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A la caza del pederasta III

Publicado por Joan Montane viernes, 31 de octubre de 2008 1 comentarios

■ Los jueces deben subsanar fallas en procesos por agresiones a menores, señalan los ministros

■ La madre de la víctima sostiene que el gobierno de Ulises Ruiz brinda protección a los acusados Jesús Aranda y Octavio Vélez

En una decisión histórica, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó ayer el amparo contra la orden de aprehensión de dos maestros acusados de violar a un menor en el Instituto San Felipe, en Oaxaca.

Los ministros prácticamente asumieron la defensa de la víctima y dejaron sin efecto la actuación parcial del Ministerio Público local en favor de los acusados.

La sentencia, que no tiene antecedentes, también sentó un criterio que obliga a los juzgados, autoridades e instituciones del país a dar prioridad al “interés superior”de los menores en asuntos que los afecten.

Así, los juzgadores deberán “suplir la deficiencia de la queja” cuando, en un proceso, el Ministerio Público o incluso sus padres o abogados no actúen adecuadamente en favor de los intereses de los menores afectados.

Entrevistada al término de la sesión, la madre del menor, Leticia Valdez Martell, manifestó su beneplácito por la decisión de la SCJN; señaló que los ministros actuaron apegados a derecho, “como deberían hacerlo en todas las instancias de justicia”, y acusó al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, de actuar en forma autoritaria para proteger a los responsables.

Añadió que seguirá en su lucha hasta que sean castigados quienes agredieron a su hijo cuando éste tenía cuatro años (2006); denunció que sigue recibiendo amenazas y agresiones, de lo que también responsabilizó a Ulises Ruiz, y cuestionó el trabajo de los abogados de los demandados, José Eduardo Franco Jiménez y Humberto Castillejos Cervantes.

“Esta resolución protege a nuestros niños de criminales que abusan de ellos causándoles un daño irremediable, considerado de lesa humanidad. Así (la SCJN) respaldó el dicho de mi hijo y dejó de considerarlo un niño fantasioso”, agregó.

Valdez Martell dijo esperar que la decisión de la SCJN contra el amparo solicitado por Adán Salvador Pérez Ramírez y Javier Constantino o Hugo Gabriel Constantino García sea el primer paso para sentenciar a otro maestro involucrado en la violación y a la directora del plantel, quienes, aseguró, ha protegido a los mentores.

Valdez Martell denunció que Franco Jiménez pidió a su amigo Marcos Castillejos Escobar –asesinado el 9 de junio en la ciudad de México– atender el expediente del Instituto San Felipe.

“Este tráfico de influencias explicaría por qué estas personas no han sido detenidas”, apuntó.

La decisión de los ministros Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero, Sergio Valls y José Ramón Cossío (sólo José de Jesús Gudiño Pelayo votó en contra) tuvo un origen inédito y una resolución sin precedentes.

Inicialmente se presentó ante autoridades oaxaqueñas una denuncia por violación agravada, y al ver que el Ministerio Público local actuaba parcialmente en favor de los acusados, a quienes el menor reconoció como sus atacantes, el juez que atiende la causa libró orden de aprehensión contra dos maestros y una maestra, pero los señalados promovieron un amparo.

El juez de distrito confirmó el cuerpo del delito y la probable responsabilidad, pero señaló que la orden de aprehensión carecía de fundamentación, porque no tomó en cuenta la agravante de que los agresores son maestros, y ordenó al juez de la causa emitir una nueva orden de aprehensión.

Esta decisión fue impugnada por los acusados y por el Ministerio Público. Ante el riesgo de que los primeros quedaran libres, en febrero la madre de la víctima solicitó a la SCJN que ejerciera su facultad de atracción.

Como la mujer no tiene personalidad jurídica para hacer esta petición, la ministra Sánchez Cordero hizo suya la petición y la primera sala atrajo el caso en mayo.

Con la decisión de ayer la orden de aprehensión sigue firme y con ello se confirma que la justicia oaxaqueña tiene elementos suficientes para actuar penalmente en contra de los profesores del Instituto San Felipe.

El niño de cuatro años identificó a la profesora Magdalena García Soto, al profesor de computación Adán Salvador Pérez Ramírez y a Hugo Gabriel Constantino García, esposo de la propietaria del plantel, como sus agresores.

García Soto está encarcelada por complicidad en la penitenciaría central de Santa María Ixcotel, acusada de violación equiparada, y la defiende Humberto Castillejos Cervantes, quien hasta mayo fue coordinador de asesores del titular de la Procuraduría General de la República, Eduardo Medina Mora.

Pero Pérez Ramírez y Constantino García, prófugos, así como la dueña del plantel, Yolanda León, son asesorados por ex senador priísta y ex procurador general de Justicia del estado Jorge Franco Jiménez, padre del líder estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Jorge Franco Vargas.

Fuente: La Jornada

Humor: la mejor terapia

Publicado por Joan Montane 3 comentarios

¿Quien no se ha preguntado alguna vez porque unas personas son felices y otras no lo son? Por lo general ciertos aspectos externos a los que concedemos importancia no suelen ser muy determinantes en una hipotética escala de felicidad. Casi me atrevería a decir que quien es feliz, básicamente, es porque quiere serlo. La felicidad no es una especie de nirvana que hay que ir a buscar a quien sabe donde; es una actitud, una predisposición, una forma de ver la vida por su lado más optimista. En definitiva, es un sentimiento que surge del interior de cada persona.

Un elemento esencial para estar bien con uno mismo, y por supuesto con los demás, es el sentido del humor. Ver la parte divertida que rodea cualquier circunstancia es una manera de desdramatizar situaciones que, de otro modo, podrían ser más penosas. Tan pronto como alguien es capaz de reírse de uno mismo y de los problemas que le acucian, comprobará que dichos problemas ejercen mucho menos poder sobre él. Y lo que es más importante; él ejercerá mucho más poder sobre los problemas, lo que a fin de cuentas es lo que nos interesa cuando nos enfrentamos a cualquier contingencia.

Se podría argüir que lo anteriormente dicho sólo son palabras y que es muy fácil hablar o escribir cuando a uno no le afectan los problemas. Pues sí; la verdad es que es más fácil, para qué decir lo contrario. Pero también es verdad que a todos nos afectan o han afectado diversos problemas. Yo mismo sufrí en mi infancia y durante diez años abusos sexuales por parte de mi padre. Probablemente habrá gente que lo habrá pasado peor, pero cuanto menos me siento legitimado para hablar de ello. Y también puedo decir que el humor es una de las cosas que más me ha ayudado. A veces incluso tengo que controlarme. Hace años puse en marcha un foro para las personas que pasaron por este hecho traumático en su niñez, razón por lo que estoy en permanente contacto con muchos de ellos. En ocasiones estoy a punto de soltar alguna ocurrencia sobre este asunto, pero casi siempre me reprimo porque, aunque sea entre “nosotros”, la sensibilidad sigue estando a flor de piel para la mayoría. Es perfectamente comprensible, lo cual no quita que siga pensando que el humor casi siempre es la mejor opción. Es algo así como la grasa que permite que funcione mucho mejor nuestro mecanismo existencial.

El otro día observé una caja de ropa que mi mujer había puesto sobre el armario. Ordenada como es ella le puso una etiqueta: “ropa para el invierno”. Y claro, donde los demás no ven nada, yo veo una ocasión para hacer de las mías; así que no se me ocurrió otra cosa que escribir en un recorte de papel adhesivo la letra “f” y pegarla encima de la “v” de invierno. Aún me estoy riendo. Otras veces le digo que el gato no se mueve, y ella, con sorna, me dice que deje de acariciarle el bolso.

Cuando cedemos a las limitaciones, que al fin y al cabo nos imponemos nosotros mismos, y creemos que muchas puertas no se nos abrirán, nos estamos cerrando los caminos hacia la felicidad, hacia nuestra autoestima, hacia lo que realmente queremos ser. Cuando nos enfrentamos con humor, haciendo lo que pensamos, lo que sentimos, sin que nos importe el resultado hasta el punto de determinar nuestro éxito, sin condicionarnos por opiniones externas, entonces estamos en sintonía con nosotros mismos. La felicidad no es más que tratar de ser lo que somos.

El silencio

Publicado por Joan Montane 0 comentarios

Muchas veces, a las personas que padecimos ASI, nos preguntan ¿y por qué no lo dijiste antes? Siempre es difícil hacerse entender, hacer comprender a los demás que no podíamos. Este vídeo creo que refleja muy bien la que simpre es tan difícil expresar en palabras.


Por los chicos

Publicado por Joan Montane jueves, 30 de octubre de 2008 3 comentarios

Hace ya un tiempo una buena amiga de Argentina me envío un enlace:

http://www.porloschicos.com/PorLosChicos.NET/

Me ha parecido un buen lugar para rescatarlo. Cada clic por persona y día supone una ayuda para dar de comer a los más desfavorecidos. Tampoco cuesta tanto ¿no?

Joan Montane.

El Sr. "anónimo" de El Pais

Publicado por Joan Montane 17 comentarios

Hola, desde varios sitios se está opinando que es una maniobra publicitaria del dueño de ese blog el aprovecharse de estos temas tan serios para ganar visitas y enlaces a su web mas que otra cosa, mirate este link de El Pais:

Blogocampaña contra el porno infantil ¿Buenas intenciones o ganas de aprovecharse de la gente?



Hasta no hace mucho no sabía nada de la iniciativa de La Huella Digital y Vagón-bar que todos conocéis. Tampoco sabía nada de ellos. En cambio sí se mucho sobre abusos sexuales infantiles. Y también sé, basta con investigar un poco, que la iniciativa es tan seria como necesaria.

El Sr. anónimo que ha puesto el mensaje refirido más arriba dice que esta campaña parte de un par de listos que sólo buscan aumentar las visitas a su blog. Y quien afirma tal cosa pone el mismo mensaje en todos los blogs con su correspondiente enlace al suyo. ¿Se puede ser más imbécil y tener peor intención?

