Cuando estuvimos muertos

Cuando estuvimos muertos
Se puede adquirir en Libros en Red o pedirlo al autor: forogam2002@yahoo.es

Los niños que dejaron de soñar

Los niños que dejaron de soñar
Se puede adquirir en las principales librerías o bien pedirlo al autor: forogam2002@yahoo.es Ambos libros pueden encontrarse en la Fundación Vicki Bernadet de Barcelona (ver el banner más abajo)

Followers

Subscríbete vía RSS

Introduce tu dirección de correo

Muro de opiniones

Otras webs de Directorio e-Contento
www.barcelona.com - La Guía de Barcelona

GuiaBlog

certificado por
GuiaBlog
autos
El PageRank de tu Web
Society Blogs - BlogCatalog Blog Directory
Directorio Web - Directorio de Páginas Webs
Directorio de enlaces - COMpartimos.NET
Zona de Blogs
Directorio Ok Che
Alta en Directorios
Blogs
Directorio
http://www.wikio.es
http://www.wikio.es
Directorio Busca la Web
Directoriox.com.ar

directorio de weblogs. bitadir
Blogazos.com. Directorio de Blogs en Español
directorio de blogs
directorio de blogs
Directorio
Directorio de Enlaces
BlogDirectorio
Blogalaxia
Directoriox.com.ar
Buzzear (ES)
directorio de blogs
Directorio webs

Los abusos de la Iglesia católica

Publicado por Joan Montane domingo, 24 de mayo de 2009

Irlanda, a raíz el informe sobre los casos de abusos sexuales que se perpetuaron durante décadas en las instituciones estatales regentadas por religiosos católicos, ha saltado a la primera página de casi todos los periódicos. En España menos, todo hay que decirlo. Será que aquí no ocurren estas cosas.

Para quienes estamos familiarizados con este asunto, esta noticia no supone ninguna sorpresa. Primero porque somos muy conscientes de que se trata de una pandemia mundial, y segundo porque lo sucedido en Irlanda hace mucho tiempo que se sabía. Solo que ahora ha salido el informe y es noticia. Hasta que se olvide.

Es curioso lo mucho que nos escandalizamos por estos hechos y lo poco que hacemos al respecto. Eso es así porque esta justificada indignación la podemos focalizar lejos de nuestro entorno. Ahora bien ¿y si sucede en nuestras propias narices? Entonces nos indignamos mucho menos.

La mayoría de los abusos sexuales a menores son perpetrados por miembros de la propia familia. Según mis estimaciones estaríamos hablando, aproximadamente, de un 60%. El resto de esta lista negra la conformarían conocidos que tienen acceso al menor, como profesores, monitores, amigos de la familia, vecinos y también miembros del clero, entre otros. Sólo una pequeña proporción, entre el 5% y el 10%, estaría compuesta por desconocidos. Quien escribe pertenece al 60%.

Es difícil definir el problema del abuso sexual infantil con una sola palabra, pero si me viera en la tesitura de tener que escoger una, esta sería el silencio. Sobre todo el silencio de quienes padecimos esta lacra, una situación que se produce con demasiada frecuencia y fácilmente comprensible en el momento en que se conocen a fondo las secuelas, así como las consecuencias que tiene a todos los niveles armarse de valor para señalar con nuestro dedo acusador al culpable. Y cuando el culpable es una institución tan poderosa como la Iglesia Católica las posibilidades de obtener justicia parecen una quimera.

Uno creería que en estos casos las adhesiones deberían ser unánimes. Pero no es así. El ganador de esta infame batalla suele ser el agresor. Nuestro silencio ha otorgado una impunidad casi absoluta a los agresores. Y todos somos responsables. Si mi lucha va hacia alguna parte es, precisamente, a romper esta lacerante cadena.

Me gustaría pensar que en pleno siglo XXI no pueden ocurrir hechos tan flagrantes como los de Irlanda, que todo está legalmente tipificado, que las denuncias se interponen y que la justicia actúa como cabría esperar, sin importar quienes son los culpables. Pero las cifras nos enfrentan con una realidad tan distinta como decepcionante. Basta señalar que un 20% de la población ha sufrido algún tipo de abuso sexual antes de cumplir los 17 años. ¿A cuantos abusadores equivale esta cifra? A muchos, sin duda. ¿Cuántos hay en la cárcel? ¡Investiguen! Se llevarán una sorpresa.

A día de hoy denunciar a un agresor, máxime si se trata de un familiar y más aún si es la propia pareja, no es ninguna garantía de que se resuelva este problema a favor de los intereses del menor, que al fin y al cabo es lo que debería interesarnos por encima de cualquier otra consideración. ¿Acaso no tenemos los medios para evitar tanta negligencia? Existen protocolos de actuación, profesionales capacitados, asociaciones que se ocupan específicamente de este asunto y personas que aquí y allá, y en la medida de nuestras posibilidades, andamos picando piedra. ¿Qué es lo que falla entonces? La respuesta es tan lamentable como cierta: casi todo.

Se suele dictaminar que un menor está siendo víctima de abusos sexuales cuando los hechos consumados ya no permiten otra alternativa, pero este caso no es el más común. Buena parte de los abusos sexuales no están asociados a la violencia tal como la entendemos, por más que el abuso sexual, al menos por lo que a mí respecta, ya es un acto de violencia en sí mismo. Así pues, la mayoría de los abusos sexuales dejan más huellas psicológicas que físicas. La tendencia generalizada, a falta de la buena praxis, termina diluyéndose en una vergonzosa inhibición.

