este tema? porque me da verguenza que los demás sepan lo que me sucedió? porque es que uno se calla? porque tengo tantas ganas de decir, hablar, maldecir, gritar, herir, callar, sanar, aliviar, salvar?... aun despues de tanto?....

    porque me imagino que a los "normales" o gente no relacionada al abuso intrínseco en sus familias, se les forma un nudo en la garganta y se sellan completamente,

    para mi es importante que normalizemos términos, que nos dejemos de sentir esta agitación del pecho (como de sorpresa dura) cuando mencionamos niños abusados, o niños sexo, yo quisiera que mas que sorpresa esto fuera realmente doloroso, tanto que los haga hacer algo, que no se callen, que este problema, de tantas ignorancias, no reduzca a la gente al espanto simple y llano, yo quisiera que cuando alguien diga abuso sexual, el otro diga: hay que eliminarlo. y no el "Oh por Dios" o el "Oh que pena" o el "Oh que doloroso" ese es mi sueño: poder hablar sin sentir este peso en las palabras.

     
  9. LOLI Says:
  10. Joan pues gracias por llegar a mi,aqui estoy y en mi perfil tengo mi correo por si necesitaras algo.
    Anonimo a mi me ha ayudado el ir a una psicologa ,desde entonces ya no lloro cuando hablo del tema y ya no lo oculto porque despues de ir durante tres años he aprendido QUE NO TENEMOS LA CULPA somos victimas,creo que eso es lo que nos hace sentir verguenza que creemos que somos los culpables y PARA NADA.
    En mi propia familia(somos 10 hermanos)Hace dias una de mis hermanas al decirle que como podian ir a casa del individuo que abusa como si no pasara nada,me contestó que soy una exagerada que estas cosas pasan en las mejores familias por si me servia de consuelo.No es asqueroso?como me va hacer sentir eso bien?Si eso es justamente lo que no me deja dormir saber que sigue haciendolo y que hace tres años que se puso la denuncia por el ultimo abuso a una niña de mi familia¡otra!Y nadie hace nada!!Pero sabes que hayá cada uno con su conciencia hagamos lo que podamos pero no nos agobiemos vivamos felices,ayudando pero felices para que las personas que amamos como nuestros hijos y pareja y demás sean felices al vernos felices a nosotros BASTA YA de este sin vivir.Aprendamos a tener armas para cuando nos digan pobre!!,que pena!!Saber que contestarles con naturalidad y sin sufrir,enseñemosles a decir Hay que eliminarlo!!!
    Me entiendes?Seamos nosotros quien cambie esto,los que no nos callemos,hagamoslo aunque veamos que nos ignoran,que no les dan importancia...no nos rindamos aunque nos duela si por lo menos sirve para defenderlos.

    Joan perdona pero tuve que contestarle.

    UN BESAZO MUY FUERTE

     
  11. Joan Montane Says:
  12. Antes de cambiar el mundo hay que cambiar tu país, antes que el país tu ciudad, antes que tu ciudad, tu barrio, antes que barrio, tu familia. Y antes que tu familia has de cambiar tú. Esto es algo en lo que creo profundamente. Todos los cambios empiezan por uno mismo. Por desgracia nos ha tocado algo tan difícil como es el abuso sexual infantil. Hoy en día no tengo ningún reparo en contar lo que pasó en mi infancia. Y lo he hecho desde este blog, desde foros y desde los medios a nivel nacional. Y bastantes veces. Si me hubieran preguntado 10 años atrás si haría algo así estoy absolutamente seguro que mi respuesta hubiera sido ¡¡¡NOOO!!! De hecho ni me hubiera atrevido a hablar en público, no de abusos, sino de nada. Siempre ui el que quedaba escondido, agazapado, incapaz de tomar iniciativa alguna.