Podría poner también este mensaje en todos los blogs... pero no vale la pena, sería seguirle el juego. Además, creo que la gente tiene la inteligencia suficiente como para discernir entre una y otra cosa. Lo peor es que me hace pensar que existen personas que no quieren que estos asuntos vean la luz. En fin, al menos me desahogo en mi blog.

Saludos.
Joan Montané.

ForoGam

Publicado por Joan Montane 12 comentarios

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Este próximo mes de noviembre celebraremos el sexto aniversario de ForoGam; un foro que se creo para que todos los sobrevivientes de abuso sexual infantil tuviéramos un punto de encuentro, aunque nos separara una larga distancia.

Los principios no fueron fáciles, pero salimos adelante y a día de hoy ya superamos ampliamente la cifra de 2000 registros. El foro ha ido creciendo durante este tiempo y nosotros con él.

En el foro hay espacios específicos para las distintas comunidades; unos espacios que además de reunir a la gente de un ámbito territorial concreto, pretende asimismo alentar y promover la puesta en marcha de asociaciones, como las que ya existen en Valencia, Madrid, San Sebastián y Bilbao.

Cuenta también con su espacio psicológico, conducido por nuestra terapeuta Charo. Hay otro espacio que funciona como grupo de ayuda mutua (GAM) y que fue desde el principio el alma del foro (Foro Gam). Hay, asimismo, otros espacios como el que recoge los aspectos legales relacionados con el ASI, un espacio para los familiares y amigos u otro en que se recogen las distintas informaciones relacionados con el asunto que nos ocupa.

Mi mayor preocupación ha sido siempre tratar por todos los medios posibles, incluidos radio, prensa y televisión, dar a conocer los recursos que tiene a su alcance un sobreviviente de ASI. No basta decirle ala gente hay que hacer algo. Muchos no hemos hablado hasta muy tarde. Yo mismo no dije ni una palabra hasta los 38 años. El foro, en este sentido, se constituye en una herramienta inmejorable para todo aquel que desde el anonimato quiera por fin romper el silencio; el primer paso para lograr una vida mejor. Para todos aquellos que creen que lo sucedido en su infancia los ha marcado para siempre y que no hay nada que hacer, los que consideran que ya no tiene sentido hablarlo ahora y para los que creen que ya ha llegado el momento de dar este paso, están invitados a nuestro foro. También los que se solidarizan con nosotros, quieren aprender, compartir o simplemente saludar, tienen sus espacios abiertos para hacerlo. No obstante, para todos, es necesario registrarse:

http://forumgam.suddenlaunch.com/index.cgi?action=register
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Documental

Publicado por Joan Montane miércoles, 29 de octubre de 2008 3 comentarios

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Un documental que resulta de la intensa labor de investigación en cámara oculta de manos de un equipo de la BBC, para descubrir cómo el Vaticano y el Papa Benedicto XVI constituyen el núcleo de una política internacional que pretende cubrir el abuso sexual a menores por parte de la Iglesia Católica.

El programa profundiza en la investigación de un importante documento conocido como Crimens Sollicitationis. Un documento secreto que resume el procedimiento a seguir por los sacerdotes frente a posibles alegaciones de abuso sexual a menores en contra de la Iglesia Católica. Crimens Sollicitationis fue escrito y distribuido por primera vez en 1962; y hacía jurar a todos los obispos católicos mantener el secreto sobre cualquier asunto en relación a este tipo de alegaciones, bajo pena de excomunión. Recientemente, en el 2001, el cardenal Joseph Ratzinger lo volvió a distribuir a todos los sacerdotes.

Por otra parte, el documental denuncia varios casos que han concluido con la exportación de algunos curas acusados de abuso infantil en el mundo desarrollado, hacia los sacerdocios sudamericanos y el mundo subdesarrollado. Estos traslados, realizados bajo la autoridad del Vaticano, han permitido que algunos de estos curas sigan cometiendo delitos sexuales.



Videos tu.tv


Uno de los principales impactos a largo plazo que se dan en las víctimas de Abusos Sexuales Infantiles (ASI) es en el aspecto psicológico, ya que la mente para poder sobrevivir esconde los recuerdos; el sobreviviente muchas veces no recuerda absolutamente nada, o recuerda partes como en un sueño.

Lastimosamente el asunto no se basa en los recuerdos, ya que el subconsciente desarrolla secuelas que van a acompañar al sobreviviente por mucho tiempo en su vida, quizás sin saber el porqué.


Esto tiene mucho que ver con la edad de la víctima, si lo pudo contar alguien, si tuvo apoyo a la persona que le confió dicho suceso, existen varios factores.

¿Cuáles son las secuelas?
La lista es larga, resumiré las que me parecen las que más relevantes:

* Baja autoestima,
* Alejarse de la gente, desconfiar.
* Interiorizar sus problemas, no comentarlos con nadie.
* Alejarse de la felicidad (pensar que le va a pasar algo malo por ser feliz)
* Sensación de estar guardando un terrible secreto.
* Sensación de estar loco o sentirse bicho raro.
* Culpa, vergüenza, depresión, miedos.
* Comportamientos adictivos

Estas secuelas están escondidas mientras el sobreviviente no tome consciencia que fue víctima de un abuso sexual, generalmente esto sucede cuando esté preparado para afrontarlo, la edad oscila entre los 25-30 años e inclusive más. Lastimosamente para ese tiempo en muchos países la pena para el abusador ya está prescrita.
En el momento que tome conciencia de esta realidad, va a tener que trabajar para ir soltando poco a poco todas estas secuelas que le ayudaron a sobrevivir esta vivencia tan fuerte.


¿Porque se da?
El motivo por el cual se desarrollan estos pensamientos y sentimientos es por el silencio que soportó la víctima al tener un escaso lenguaje para poder explicar lo que le ocurría.
Hay sobrevivientes que entran en tratamientos psicológicos por depresión y luego de un tiempo descubren el motivo.

Es altamente recomendable que el sobreviviente inicie un proceso de curación con apoyo psicológico, ya que tiene que trabajar en muchos aspectos de su vida emocional, sexual, psicológica.
En España existen varias asociaciones de apoyo a los sobrevivientes que servirán para superar el problema, para más información visitar el siguiente enlace.

Asociaciones de ayuda ASI


Entrevista a Juan Pablo Gallego

Publicado por Joan Montane 7 comentarios



Casi no duerme. Se siente cansado pero no le importa. El abogado querellante Juan Pablo Gallego sabe que, probablemente, esté recorriendo el tramo final del juicio oral al cura Julio César Grassi, acusado de abuso sexual y corrupción de menores. Por eso pone toda su expectativa en los resultados de la pericia médica al sacerdote con la que se pretende corroborar la descripción de su cuerpo que dieron las supuestas víctimas. Hace casi 20 años que Gallego trabaja en violencia doméstica, maltrato y abuso sexual. Representa al Comité Argentino de Seguimiento de los Derechos del Niño (CASACIDN) y es autor de tres libros. El 19 de noviembre publicará uno nuevo, “Desprotección integral y revictimización de niños, niñas y adolescentes en la investigación del abuso sexual infantil” (de Editorial Ad Hoc). Mientras espera el desenlace del juicio charló con Lucila Rolón, de Newsweek. Extractos:


- ¿Es legalmente confiable una pericia como la que se ordenó hacerle a Grassi?

- Cuando no se hacen controles en las pericias forenses se abre espacio para la duda. No sabés si la persona entrevistada dijo lo que dijo o tenía lo que tenía. Es fundamental tener ese control.

- ¿Por qué se armó tanto revuelo ante un pedido de este tipo?

- Grassi no asume que está acusado de abuso sexual infantil. Dice que está en Tribunales por una venganza o que es denunciante y va a demostrar “cosas”. Es un mentiroso compulsivo. Pero él está sentado allí después de seis años largos —sobre todo para las víctimas— en una causa que fue revisada por infinidad de fiscales, y reúne veinte abogados defensores, cabezas de los estudios penales más importantes, como Luis Moreno Ocampo, Hugo Wortman Jofré, Jorge Sandro, Miguel Ángel Pierri y Julio Virgolini. Como el discurso de Grassi es otro, para algunos sonó raro mi pedido. Pero si las víctimas describen su cuerpo es lógico que se lo verifique. Es una medida habitual en estos casos. Su discurso naturaliza el abuso sexual.

- ¿Por qué cree que Grassi tuvo tantos abogados defensores?

- Mi impresión es que no hay muchos interesados en sacarse una foto con este hombre esposado, yendo a la cárcel. La situación que se postergó hasta acá, hoy ya es insostenible. Grassi está muy comprometido.

- ¿Cómo se prueba un abuso sexual?

- Por el relato de las víctimas, y por pericias psiquiátricas y psicológicas. Estas últimas, realizadas en Santa Cruz, determinaron que Grassi tiene las características de un abusador sexual. Los médicos dicen que hubiera sido abusador sexual siendo taxista, abogado o cura. Además, las tres víctimas fueron sometidas a pericias en varias oportunidades y siempre se determinó que no son fabuladores y que no hay dudas de que han padecido abuso sexual.

- ¿Qué otras cosas va a alegar la defensa?

- Pretende presentar 400 testigos que son “de concepto”. Algunos son familiares. “De concepto”, porque no tienen nada que aportar sobre los hechos en los que está acusado. Son situaciones que ocurrieron en la intimidad. Entonces, podrán decir que Grassi es una buena persona en otros rubros… Este debate está tan fuera de contexto que nosotros queremos que los tiempos del juicio se aceleren lo más posible.

- Pidió 24 años de condena. ¿Es optimista en cuanto al desenlace del juicio?

- Sí. No veo forma de que no haya una condena importante para Grassi. No podríamos hablar de menos de 20 años de prisión efectiva para él, porque esa cifra estaría relacionada al concurso del delito que está en juego. Jamás vi un caso de abuso sexual infantil en el que se hayan acumulado tantas pruebas.

- ¿Cómo están las víctimas?