Hay que señalar, también, que no es fácil llegar a la certeza de que se está produciendo un abuso sexual. Se requiere mucha preparación y conocimiento. Pero es posible. Sólo hay que implementar los medios y, sobre todo, reconocer una realidad que nos afecta a todos. Si las instituciones supuestamente preparadas para acometer estos casos se inhiben con una pasmosa facilidad aduciendo que no hay suficientes pruebas, cuando en realidad el protocolo, la sensibilidad y el sentido común brillan por su ausencia, si quienes tienen que aplicar la ley desconocen las implicaciones de lo que supone ser víctima de abusos sexuales y por tanto incapaces de reconocer las secuelas y el perfil, tanto de la víctima como la del perpetrador, y por último, si la sociedad prefiere mirar hacia otro lado cuando el asunto les toca de más de cerca de lo que están dispuestos a asumir, el resultado no puede ser otro que esta lacra endémica que llevamos soportando a lo largo de tantos años de silencio, de prejuicios y de desinformación.

4 comentarios

  1. Anónimo Says:
  2. estoy totalmente de acuerdo. En mi caso si hija menor (10 años) ha sido victima de abusos durante 8 meses por parte de un vecino (16 años)y que probado ya en la policia los abusos por que el lo confeso. La policia dio aviso al colegio que es catolico por que el chico tambien era alumno del colegio. En este curso que estamos tenemos la orla de 4ª de E.S.O. con la foto del abusador a pie de escalera en la cual mi hija cuando baja tiene que verle constantemente la cara al chico y cuando yo fui a quejarme a la representante de la entidad titular que es monja me dijo que como los abusos no habian pasado en el colegio el debia estar ahi. Ahora el otro dia hicieron una reunion para que la clase de mi hija pase a E.S.O. y cual no fue mi sorpresa que en unas diapositivas que pusieron volvia a salir entre otros chicos las fotos del abusador de mi hija. Al ir a quejarme a la entidad titular la respuesta es la misma, que no pasa nada. Al lo que como yo me imaginaba lo que me diria mi respuesta fue: que el puede salir lo que quiera pero que para la proxima vez que nos avisen y nadie de mi familia ese dia aparecera por el colegio. Como deciis muy bien que las cosas queden de tapadillo y la victima y su familia parecemos los culpables en esta nuestra sociedad. un agradecimiento para toda la gente que se preoupa de los que hemos sufrido abusos tanto victimas como familiares. UN abrazo

     
  3. Anónimo Says:
  4. todas esas monjas y sacerdotes no tienen escrupulos, son personas amargadas y reprimidas con deseos de sentirse amadas (os) pero como la iglesia catoliga les prohibe casarse entonces los niños y adolescentes son los paganos de estas aberraciones. La palabra de Dios dice no es bueno que el hombre este SOLO. Necesitan conocer la verdad que por mucho tiempo les han ocultado, Nuestro Señor Jesus no se caso porque el tenia que cumplir con lo que su Padre le habia enviado a hacer por la humanidad por lo tanto los sacerdotes en nada se parecen a Jesus porque Jesus nunca abuso sexualmente de los niños. estas personas lo que necesecitan es arrepentirse y cofesar sus pecados no a otra persona igual que a ellos sino a Dios no todo esta perdido porque Cristo es el Camino la Verda la Vida estan a timpo y no esperen partir a una eternidad sin Cristo El les ama y esta esperando por ustedes. La palabra de Dios no cambia es la misma de ayer de hoy y por los siglos de los siglos leanla y pidanle a Dios entendimiento y sabiduria

     
  5. Unknown Says:
  6. he llegado a la conclusión, un poco tarde tal vez Joan, que para 'entender, comprender lo de el abuso sexual infantil, tienes que remitirte a quienes lo hayan padecido.
    Estoy un poco agotada, me refiero en los blogs, que hablen sin tener la mínima idea.
    Repodrucir y reproducir a los abusadores, mostrando a los niños...¿me pregunto si piensan en ellos???, ésto me ronda en la cabeza hace muchos meses. Con repecto a lo que sucede con la mamá primera, ¿pueden poner la foto del abusador en una escuela donde concurren los niños abusados???, acaso no saben lo que significa???...me supera Joan.
    A éstos marcachifles que pululan haciéndose los defensores, publicando y publicando los detesto, infórmese primero que si decimos defender y proteger a los niños, no hace falta colgar la fotografía, existen otros medios para lograr el cierre de blogs, redes o lo que sean...son tán H de P como la lacra.
    Besitos, espero sigas recorriendo y contando, parece ser la única manera que ingrese en los cerebros!!!

     
  7. Joan Montane Says:
  8. Desgraciadamente los niños no están desprotegidos sólo en Irlanda. En España podemos encontrarnos con casos que claman al cielo, y no estoy haciendo ningún paralelismo con la iglesia española, de la cual no tengo nada que decir. A mi me preocupan los abusos, vengan de donde vengan. Quizá el problema de España, y no sólo de aquí, es el lamentable tratamiento institucional que se da a este asunto. Absolutamente penoso y falto de la más mínima sensibilidad, por no hablar de conocimiento sobre la materia que, a juzgar por los hechos, debe ser casi nulo.

    Desde luego que hay mucha gente que dice cosas, pero poca que sepa lo que está diciendo. Esa es una de las razones fundamentales que me impulsaron a poner en marcha este blog; tratar de aportar un poco de luz a este tema tan mal tratado y desconocido.

     

Publicar un comentario

Leer más en Suite101: Añadir Artículos de Suite101.net a página web http://www.suite101.net/pages/site_widget.cfm#ixzz0gRg1vmyP

Buscar este blog