    Tal como lo explico parecería que esté intentando vender algún libro sobre como triunfar, o algo parecido. Pero no. La verdad es que no sé porque he conseguido superar cosas que creía imposibles. No tengo fórmulas y tampoco creo que lo que a uno le va bien a otro también pueda funcionarle. Simplemente es mi caso e intento aprovechar al máximo lo que está en mi mano hacer por esta causa.

    Lo que sí me interesa remarcar, como decía antes, es que lo más importante, el primer paso, radica en el cambio en nosotros mismos. No podemos pretender que los demás cambien si nosotros mismos no somos capaces de hacerlo. Por eso yo, Joan Montané, digo que fui abusado sexualmente en mi infancia. Y no tengo nada de que avergonzarme ni nada por lo que esconderme, ni tampoco me importa que piensen los demás; lo que realmente me importa es que pienso yo de lo que hago.

    No me pidas perdón, Loly, por dar tu opinión. Con respeto aquí todos podemos opinar. Esta es la esencia de un debate constructivo.

    Un abrazo.
    Joan.

     
  13. MANUEL Says:
  14. Es probable que se utilice mal la existencia del SAP en los temas de abusos a niños. No por eso , no existe ni deja de ser una patologia que implica malos tratos para el niño. El SAP existe y si se lee bien a Gardner ,y se interepreta correctamente su definición de PAS ( SAP ) , se vera que solo se puede hablar de su existencia, " cuando no existe una razón valida para el rechazo del niño". Cualquier persona , más o menos logica podrá detectar su existencia ,.... aún un juez prejuicioso como el que niega la existencia del SAP, simplemente porque algunos,pretenden usarlo en temas de abuso. Este razonamiento, me hace pensar que con los mismos argumentos, debieramos destruir todos los " cuchillos ", porque algunas personas asesinan con ellos. Seria interesante que este Juez se atreviera a dialogar sobre el SAP, previo a estudir bien , " en que consiste " esta patología que daña a los niños y los seres queridos que les rodean .

     
  15. Joan Montane Says:
  16. En un estudio del Consejo General del Poder Judicial sobre la existencia de las denuncias falsas por violencia de género, en los últimos cuatro años, se ha concluido que sólo una de 530 resoluciones judiciales analizadas podía considerarse como tal.

    Cierto que estamos hablando de abuso sexual infantil, pero no creo que las cifras sean muy distintas a las de violencia de género.

    En cualquier caso se podrá argüir que por bajas que sean, existen. Pues sí, nunca lo he negado, pero su incidencia es infinitamente menor a lo que se pretende por parte de ciertros sectores. El problema principal de todo este asunto es que se pongan en duda los testimonios de un 99%. Y ese 99% (por decir alguna cifra) es el que me ocupa y preocupa.

    Todas las denuncias de posible (¡siempre posible!) abuso sexual tienen que pasar por el cedazo del SAP. Y el resultado es absolutamente vergonzoso y denigrante para una buena parte de las denunciantes, que en la mayoría de ocasiones son madres. Si no denuncias eres negligente. Si lo haces eres alienadora. El SAP es una trampa a la que cada vez se prestan más y más gustosamente demasiados sectores cuya preocupación por el menor es, por decirlo suavemente, bastante dudosa.

    "Seria interesante que este Juez se atreviera a dialogar sobre el SAP"
    Lo que en verdad sería interesante, imprescindible diría yo, es que los jueces y la sociedad en general, supiera de qué estamos hablando. Y no sólo de SAP, que también, sino de la verdadera naturaleza y magnitud del abuso sexual infantil. Quizá entonces pudiéramos hablar todos en el mismo lenguaje.

     
  17. Anónimo Says:
  18. una pregunta? y que pasa con las madres que hacen exactamente lo que este síndrome aclarece¿? que pueden hacer los padres que injustamente no pueden ver a sus hijo, por que la madres están empeñadas,(sin motivo), en que así sea? quien defiende a esos padres, cuando es una clara demostración de que este síndrome si existe, y yo conozco un caso, que tiene todas y cada una de las características de esta enfermedad para los niños causadas mayormente por las madres.