- Están cansados. Son chicos que sufrieron abandono y no tienen familia directa. Les costó mucho enfrentar a esta “bestia”, sentada frente a ellos con mirada intimidante, tratando de asustarlos. Fue una experiencia muy dura. Uno de ellos contó que le costó mucho declarar porque en la sala había mujeres. Lo hizo llorando. Pero ver que se los escucha y que se da curso a lo que dicen les da esperanza y los mantiene vivos a la espera de justicia.

- ¿Qué es lo primero que hay que tener en cuenta para cuidar a las víctimas en estos casos?

- Que el abuso sexual infantil es un balazo que un chico recibe en el alma, para toda la vida. Y que a cada uno le lleva distinto tiempo procesarlo. Hay que repararse en los derechos del niño. Cuando existe maltrato al niño y a la mujer, existe, también, una situación de asimetría que provoca el abuso sexual. Eso se traslada a la Justicia: ven una persona con saco y corbata, con abogados importantes, y piensan que la víctima, el chico, es un mentiroso.

- ¿Éste es su caso más importante?

- Definitivamente, sí. ¡Seis años equivalen a más tiempo del que me tomó cursar la carrera! Pero, a la vez, tengo la satisfacción de haber llegado a juicio oral y de haber probado casi totalmente la probabilidad de los hechos. Siento que con esta causa me toca cumplir un rol social. Dejé todos mis proyectos de lado. Fue muy fuerte enfrentar tamaña cantidad de defensores, ataques de distintos lugares, proteger a las víctimas sosteniendo mis principios… Se llegó al extremo de pagarles a familiares de los chicos denunciantes para que acompañaran a Grassi y hablen mal de sus propios hijos. Pasaron cosas terribles.


ElArgentino.com

A la caza del pederasta II

Publicado por Joan Montane 1 comentarios

Indicaciones de abuso sexual

Publicado por Joan Montane 1 comentarios

El abuso sexual infantil: Qué es y cómo prevenirlo

El abuso sexual de los niños es más común de lo que las personas creen. Por lo menos 1 de 5 mujeres y 1 de 10 hombres dicen haber sufrido abusos sexuales durante la niñez. El educarse a sí mismo y a sus niños sobre el abuso sexual, puede ayudar a prevenir que esto le pase a sus niños y saber que hacer si le pasa.

¿Qué es el abuso sexual infantil?

El abuso sexual es cuando un adulto o un niño mayor obliga al contacto sexual a un niño. El abusador puede usar fuerza física, soborno, intimidación, trucos o aprovechar la falta de conocimiento del niño. Cualquiera de los siguientes actos de un adulto o un niño mayor se consideran abusos sexuales:

* Acariciar los genitales de un niño
* Convencer a un niño que le acaricie los genitales
* El contacto con los genitales de un niño con la boca
* Tocar al niño con los genitales
* Penetrar la vagina o el ano de un niño
* Enseñarle los genitales a un niño
* Enseñarle pornografía a un niño
* Utilizar a un niño como modelo para hacer la pornografía

¿Puede ser mi niño abusado sexualmente?
¿Por quien?

Frecuentemente los adultos y los niños mayores, personas que los niños conocen y pueden influenciarlos, los abusan usando la intimidación. En 8 de cada 10 casos reportados el niño conoce a la persona. Frecuentemente el abusador es una persona de autoridad que el niño confía o ama.

¿Cómo sabré si alguien está abusando sexualmente a mi niño?

Muchos padres suponen que sus niños les dirán a ellos o a otro adulto de confianza si alguien le está abusando sexualmente. Los abusadores frecuentemente intimidan o convenzen al niño para que no diga nada. El niño puede creer que el abuso sexual es su culpa y que le castigarán si alguien descubre lo que está pasando. Las primeras declaraciones de abuso de un niño pueden ser incompletas o vagas. El niño puede aludir al problema para ver si recibirá un castigo. Los niños abusados pueden decirle a un amigo. Luego, el amigo le puede decir a un adulto. Los niños pueden hablar sobre el abuso después de haber pasado por un programa de seguridad personal en la escuela. El comportamiento del niño puede causar que los padres sospechen un abuso. Siempre esté pendiente de los siguientes cambios de comportamiento de su niño, los cuales pueden ser síntomas del abuso sexual:

* Un temor reciente y obvio de una persona (hasta un padre) o de ciertos lugares
* Una reacción no normal ni anticipada cuando se le pregunte si alguien lo ha tocado
* Dibujos que muestran actos sexuales
* Cambios de comportamiento repentinos, tal como el orinarse en la cama o una pérdida del control de las evacuaciónes
* Una conciencia repentina de los órganos genitales
* Actos y palabras sexuales compartidas con otros niños o animales
* Preguntas sobre la actividad sexual que no son apropiadas para su edad
* Cambios en los hábitos de dormir, tal como pesadillas en los niños pequeños
* Estreñimiento o el negarse a evacuar

Las señales físicas del abuso pueden incluir:

* Dolor, enrojecimiento o sangre en el ano o los órganos genitales
* Una secreción inusual del ano o la vagina
* Enfermedades de transmisión sexual, tal como la gonorrea, clamidia o verrugas genitales
* Frecuentes infecciones urinarias en las niñas
* El embarazo en las jóvenes

¿Qué debo hacer si mi niño me dice que alguien lo ha abusado sexualmente?

Los niños tienden a ignorar las cosas que los hace sentir incómodos, en vez de reconocerlas como advertencias. Si su niño habla sobre el abuso, escuche atentamente y tome el asunto en serio. Cuando se le ignora, no le creén o castiga la petición de ayuda del niño, es posible que no se arriesgue a decirle otra vez. Como resultado, el niño puede ser una víctima de abuso durante meses o años. Explíquele a su niño que es aceptable hablar sobre los sentimientos incómodos.

Si su niño le indica que ha sido abusado, tome los siguientes pasos:

1. Haga frente al problema. Escuche las razones por las cuales su niño le dijo del abuso. Dígale a su niño que no es su culpa. Déle mucho amor, hágale sentir cómodo y tranquilo. Si usted está enojado, esté seguro que su niño sepa que no está enojado con él y que le va a ayudar. Dígale a su niño qué valiente es por haberle dicho y que entiende el temor que él o ella siente. Esto es especialmente importante si un amigo de la familia o un familiar lo abusó.

2. Hágase cargo de la situación. Proteja a su niño contra más abuso.

3. Discuta el problema con un pediatra y un consejero quienes pueden proporcionar apoyo.

4. Reporte el abuso a la policía o a la agencia local para la protección de menores. Pida ayuda sobre cómo recibir apoyo durante una crisis.

¿Puedo encargarme del abuso sexual dentro de mi familia sin comunicarme con las autoridades?

Los padres no deben de intentar parar ni tratar el abuso sexual por sí mismos. Si sospecha algún abuso, siga los pasos mencionados y busque ayuda.

¿Qué pasará con el niño y el abusador si se reporta el abuso?

El abuso sexual es prohibido por ley. Es un crimen, independientemente de quien sea el abusador. La policía o una agencia de servicios sociales, o ambas, investigan los casos de abuso. Con la ayuda de un médico, decidirán si el abuso ocurrió. Según las circunstancias, la policía puede decidir si la agencia de servicios sociales administrará el caso, especialmente si el niño es muy joven, no demuestra señales de una herida física o el abusador es joven o un miembro de la familia. La policía administra el caso cuando el abusador no es un familiar.

Después de haber reportado el abuso, lo que ocurra depende de las circunstancias del caso. El prevenir más abuso es la primera preocupación de las autoridades. Es posible que manden al abusador a recibir terapia. También pueden mandar al niño y a su familia a recibir terapia. Si el sospechoso vive en el hogar y enfrenta cargos criminales, las autoridades recomendarán que el sospechoso salga del hogar. De cualquier manera, el niño se puede quedar en el hogar si su familia toma los pasos necesarios para protegerlo de más abuso, al pedir que el abusador salga del hogar mientras proceda la investigación. Independientemente de las circunstancias, el niño y su familia necesitarán mucho apoyo de sus familiares y amistades.

¿Cómo pueden prevenir los padres el abuso sexual?

La Academia Americana de Pediatría recomienda que se tomen los siguientes pasos:

* Hable con su niño sobre el abuso sexual. Si la escuela de su niño tiene un programa sobre el abuso sexual, hable sobre lo que ha aprendido.

* Enséñele a su niño cuáles son las partes privadas del cuerpo (las partes cubiertas por un traje de baño), y los nombres de esas partes. Dígale que su cuerpo es de él. Enséñele a gritar "no" o "déjeme" a cualquier persona que le amenaza sexualmente.

* Escuche cuando su niño le trate de decir algo, especialmente cuando se le haga difícil decir algo. Esté seguro que su niño sepa que está bien decirle si alguien intenta tocarlo de una manera que le haga sentir incómodo, independientemente de quien sea el abusador. Dígale que puede tener confianza en usted y que no se enojará si le dice algo.

* Déle a su niño bastante tiempo y atención. Puede usar las reuniones familiares semanales para discutir sobre las experiencias buenas y malas.

* Conozca los adultos y los niños que pasan tiempo con su niño. Tome precauciones cuando deje a su niño pasar tiempo solo en lugares extraños con otros adultos o niños mayores. Visite el proveedor de cuidado de su niño sin aviso. Pregúntele a su niño sobre sus visitas al proveedor de cuidado o niñero.

* Nunca deje que su niño entre a la casa de un desconocido sin un padre o un adulto de confianza. Las ventas de puerta en puerta para levantar fondos son un riesgo, en particular para los niños solos.

* Pregunte si la escuela de su niño tiene un programa para prevenir el abuso para los maestros y niños. Si no existe uno, empiece un programa.

* Dígale a las autoridades si sospecha que alguien esté abusando su niño o a un niño de otra persona.

El maestro de su niño o el asesor de la escuela puede ayudarle a enseñarle a su niño a evitar o reportar el abuso sexual. Ellos saben cómo hacerlo sin causar temor o incomodar al niño. Su pediatra también entiende la importancia de la comunicación entre los padres y niños. Éste está capacitado para notar las señales de abuso sexual infantil y está familiarizado con los recursos de la comunidad. Pregúntele a su pediatra por recomendaciones sobre cómo proteger a sus niños.

Para más información sobre el abuso sexual infantil u otras formas de abuso, comuníquese con:

Prevent Child Abuse America
PO Box 2866
Chicago, IL 60690-9950
800-556-2722

A la caza del pederasta

Publicado por Joan Montane martes, 28 de octubre de 2008 3 comentarios

Contra la pornografía infantil

Publicado por Joan Montane 7 comentarios





La pornografía infantil en la Red es una lacra imparable que ensucia nuestras vidas cada día. La presión policial con macroredadas no es suficiente para detener las malas prácticas de estos individuos, que actúan desde el anonimato que puede brindar la Red golpeando las vidas de cientos de niños, incluso bebés, en busca de un deseo sexual depravado y enfermizo. Por eso entre todos los internautas debemos ponernos manos a la obra y meter el máximo de ruido en el ciberespacio. El objetivo de esta blogocampaña, que arranca hoy, es que el próximo 20 de noviembre --Día Universal del Niño-- cientos de blogs escribamos un post en el que aparezca la frase Pornografía infantil NO para sembrar los buscadores de Internet de severas críticas a esta vergüenza humana y social. De esta forma conseguiremos que las ciberbúsquedas de las palabras pornografía+infantil al menos golpeen las conciencias de tanto salido mental. En el post podéis colar términos de búsqueda empleados por los pederastas y pedófilos como "angels", "lolitas" "boylover" o "preteens" para llegar adonde queremos llegar.

Contra los curas pederastas

Publicado por Joan Montane 2 comentarios

Aviso que este video mexicano puede, por su vocabulario, ofender a creyentes muy ortodoxos. Para quienes la fe, entiéndase la fe católica y dogmática, esté por encima de cualquier otra consideración, deberían abstenerse de visionar este video. Más allá de estos condicionantes creo que refleja toda la rabia de quienes padecieron estos abusos y de quienes no se dejan avasallar por el poder de una institución.


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- Los abusos sexuales solo los sufren las niñas.

- Hoy en día se dan más casos de abuso sexual que en el pasado.

- Quienes cometen abusos sexuales son enfermos psiquiátricos.

- Los abusos sexuales no se dan en todo tipo de situaciones sociales.

- Los niños y niñas en este caso no dicen la verdad.

- Los niños y niñas son responsables de abuso sexual.

- Los niños y niñas a veces pueden evitar el abuso sexual.

- Si el abuso tuviese lugar sobre un menor de mi entorno cercano, yo lo detectaría.

- Cuando se da un abuso sexual sobre un niño o niña, su familia lo denuncia.

- Los agresores sexuales son casi siempre desconocidos.

- Los efectos de un abuso sexual son casi siempre muy graves.

- Los abusos sexuales siempre van acompañados de violencia física.

- Los abusos sexuales son poco frecuentes.




fuente: Save the children

Un tirano llamado culpa

Publicado por Joan Montane 1 comentarios

Todos hemos pasado por situaciones complicadas a lo largo de nuestras vidas; situaciones que hubiéramos deseado que no sucedieran, episodios que no queremos recordar. Unas han sido más graves y otras menos. Unos hemos tenido más recursos y otros más incapacidades y limitaciones.

Algunos hemos vivido experiencias realmente traumáticas, tales como el abuso sexual en la infancia. Otros han vivido situaciones de malos tratos psicológicos, de violencia, de muerte o de abandono. La gravedad de todas ellas, no obstante, no debería valorarse por el hecho en sí mismo, sino por las secuelas que desarrolla el afectado así como por su capacidad para hacerles frente. En muchas ocasiones, sobre todo en la infancia, esa capacidad termina siendo anulada; el individuo no puede sobreponerse a su realidad y queda atrapado en una especie de bucle que se retroalimenta a si mismo. Ese punto es el origen de muchas secuelas, entre ellas el sentimiento de culpa. A partir de ahí empieza a distorsionarse la percepción de la realidad y, cada vez más, aumenta la sensación de fracaso. Ya no hay posibilidad de nuevas oportunidades; sólo perspectivas de posibles fracasos. Ya no hay aprendizaje; sólo derrota. Y la culpa se apodera de nosotros.

La culpa se convierte en un auténtico tirano. Ya no sólo para el propio afectado, sino para todo su entorno. La persona que arrastra el insoportable peso de la culpa, se pasa la vida buscando la redención en el lugar equivocado. El resultado es que todos terminan por alejarse del “culpable”, mantienen una cierta distancia o, si por determinados vínculos no es así, se ven abocados a una relación dañina. Quien se siente culpable se cree con derecho a ser resarcido a costa de los demás. Quien ha sufrido se arroga el derecho, por lo general inconsciente, de hacer sufrir a su entorno más próximo. Esa, en definitiva, es una secuela importante de los abusos sexuales infantiles, pero también de otras patologías y experiencias traumáticas.

Ciberacoso sexual infantil

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SE LO DENOMINA "GROOMING" Y NO HAY EN LA ARGENTINA UNA LEGISLACION QUE LO PERSIGA


Por primera vez se debatió en el Senado el problema del grooming, como se conoce en el mundo al ciberacoso sexual de adultos a chicas y chicos. Fue la semana pasada, en el marco de una doble jornada sobre delitos informáticos, en la que se concluyó que esta práctica se está extendiendo a la par del crecimiento de la accesibilidad a Internet. Y que se haya hablado de esto en el Senado significa que se está empezando a debatir si no es necesario alguna legislación específica para esta práctica.

'De qué estamos hablando? Alguien abre un fotolog como si fuera una niña. Se gana la confianza de una nena de 12 años. Consigue que la acepte en el Messenger. Logra que la nena juegue a "hacerse la loca" -nada que no haya visto en la televisión, en horarios de supuesta protección al menor, nada del otro mundo- frente a la webcam. Luego cambia: la amenaza con enviar esas imágenes a sus padres. La nena no sabe qué hacer porque los padres le habían dicho una y mil veces que no hable con extraños. Al final, la extorsión. "Si no hacés lo que te digo, tal cosa". Y si todo termina muy mal, el final es el abuso sexual.

"Este es un nuevo fenómeno, una forma de abuso sexual utilizando las nuevas tecnologías. Un delito contra la integridad sexual y vulneración de derechos de los niños. Claramente, es una forma de abusar de un niño, aunque pueda suceder mientras el chico esté en su casa con sus padres", dijo Inda Klein, coordinadora de Investigación y Monitoreo de Niñez y Nuevas Tecnologías de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.

El término grooming empezó a sonar hace no mucho tiempo. Esto es lo que nota Marcela Czarny, presidenta de la Asociación Civil Chicos.net, que promueve el uso responsable de las tecnologías de la comunicación y la información. "Se están escuchando muy fuertemente ahora términos que se usan para acuñar problemas que existieron siempre, porque siempre hubo adultos que sedujeron a pibes de modo no violento. Es un problema viejo, pero facilitado por el anonimato que permite el chat. Por eso está magnificado ahora", opina Czarny.

Esa organización encargó el año pasado una investigación sobre los "Usos y costumbres de los niños, niñas y adolescentes con las tecnologías de la información y la comunicación". La fase cualitativa incluyó entrevistas a madres y padres de niños, niñas y adolescentes de 9 a 18 años, y también a grupos de cuatro chicos cada uno, dividido por edades. De los encuestados, el 14 por ciento pasó por una "experiencia percibida como desagradable". Y de éstos, dos de cada tres fueron mujeres. 'Qué fue lo desagradable? Entre otros temas, que les pidieran imágenes y datos personales; haber tenido encuentros cara a cara con personas que habían dado datos falsos; chicas o chicos a los que les mostraron desnudos, y otros a los que directamente les propusieron mantener relaciones sexuales.

En este marco, empezaron a escucharse voces que reclaman una legislación específica. Inda Klein no es de las que piensa que una ley lo resuelve todo: "Ha pasado en los juzgados que algunos dicen que sin penetración, no hay abuso. 'Qué nos espera cuando vayamos con un caso que sea vía Messenger?", se preguntó.

En la jornada de Delitos Informáticos que organizó el Instituto Federal de Estudios Parlamentarios (IFEP) fue notable la intervención del comisario Rodolfo Koleff, jefe de la división de Delitos en Tecnologías y Análisis Criminal de la Policía Federal. Mostró casos reales y concluyó que los investigadores necesitan un marco normativo específico. Y comentó que también sería necesaria una revisión de la nueva ley 26.388, sancionada en junio, que no pena la tenencia de pornografía infantil a no ser que tenga "fines inequívocos de distribución o comercialización", en cuyo caso la pena máxima es de 2 años de prisión.

Un trabajo de Sylvia Kierkegaard, de la International Association of IT Lawyers, Dinamarca, repasa los países donde el grooming es penado y perseguido. No hay uniformidad en las leyes europeas. Consultada por Clarín, dijo: "Uno de los problemas de la falta de legislación es que el caso es dejado sin efecto porque no hubo consumación del acto. En otros países, como el Reino Unido, el castigo es benigno. Se necesita una ley más fuerte".

Daniel Monastersky, abogado especialista en protección de datos personales, señala que hay un problema general de inmadurez en cuanto a la entrega de datos personales. Y Marcela Czarny, de Chicos.net, parece estar de acuerdo en cuanto a que son los chicos los que deben construir las pautas de autocuidados. "El adulto, el padre, el docente, tienen que generar las líneas de trabajo, pero son ellos los que tienen que aprender a usar responsablemente las nuevas tecnologías". No valen censuras, ni filtros, ni amenazas de los padres. Completa Inda Klein: "Lo que no hagan en sus casas, lo harán en lo del amigo, o en el cíber".