     
  19. Roberto Says:
  20. Este Juez, en relación al SAP, obviamente no sabe de qué está hablando. Y cuando uno habla de maltrato, y carece de información (habla de oídas), lo que debería de hacer es callarse, para no hacer daño y crear desinformación.

    Relacionar el SAP con el abuso sexual infantil, es desenfocar totalmente la cuestión. Para que se dé el SAP el progenitor alienador no tiene que haber llevado a cabo ninguna acción que provoque el rechazo, ya que el rechazo es inducido por el progenitor alienador. A veces el progenitor alienador, cuando el alienado se muestra beligerante judicialmente con ese rechazo inmotivado, para excusar la actuación del menor, hace alegaciones de maltrato o abuso sexual infantil falsas, con lo cual logra dar una motivación y seguir con el rechazo que de otra manera la acción judicial le habría obligado a restablecer por la fuerza. De esa manera logra una incomunicación del alienado con el menor hasta que se compruebe la veracidad de esas alegaciones. Esas averiguaciones suelen tardar años, y para entonces el alienador ya ha conseguido romper totalmente el vínculo del menor con el alienado. Esa es la instrumentalización de la falsa denuncia de abuso y/o maltrato. Lógicamente la denuncia de abuso y/o maltrato puede ser verdadera o falsa. Todos los profesionales que han escrito sobre SAP han dejado muy claro que si la denuncia de abuso es real, no hay SAP, porque el menor tiene motivos para no querer relacionarse con el otro progenitor. En ese caso hay un abuso al menor. Y si la denuncia no es real (hay SAP), hay también un abuso al menor, porque el alienador está manipulando al menor, maltratándolo, para sus objetivos. En estos casos, siempre hay maltrato y/o abuso, si son verdad, del progenitor denunciado al menor, si son mentira (SAP), del progenitor denunciante al progenitor denunciado y al menor. Es muy lógico.

    Pero hay otra cuestión, en relación al SAP, a la que este Juez no da respuesta. En la mayoría de los casos de SAP, no hay alegaciones de abuso y/o maltrato al menor, que repetimos, para que sea SAP "verdadero", deben de ser falsas. Podríamos discutir sobre ese % (podría ser un 33%) en el que se realizan esas denuncias, si son verdaderas o falsas, pero ¿qué pasa con el 66% en el que no hay ninguna alegación de abuso/maltrato? ¿Qué explicación se le da entonces a ese rechazo injustificado del menor a un progenitor no cuestionado hasta la separación?, cuando dice simple y llanamente: Vete, no quiero verte nunca más, sal de mi vida. Y el alienador dice: lo oíste, dijo que no quiere verte más, así que vete. Eso es lo que no explica, y el motivo por que el que los negacionistas del SAP relacionan “todo” el SAP con el abuso y el maltrato infantil.

     
  21. Anónimo Says:
  22. Hola la verdad es que es terrible que exista gente capaz de dañar a un niño/a de una forma tan cruel, profunda y duradera, el abuso sexual infantil y bueno cualquier tipo de abuso sexual pero especialmente el infantil porque los niños y niñas (incluyo a los preadolescentes y a los adolescentes) son más vulnerables que las mujeres u hombres adultos; en mi opinion es el peor tipo de violencia contra una persona porque en sierta manera es una agresión fisica, sexual y desde luego psicologica que a veces permanece de por vida. Y tanto daño como el abuso sexual produce la ley del silencio, porque muchas personas que han sufrido abusos sexuales en su infancia, especialmente por parte de familiares más o menos cercanos o conocidos de la familia no lo cuentan hasta 20, 30 o 60 años después y hay quienes se llevan ese secreto a la tumba. Basta de Abusos sexuales y basta ya de una Ley del silencio impuesta o autoimpuesta.

     

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