Gabriel Giubellino
clarin.com

Asociaciones A.S.I. en España

Publicado por Joan Montane lunes, 27 de octubre de 2008 3 comentarios

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En Valencia

ACASI (Torrent - Valencia)
Asociación Contra el Abuso Sexual Infantil
C/ Camí Reial 121, Bajo
46900 - Torrente (Valencia)
Tfno. 96 108 91 98
Tfno. móvil: 651 55 95 30
http://www.acasi.org
E-mail: asociacion@acasi.org


En Bilbao

AVASI
Asociación de Ayuda a las Víctimas de Abusos Sexuales en la Infancia
C/ Santa Clara 2, Entreplanta C
48004 - Bilbao
Tfno. 622 218 016
http://www.avasibilbao.org
E-mail: asociacion@avasibilbao.org


En San Sebastián

GASJE
Asociación de Guipúzcoa de personas que han sufrido abusos sexuales
Locales CRAJ. Paseo de Anoeta, 28 (Edificio del CRAJ)
Tfno. 943 472 617
http://www.gasje.org
E-mail: gasje_asoziazioa@yahoo.es / gasje@gasje.org


En Madrid

ASPASI
Asociación para la Sanación y la Prevención del Abuso Sexual Infantil
C/ San Raimundo 27 1º
28039 - Madrid
Tfno. 91 311 23 76 - 615 88 33 32
http://www.aspasi.es
E-mail: aspasi7@hotmail.com


En Barcelona

Fundación Vicki Bernadet (anteriormente FADA)
C/ Fontanella 20, 2º D
08010 - Barcelona
Tfno. 93 318 97 69 - Fax. 93 301 54 44
http://www.fbernadet.org
E-mail: info@fberdadet.org

Pederastas

Publicado por Joan Montane 1 comentarios

Sufren un trastorno grave, una pulsión compulsiva para obtener el objeto de sus apetencias, pero no son psicóticos (no están locos) su pensamiento no está disociado, saben lo que hacen y lo hacen porque quieren hacerlo. Son unos bastardos, no unos enfermos. Álvaro I.G. , conocido como “Nanysex” –del que se preservan los datos-, (no hizo él lo mismo con los niños de 1 y 2 años vejados) es un depravado moral, que busca su placer, que engaña para tener acceso a niños, que busca ganar dinero transmitiendo imágenes. Es responsable de sus actos.

Estos enfermos morales son reincidentes, muy, muy reincidentes y las terapias obtienen un éxito limitado y difícilmente predecible.

Claro que en las cárceles se portan bien, porque no tienen el objeto de su pulsión. Pero mayoritariamente no muestran verdadero sentimiento de culpa, ni arrepentimiento, ni vergüenza, ni compasión. No, no piensan en las víctimas, en los niños, en sus familiares, en esos padres que calladamente sufrirán el resto de la vida.

Estos mal nacidos dicen estar compungidos porque captan que la sociedad así lo exige, pero no lo sienten, de otra manera se quitarían la vida.

¿Quién defiende a los niños? Más allá de la filosofía del derecho, ¿se les debe juzgar por lo que han hecho o por lo que “sabemos” que más que posible, probablemente van a realizar?

Los agresores sexuales se des-responsabilizan. “Me sedujo” (y se refiere a una niña de 5 años). O “fui víctima de abusos sexuales en la infancia” ¡Mentira! Sólo el 20% lo fueron (luego el 80%, no).

La ciudadanía y con razón empieza a estar rabiosa, se encuentra injustamente impotente y más lo estaría si oyera como escuchamos los psicólogos forenses a un padre que ha abusado de su hija decir “lo hago para que sepa lo que se va a encontrar cuando sea adulto”.

Legislemos sin demora y no se me diga que no conviene hacerlo en caliente, porque todos los días tenemos casos para estar más que coléricos.

Contra la pornografía, sin dudar agentes encubiertos (miembros de las fuerzas de seguridad) y persecución implacable de la producción, distribución y tenencia.

Respecto a la edad para mantener relaciones sexuales con adultos, aumentarla (está vergonzosamente en los 13 años –y gracias a que en la etapa en que fui Defensor del Menor la subimos de12 a 13 años-). En Italia está en los 14 años; en Francia en los 15 y en Reino Unido en los 16.

Relativo a los pederastas. Medidas de seguridad dado que sus conductas obsesivamente compulsivas no sólo generan alarma, sino riesgo social (de los más indefensos).

Medidas de seguridad entendidas como que no podrán quedar en libertad aquellos que el equipo médico-psicológico forense no califique como de riesgo muy bajo. Y para ello habrá tenido que asistir a programas de rehabilitación para pederastas en prisión y continuarlo –de por vida- a su salida, supervisado desde la proximidad por el Juez de Vigilancia penitenciaria. Además se le impondrán medidas telemáticas (pulseras con G.P.S.) para conocer sus movimientos y para que se sepa vigilado, que no confiamos en él, que precisa una “conciencia impuesta”. Y si el facultativo o clínico valora la mal llamada castración química que debiéramos enunciar como inhibidor farmacológico temporal como positiva, para mejorar el tratamiento psicoterapéutico, pues también.

Todas las medidas, todos los instrumentos a nuestro alcance.

Ampliemos el tipo de tratamientos. Acordemos el cumplimiento íntegro de las penas. Acotemos los listados para que en poder del Ministerio Fiscal puedan ser consultados por colegios, campamentos, etc. cuando se va a contratar a alguien que va a estar próximo a niños. Entienda el Código Penal que todo abuso a un niño pudiera serlo sin violencia, pero lo es siempre con intimidación. Genérese un fichero de datos (también en poder del Ministerio Fiscal de aquellos menores de 18 años que han cometido agresiones sexuales) pues la experiencia nos demuestra que los abusadores adultos lo han sido ya, de jóvenes.

Este es un Estado de Derecho y no se va a maltratar a los pederastas, pero hacen falta medidas contundentes para ellos. Al otro lado están los que nos importan, los que se lo merecen todo, nuestros niños.


cortesía de Javier Urra
Dr. en Psicología, Especialista en Clínica, Forense,
Primer Defensor del Menor, Patrono de Unicef.

En primer lugar, haciéndoles partícipes de su evolución.
En segundo, transmitiéndoles que son responsables de sus actos.
En tercero, interiorizando que el mejor interés del menor, debe interpretarse como prioridad en todo lo que le concierne.
En cuarto, generando políticas específicas que incidan en las instituciones pertinentes.
En quinto, legislando con criterio desde y para los niños.
En sexto, transmitiendo su normalidad, no ciñéndose a los sucesos.
En séptimo coadyuvando y positivizando a aquellos que influyen en ellos (padres; abuelos; maestros…).
En octavo impulsando que la ciudadanía, valore como su derecho la defensa de la infancia.
La sociedad –y como en todo momento histórico- padece desajustes, transmite hipocresías y muestra patologías que afectan (a veces gravemente) a los niños y jóvenes.
Abordemos algunos aspectos que requieren ser modificados en bien de los pequeños.

a) Intervenir con presteza ante los padres que no se ejercitan como tales. No dudando de privar de tutela cuando la mala praxis, mal ejemplo, mal trato, o dejación así lo aconsejen.

b) Modificar la edad en que un niño puede dar consentimiento para tener relaciones sexuales con adultos, pasando de 13 a 16 años.


c) Endurecer la legislación en lo referente a los pederastas, incluyendo las medidas de seguridad, de forma y manera que al cumplir la sentencia sólo obtendrá la libertad (condicionada y vigilada) si así lo estima el equipo técnico de prisión –y en todo caso tras continuar tratamiento, comparecer ante el juez de vigilancia penitenciaria, y dar consentimiento para todas las medidas que se estimen oportunas tales como vigilancia telemática y uso de inhibidores químicos.

d) Permitir la creación de listados de abusadores sexuales (tanto de adultos como de menores) que en posesión del Mº Fiscal, puedan ser oportunamente consultados cuando se va a contratar a un maestro, responsable de campamento, etc.


e) Endurecer las sanciones de quien graba, transmite o posee pornografía infantil.

f) Estimular la educación 0-3 años y 3-6 años, haciéndola gratuita.


g) Priorizar en los convenios laborales la conciliación personal-laboral-familiar.

h) Ampliar las semanas de baja por maternidad/paternidad pasando de las 16 actuales hacia las 76 de algún país nórdico.


i) Ganar espacios públicos en las ciudades para el juego y esparcimiento de los niños en las calles.

j) Incentivar la red de alternativas de ocio (ludotecas, videotecas, teatros…).


k) Apoyar el asociacionismo ciudadano (coros musicales, acampadas, orquestas, talleres de pintura y escultura, etc.).

l) Facilitar el intercambio con otras ciudades (nacionales e internacionales).


m) Crear especialidades como la psiquiatría infanto-juvenil.

n) Realizar estudios, investigaciones y dotar de medios para afrontar trastornos (como el T.D.A.H. –Trastorno por déficit de atención e hiperactividad) enfermedades crónicas (como la diabetes) y síndromes raros.


ñ) Señalar los derechos de los niños, cuando chocan con otros, por ejemplo niños que
nacen con síndrome de fetoalcohol o adicción a drogas porque la madre es
drogodependiente.

o) Facilitar que las reclusas que tienen a su cargo hijos de 0 a 3 años, residan en pisos ordinarios, ellas privadas de libertad, los niños con absoluta permeabilidad.

p) Proteger a los niños de la presión del consumo, obligando a empresas y medios de comunicación a emitir mensajes de cómo se elabora la publicidad, que objeto busca etc. Estos mensajes buscarán ser verdaderos antídotos.


q) Mostrar a los niños la cara amable de la vida, el amor, la poesía, la grandeza del corazón humano, la solidaridad, le entrega. El sentido del humor que debe prevalecer ha de ser difundido por cada ciudadano, desprestigiando a los agoreros, cenizos y “pincha-globos”.

r) Desvelar a niños y jóvenes el dolor, el sufrimiento de los mayores, de algunos niños. Conocer que la vida es un espacio temporal corto, que nos espera la muerte. Que todo fluye.


s) Transmitir la importancia del lenguaje fluído con los demás y con uno mismo. Propiciar el pensamiento alternativo, abstracto en “gran angular”.

t) Enseñar a manejarse en la duda, a resolver conflictos, en esquivar o superar las rupturas.


u) Incentivar la práctica del deporte, el contacto con la naturaleza.

v) Compartir el sentido de trascendencia (mirar a las estrellas, sentir, callar y preguntarse).


w) Aprender a perdonar y a ser perdonados.

x) Valorar lo que significa.- Esfuerzo; Voluntad; Respeto; Autoridad.


y) Apreciar lo bien hecho, lo humilde.

z) Erradicar el “primero yo y luego yo” o el “lo quiero aquí y ahora”.

La defensa de la infancia supone ser proactivo, escucharles, compartir con ellos. Pisar la moqueta del poder y el barro de la miseria.
Eludir la sobreprotección. Explicar que no hay impunidad posible.
Los niños son el futuro, pero ya son el presente.
El niño no es un proyecto de adulto. El adulto es lo que queda del niño que fue.



cortesía de Javier Urra
Dr. en Psicología, Especialista en Clínica, Forense.
Primer Defensor del Menor, Patrono de Unicef.

Abusos sexuales, familia y denuncia

Publicado por Joan Montane viernes, 24 de octubre de 2008 1 comentarios

Uno pensaría que al hablar con la familia sobre los abusos sexuales que se padecieron en la infancia nos íbamos a ver arrastrados por una ola de comprensión, apoyo y cariño. Pues si alguien piensa eso va bastante desencaminado. ¿Recuerdan la famosa frase que el ínclito Hugo Chavez escucho en boca del rey de España? Pues esa misma frase es la que flota en el ambiente familiar, aunque no sea pronunciada.
Siendo consciente de dicha realidad hice una encuesta en el foro (forogam) que arrojaron los siguientes resultados:

Siempre nos hemos llevado mal: 39%
Siempre nos hemos llevado bien: 21%
Nos limitamos a una relación cordial: 40%

Cabe señalar que la opción "Nos limitamos a una relación cordial" puede deberse a que el sobreviviente no ha abierto la boca, o bien que lo ha hecho pero no ha sucedido practicamente nada, siendo esa "relación cordial" la fachada de la "familia feliz".

Pero no todo es ni ha sido "cordialidad". Solemos afirmar que en los abusos sexuales, mayoritariamente, no interviene la violencia, aunque habría que hablar largo y tendido sobre el significado de violencia (lo haremos en otro post). El caso es que en la siguiente encuesta, sobre la base de haber padecido abusos sexuales todos las participantes, se preguntó quien había padecido, además, otros maltratos:

He padecido maltratos físicos: 24%
He padecido maltratos psicológicos: 43%
Sólo he padecido abusos sexuales: 33%

Creo que cualquier estadística refleja siempre una situación muy grave y, por supuesto, denunciable. Desgraciadamente no son muchas las denuncias que se interponen, en buena parte porque ya han prescrito cuando uno está en condiciones de hacerlo. Pero ¿cuál es la realidad? Ante los supuestos planteados, estas fueron las respuestas:

No he denunciado: 31%
Ya no puedo, pero tampoco lo haría: 39%
Sí he denunciado: 9%
Ya no puedo, pero sí lo haría: 21%

Es evidente que la denuncia es un paso que no todos están dispuestos a dar. Es lógico. Si ya es complicado confrontarlo con una sola persona, como no ha de ser hacerlo ante personas que pondrán en duda lo que cuentas y que te harán revivir una y otra vez algo que no te apetece en absoluto recordar. Y muchas veces, todo por nada. Así pues, volvamos un poco al origen, que sería ¿lo has contado a alguien? He ahí el resultado:

No, nunca lo diré: 15%
No, pero tal vez lo haga: 3%
Lo conté de pequeña: 13%
Lo conté antes de los 20 años: 13%
Lo conté entre los 20 y los 50 años: 43%
Sólo lo sabe mi pareja: 13%

Pedofilia & homosexualidad

Publicado por Joan Montane 3 comentarios

Cuando un padre, un tío, un profesor, un cualquiera, abusa sexualmente de una niña, los calificativos van desde la interjección espantada hasta los motes de delincuencia o psicopatía. Pero a nadie se le cruza por la cabeza decir que el abusador de turno iniciaba a la niña en la heterosexualidad".

A nadie se le ocurre dictaminar que si esa niña en el futuro disfruta del sexo con hombres, se lo deberá al señor que abusó de ella. Si más adelante la niña es "demasiado femenina", coqueta y hasta "provocativa", no se le reconocerá a este señor el hecho de haberla iniciado en el estereotipo de la feminidad. Sería un disparate. Un insulto a la inteligencia y al dolor. Sería poner en el banquillo de los acusados a una sexualidad entera (la heterosexual) en el lugar que debía ocupar el sujeto con nombre y apellido, desdibujado ahora tras una secta satánica y caliente.

Sin embargo, cuando un padre, un tío, un profesor, un psicólogo especialista en abuso sexual infantil, Jorge Corsi, utiliza su espacio de poder para abusar de niños hasta el punto de comandar una banda de mafiosos sexuales, nadie duda en afirmar que dicho señor y su banda "iniciaban a los menores en la homosexualidad". ¿No hace ruido esta última frase? Porque es exactamente el mismo disparate. Un insulto a la inteligencia y aldolor. Y sobre todo a la posibilidad de encarar sincera y seriamente la prevención de estas situaciones. El abuso, visto así, no es tan abuso, el espanto se ha corrido de lugar.

La homosexualidad aparece de golpe criminalizada en el lugar del tipo que abusa. Corsi, según esta perspectiva, representa a uno de los tantos vampiros de una sexualidad desaforada. Y la víctima en parte deja de serlo, porque en el fondo, le gustó, le gustará, seguirá reclutando nuevos putos.
En programas y artículos varios se ha repetido en los últimos días esa premisa de que los abusadores suelen estar en el pequeño círculo familiar y de amigos, el abusador se camufla. Habrá que buscar en el lenguaje cotidiano también este camuflaje que en un punto se regodea en señalar culpables inocentes. Corsi no es un homosexual ni un heterosexual, en este caso puntual que lo ha convertido en protagonista. Sería un abusador, un impostor. Agreguen lectores, todas las interjecciones de espanto o la inteligencia que falta para cerrar el caso. Así como tampoco es un heterosexual el violador de niñas, ni un gran macho argentino, ni el prototipo de Don Juan o Latin lover.

El tema es el abuso sexual. Y en el caso del psicólogo especializado que abusa de niños reclutándolos en cibers donde se suele mirar pornografía, pone en evidencia, entre otras cosas, el lugar desvalido de la niñez. El cuento de Caperucita no es más macabro que la realidad. Tal vez haya que cambiar las preguntas -y ya no insistir con "qué grandes ojos tienes" y otras pavadas- para no tener que actuar como cazadores heroicos pero tardíos, abriendo la panza del lobo cuando es tarde.

Liliana Viola, Página 12

La esperanza

Publicado por Joan Montane 1 comentarios

La esperanza es un sentimiento, cuanto menos, curioso. Creemos que nos puede tocar la lotería, fantaseamos con ello, pero no creemos en la posibilidad de perder la vida en un accidente de tráfico. Creemos que hay un Dios que se preocupa por nosotros y que nos tiene reservado un lugar privilegiado en el paraíso, aunque a la mayoría le aterra morir o se aflige sobremanera ante la pérdida de un ser querido. Recibimos un correo electrónico absurdo en que nos cuentan un montón de sandeces, de las que por supuesto nos reímos, que termina apremiándonos para que lo enviemos a una docena de amigos o tendremos un año de mala suerte, y que por supuesto no creemos ni una palabra, claro, pero por si acaso…

¿Qué sería la vida sin esperanza? Por dura que sea nuestra situación, siempre nos queda la esperanza. Con razón dicen que es lo último que se pierde. Si no fuéramos capaces de creer que las cosas pueden cambiar o que nuestros sueños se cumplirán algún día, la vida dejaría de tener sentido. Necesitamos depositar nuestras esperanzas en alguna meta, algo que por desgracia han utilizado siempre los grandes manipuladores; llámesele política, religión o cualquier otra plataforma desde la que cualquier iluminado pueda ejercer el poder. ¿Por qué nos costará tanto darnos cuenta del precio que pagamos por la compra de tantas esperanzas espurias? La esperanza, no obstante, es un sentimiento valioso que debemos alimentar. Es la energía que nos permite seguir con entusiasmo en el camino. Pero también debemos ser conscientes de que hay que luchar por la esperanza. Los verdaderos éxitos son los que se logran con el esfuerzo y el trabajo personal. No es conveniente creer en los vendedores de esperanzas, sean cuales sean. En última instancia no hay que creer ni en lo que yo escribo; lo único verdaderamente importante es uno mismo y lo que cada cual pueda generar y conseguir.

El caso Jorge Corsi

Publicado por Joan Montane jueves, 23 de octubre de 2008 0 comentarios

Encontrar un impostor en el movimiento de defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes objeto de malos tratos y abuso sexual, consterna, abruma, pero no puede sorprendernos.

En primera instancia produce ese efecto tan clásico de los desenmascaramientos aunque, con el paso del tiempo, es posible comenzar a pensar cómo el impostor llega a ocupar hasta un lugar de poder en un cuerpo institucional. Para ello cuenta con dos recursos fundamentales. En primer lugar la propia impostura, por la cual parece pertenecer a una familia desde su inicio, casi como un fundador y al que no se puede imaginar fuera de ella y, en segunda instancia, la credulidad de las instituciones que en sus comienzos, hace más de 20 años, idealizaron sus conocimientos en un territorio en donde poco se sabía sobre las diferentes formas de la violencia familiar.

Impostura y credulidad no bastarían seguramente para producir un impostor, sino que además éste debe ofrecer un discurso cínico. De comprobarse los hechos que incriminan a Jorge Corsi, estaríamos frente a un discurso de estas características desde el cual declamó su oposición moral ante aquello mismo por lo que ahora es sospechoso.

Los distintos delitos contra la integridad sexual en perjuicio de menores de edad de los cuales se acusa a Jorge Corsi, reproducen, sin duda alguna, la dinámica del abuso sexual intrafamiliar, cuando la institución- familia se sorprende al descubrir que existe un lobo en el gallinero, de conducta intachable y de un saber y prestigio envidiables. Esto reafirma, una vez más, que no existe un perfil del abusador y que en todas la clases sociales se desarrollan sujetos decididos a extraer placer de cuerpos infantiles y que aquellos que los rodean no tienen la mínima posibilidad de detectar sus actos transgresivos hasta que es demasiado tarde.

Sin embargo, no debemos olvidar que las instituciones político-sociales no son una familia y que su responsabilidad se extiende mucho más allá de la misma, teniendo en cuenta que el impostor toma posiciones políticas que influyen decididamente en el cuerpo institucional de una nación.

Argentina es un país en donde conviven una gran cantidad de impostores. Se trata de impostores travestidos de caballeros y damas que, con un discurso cínico, defienden los derechos que serán transgredidos por ellos mismos en nombre de su propia conveniencia. También encontraremos los mismos impostores entre aquellos que aprovecharán esta oportunidad para, acusando al impostor, descalificar los honestos esfuerzos hechos por miles de profesionales e instituciones que defienden los derechos vulnerados de niños, niñas y adolescentes. Con los impostores no debe haber ninguna defensa corporativa, ni tampoco se debe mentir para esconder bajo la alfombra la sombra de su impostura. Es un signo de madurez política, jurídica y científica su desenmascaramiento, primero a través de la denuncia y, después de la misma, impidiendo que sean prontamente olvidados.

Es un hecho que desenmascarar al impostor es doloroso para toda familia y para toda institución en donde convive, pero al mismo tiempo tiene grandes virtudes: reafirmar la existencia de una ley igual y para todos, reivindicar el poder de la denuncia del maltrato y el abuso sexual pero, sobre todo, despejar el mundo de apariencias banales, para dejar en carne viva la realidad de los que sufren, los niños, niñas y adolescentes que relatan haber sido objeto de abuso sexual y a los cuales no se les cree en razón del rol, función o posición que el supuesto abusador ocupa en la comunidad.

Es en pos del compromiso con estas víctimas que la Asociación Argentina de Prevención del Maltrato Infanto Juvenil - ASAPMI - seguirá con especial atención todas las acciones destinadas al desmontaje de las redes de pedofília, como de aquellas acciones que, con impostura y cinismo, encubran delitos que vulneren los derechos de los niños, niñas y adolescentes.


COMISION DIRECTIVA DE ASAPMI

Pedófilos

Publicado por Joan Montane 0 comentarios

Hacer un retrato robot del pedófilo es algo extremadamente difícil, dada la variedad de este tipo de individuos. Los pedófilos activos no son como los pasivos, los preferenciales no son como los de desarrollo, etc. Por otro lado la realidad está poniendo de manifiesto la apertura del abanico en varios aspectos, por ejemplo: la edad. La policía española ha detenido ya a algunos pedófilos menores de 20 años. La avalancha de pornografía infantil en internet y el aumento de los pedófilos de desarrollo está provocando esta diversidad. No obstante, en la mayoría de los casos sí observamos como suelen responder a una serie de características:

• Son varones en un 90% de las ocasiones.
• Suelen ser mayores que los violadores de mujeres adultas, es decir, suelen tener entre 30 y 45 años. Aunque hoy el 20% de las agresiones sexuales son cometidas por menores de edad.
• Desempeñan profesiones más cualificadas que los violadores de mujeres y acceden a mejores trabajos.
• Se encuentran integrados en el entramado social y con frecuencia están casados.
• En el 85% de los casos conocen a su víctima.
• En el 68% de los casos son padres o familiares.
• No tienen antecedentes penales en el 80% de los casos.
• Casi siempre actúan solos (98%)
• En más del 50% de las ocasiones no recibieron muestras de afecto durante su infancia-adolescencia.
• En más del 50% de los casos abusan del alcohol.
• Presentan falta de empatía y baja autoestima.
• Desarrollan disonancias cognoscitivas y un 66% niega sus crímenes o los minimiza.
• En el 58% de los casos se niegan a recibir tratamiento.
• En la mayoría de las ocasiones no padecen trastornos psiquiátricos, sólo en ocasiones trastornos de la personalidad y algunas veces trastornos psicopáticos (7’5%).
• En el 90% de los casos tienen capacidad para controlar su propio comportamiento.
• Presentan un elevado índice de reincidencia.
• El 100% necesita tratamiento, aunque resulta poco efectivo con los pedófilos preferenciales.

A.C.P.I.
a.acpi@terra.es

Preguntas

Publicado por Joan Montane 0 comentarios

¿Le habéis preguntado al niño que fuisteis si está orgulloso del adulto que sois? Los recuerdos se difuminan y nos arrastramos en pos de nuevos olvidos. ¿Por qué le preguntáis a la vida por el futuro? Es como preguntarle al mar por el agua. ¿Por qué seguimos soñando sin hacer caso al más importante de nuestros sueños? Camina, camina ligero. Cuanto menos peso lleves a cuestas mejor. No quieras acumular y hundirte con el peso del egoísmo. ¿Y el final del camino? ¿Quien sabe donde está? Después de todo tal vez no haya otra cosa que camino. Así que sigue adelante, sigue hasta encontrar al niño que dejaste atrás.

¿Están locos?

Publicado por Joan Montane miércoles, 22 de octubre de 2008 0 comentarios

Siempre nos exponemos al error cuando tratamos de establecer los límites de una presunta normalidad en el comportamiento del ser humano, no obstante casi todos coincidiremos en calificar negativamente a asesinos, maltratadotes, violadores, pederastas, etc. Sobre todo a estos últimos.

Como sobreviviente de abusos sexuales en la infancia he oído todo tipo de expresiones para referirse a los pederastas; expresiones tan radicales como lógicas. También en la sociedad el debate parece claro. Los conceptos cadena perpetua, pena de muerte u otros peores están a la orden del día.

Uno de los aspectos que a mi me importa bastante menos que a otros muchos que se pierden en debates que no llevan a ninguna parte, es el que trata de dilucidar si estos personajes están enfermos o son delincuentes sin más. Muchas personas opinan que el hecho de que sean etiquetados como enfermos es un eximente, una justificación que persiguen en su propio beneficio. Es posible. Y también es probable que deban cambiar muchas cosas. En ello estamos.

No le doy excesiva importancia a la etiqueta porque lo que realmente importa, lo que de hecho debería importarnos a todos, es que a estos individuos se les aparte de la sociedad. Les corresponde a los especialistas dictaminar que institución ha de encargarse de cada caso. Que su destino sea la cárcel u otro tipo de institución, personalmente, ni me importa ni me incumbe demasiado. Lo que si me importa, y creo que a la mayoría, es tener la garantía de que estos individuos no van a volver a la circulación mientras no se demuestre que se han rehabilitado.

El suicidio

Publicado por Joan Montane martes, 21 de octubre de 2008 2 comentarios

Probablemente el suicidio sea uno de los asuntos más difíciles de abordar. ¿Cómo se llega a esta situación? ¿Por qué la persona no encuentra otra salida? Para quien no concibe ni ha concebido jamás esta posibilidad, el suicidio no está al alcance de su comprensión. Es inimaginable. Uno diría que siempre hay una alternativa mejor, una que cuanto menos sea reversible.

Yo empecé a interesarme por este tema casi tan pronto como puse en marcha un sitio en la red para personas que padecieron abusos sexuales en su infancia, pues esta es la cuestión principal de la que me ocupo. El caso es que enseguida llamó mi atención la forma reiterada en que se hablaba del suicidio. Era obvio que la relación entre los abusos sexuales y el suicidio no eran ninguna coincidencia, así que abrí una encuesta con el objeto de establecer una estadística que permitiera acercarnos de un modo más fidedigno a esta realidad tan desconcertante. Hay que decir, por una parte, que la participación obtenida quizá no alcance unas cotas numéricas que nos permitan asegurar sin margen de error una u otra cosa, pero por otra parte sí creo que estas cifras muestran una tendencia bastante aproximada y garantizan una certeza en cuanto a la validez y credibilidad de cada voto. En el momento de escribir este artículo se han contabilizado 167 votos. Es importante señalar que la pregunta era “¿quien había intentado suicidarse una o más ocasiones?”. No se contemplaban los pensamientos o el estar fantaseando con ello, sino tan sólo los hechos consumados. El resultado se divide en 101 personas que lo han intentado y 66 que no lo han intentado nunca. Podríamos extraer muchas conclusiones y reflexionar desde distintas perspectivas. Uno de los pensamientos que tuve fue: evidentemente, quienes han respondido son aquellos cuyos intentos fueron fallidos, por fortuna. Pero ¿y los que lograron su propósito? Otra reflexión que quisiera compartir: a veces tenemos noticia de alguna chica o chico adolescente que no parecía tener razón alguna para acometer semejante acto, y sin embargo se han quitado la vida. Entonces nos preguntamos ¿por qué? Y nadie da con una respuesta satisfactoria. Cuando se trata de una víctima de abusos el enigma es bien comprensible, pues una de las características que nos define a la mayoría es haber guardado silencio respecto del hecho traumático que padecimos durante la niñez.

Alguien me dijo en cierta ocasión una frase que puede aportar algo de luz con relación a la idea de llevar a cabo el suicidio: -Yo ya estaba muerta; el suicidio era un mero trámite- Es una explicación concisa y acertada, donde la percepción de uno mismo se asocia al vacío, al dolor, a la nada. ¿Para qué continuar, entonces? Seguir viviendo se transforma en una tortura gratuita e insoportable. El suicidio, es cierto, puede ser un acto de desesperación, pero creo que en muchos más casos es un acto de liberación, de ponerle fin a ese dolor insoportable cuyo origen a veces se desconoce y cuya batalla para acabar con él hace tiempo que se dio por perdida.

Junto con los motivos ya expuestos, otro muy común es el de sentirse absolutamente inútil y prescindible. Muchos están convencidos que si desaparecieran nadie los echaría en falta, incluso harían un favor a la familia y a los amigos por librarles de su presencia. Está claro que la autoestima, en estos casos, es inexistente. Uno de los principales problemas asociados al abuso sexual infantil es que la víctima queda anulada. En su infancia no posee las herramientas para defenderse ni para entender que le está sucediendo, y quienes deberían erigirse como sus defensores, o sea su familia, son en muchas ocasiones quienes cometen el abuso. Además, cuando el abuso sexual es intrafamiliar hay grandes probabilidades que el mismo se prolongue durante años, pues el agresor tiene total acceso al menor y todas las posibilidades para imponer su autoridad. Para hacernos una idea, hice otra encuesta relacionada con la duración de los abusos. Sólo un dato: un 26% dice haber padecido abusos durante más de 8 años. Con el paso del tiempo la capacidad del niño para rebelarse termina por desaparecer, aceptando con sumisión la realidad que le ha tocado vivir. En ocasiones no ha conocido otra.

La impotencia y la soledad son sensaciones que se exacerban y te arrastran a ese pozo sin fondo. Decía una buena amiga: -intentas buscar eso que los demás dicen que existe; esa puerta que se abrirá tarde o temprano, ese olvido que te permitirá seguir adelante, ese "tiempo" que todo lo cura… pero no ves nada- Y esa incapacidad para percibir esas cosas que para los demás son tan claras y evidentes no hace más que aumentar el convencimiento de que no vales para nada, de que ni siquiera eres capaz de ver eso que los demás ven con tanta claridad.

Decía antes, refiriéndome a la primera estadística, que por fortuna muchas personas no habían logrado su objetivo, sin embargo en muchos casos existe un factor negativo más que añadir a la ya de por sí extensa lista de dificultades que superar. Ante un intento de suicidio muchos se han visto descubiertos. Por una u otra razón se ha hecho público su acto. Y como decía una compañera que vivió estas circunstancias: -de pronto dejas de tener nombre para convertirte en "la que se intentó suicidar”. Ahora eres quien se tomó las pastillas, quien se tiró... y entonces tienes que soportar las caras de la gente; unas de lástima, otras que te observan como si fueras un espécimen extraño, otras de dolor, el de la gente que te quiere, pero en todas ellas ves la incomprensión y la pregunta sobre el por qué has llegado a eso-

Eso es lo que sucede en el exterior, pero la situación familiar no es mucho mejor.
Otra compañera sintetizó muy bien el proceso por el que se va gestando la idea hasta los momentos finales: -yo recuerdo primero miedo por los pensamientos que tenía, por ser capaz de llegar a ese punto. Pero una vez superado aparece la obsesión por buscar todo tipo de información para seleccionar el método más adecuado; tenía muy claro que no iba a tirarme de un piso, me faltaría el valor. Buscaba algo sencillo, indoloro, y a ser posible rápido. Después el nerviosismo por la decisión tomada, y pasados unos días y a medida que se acercaba el momento, mucha calma, mucha seguridad, pero también recuerdo mucha tristeza-

Hay gente que quedó atrapada en el pasado, que sufrió lo indecible, que ya no es capaz de generar recursos que le permitan escapar de esa cárcel, y es ahí, en el pasado, donde hay que buscar la llave. Decirle a un posible suicida que todo tiene solución, que ya vendrán tiempos mejores o que te quedan muchas cosas por vivir, no sirve para nada.

Como ya he dicho en más de una ocasión, a veces las cifras consiguen que seamos más conscientes de una realidad, y cuando esa realidad es tan dura como el abuso sexual a menores, es más importante aún adquirir esa conciencia.

Hay varias elementos que pueden determinar la mayor o menor gravedad de un hecho traumático. La identidad del abusador sexual es una de ellas, y además, también nos acerca a otra realidad que ha permanecido oculta mucho tiempo. Se trata de la relación con el menor, que en un porcentace muy elevado nos conduce a la familia. He ahí los resultados:

El padre (madre): 25%
El hermano (hermana): 22%
El tío: 15%
El abuelo: 6%
Un conocido: 28%
Un extraño: 4%

Aquí se incluyen también las abusadores, que también las hay, por supuesto. En esta estadística están incluidas en el 68% que conforma el entorno familiar del menor. Si las consideráramos aparte supondrían, aproximadamente, un 4% del total.

Otro factor susceptible de incrementar la gravedad de los ASI es el que hace referencia al número de agresores, pues la cifra no siempre es uno. He ahí el resultado:

Un solo abusador: 58%
Más de un abusador: 42%

También podemos desglosar ese 42% del siguiente modo:

Dos abusadores: 24%
Tres abusadores: 8%
Cuatro abusadores: 4%
Más de cuatro abusadores: 6%

Significativo que casi la mitad haya sufrido abusos de más de una persona.

Quizá parezca una obviedad; las cárceles sirven para apartar de la sociedad a los individuos que infringen las leyes. También se supone que la institución penitenciaria debe cumplir otra función: la de reinsertar en la sociedad al delincuente. O sea que en principio tenemos la doble función sancionadora y reeducadora. Hasta aquí todo bien.

La realidad, no obstante, nos ofrece una perspectiva muy distinta a la que nos dibuja la teoría. Me parece bien que se estipule una pena para cada delito. Quizá sería discutible la duración de algunas penas, sin duda. E igualmente me parece oportuno y necesario que tratemos de reinsertar a quien ha delinquido.
Pero vayamos al grano. Tomemos como ejemplo a un pederasta. La pena con la que suele ser castigada su delito creo que es inferior a la que debería ser, pero lo más importante y preocupante es su posible reinserción. De casi todos es sabido que un pederasta es reincidente y difícilmente recuperable. ¿Por qué razón se le deja entonces en libertad?

Imaginemos que yo hago la carrera de ingeniero y el primer curso es un auténtico desastre y lo suspendo todo ¿me van a dar paso al segundo curso? Por supuesto que no. Antes deberé demostrar que soy válido, capaz y que puedo seguir adelante. Si los expertos coinciden en que un delincuente sexual, casi con toda certeza volverá a delinquir, ¿por qué lo sueltan?

Insisto, me parece bien la función sancionadora y educadora. Pero ambas deben cumplirse, de lo contrario lo considero un fracaso cuando no una burla, y lo que es más importante, un peligro para el resto de la sociedad. Se aducirá que se están aplicando las leyes, pero las leyes deben protegernos y si no lo hacen entonces tal vez debiéramos modificarlas.

La gravedad del abuso sexual infantil

Publicado por Joan Montane lunes, 20 de octubre de 2008 1 comentarios

No es extraño que algunas personas, cuando entran en contacto con otras que han sufrido abusos sexuales en su infancia, circunstancia que se da a menudo en los nuevos miembros que llegan al foro, terminen creyendo que lo suyo, después de todo no fue tan grave después de leer otras historias. Existe una tendencia a minimizar lo que le ocurre a uno y, al contrario, a empatizar con la tragedia que le tocó vivir al otro.

Si tomamos a una persona que fue víctima de algún tocamiento ocasional o de un acto de exhibicionismo, por poner un ejemplo, y lo comparamos con otra que sufrió abusos reiterados durante años por algún familiar, llegaríamos a la conclusión que este último caso reviste una mayor gravedad. En principio suele ser así, pero si queremos establecer una escala de gravedad partiendo del tipo de abusos que se padecieron nos terminará dando una idea equívoca de la realidad. Por eso hablaba antes de la percepción que tienen algunas personas de su historia cuando la comparan con la de los demás. Cada cual tiene derecho a sentirse como se siente.

Si la gravedad de un hecho traumático debe medirse de algún modo, deberá hacerse a partir de las secuelas que ha desarrollado un individuo junto a su capacidad y recursos a la hora de enfrentarse a ellas. En un accidente de tráfico, por poner otro ejemplo, poco importa que un automóvil esté hecho polvo y otro apenas tenga algún golpe; lo que de verdad debe importarnos es el estado de sus ocupantes.

Una poesía

Publicado por Joan Montane 3 comentarios

También hay espacio para la poesía. En mi primer libro puse unas cuantas, aunque después no tuve continuidad. Aquí quisiera poner otra que, al menos quienes padecieron ASI, adivinarán a que destinatario va dirigida.



Gritos que el silencio ahoga
noche interminable
yo y el miedo esperando
que vinieras a salvarnos.

Palabras que nunca oíste
miradas que no quisiste ver
tanto tiempo perdido
hoy parece igual que ayer.

¿No viste mis lágrimas secas?
Nunca viste nada
ni mi mundo vacío
ni mi alma robada.

¿No viste mis sueños rotos?
Nunca viste nada
ni el abismo a mis pies
ni mi infancia ultrajada.

Ahora me hablas de olvido
cuando el olvido habla de ti
no me pidas que perdone
porque yo nada te pedí.

Hoy te digo sin decirte
que sin matarme me mataste
por eso no pidas sin pedirme
que sin querer te quiera.

La impotencia más absoluta

Publicado por Joan Montane viernes, 17 de octubre de 2008 2 comentarios

¿Y ahora cómo se supone que voy a poder vivir?, pregunto a mi terapeuta. Con la impotencia más absoluta, es su respuesta.

Después de dos años y medio de haber empezado a recordar lo que en un principio no parecía ser más que un episodio esporádico de abuso por parte de mi padre, el rosario de recuerdos me ha hecho ver que mientras viví con mi familia de origen, el abuso fue una constante. Y no sólo conmigo: es un común denominador a mi familia extensa. Esta constatación y el poder vivir los sentimientos y sensaciones reprimidas en mi infancia y adolescencia para poder sobrevivir, es decir, haber sufrido todo ello con la intensidad original, me ha servido para irme quitando de delante de los ojos la venda que me hacía ver mi entorno de forma distorsionada. Pero al ir cayendo la venda me he ido deshaciendo de mis propias defensas para no sufrir, he empezado a ser cada vez más consciente de mi entorno actual, es decir, de la realidad, he llegado a tener una gran empatía con los niños, y me he dado cuenta de que esa realidad es desoladora.

Casi a diario tengo que ver o constatar cómo los padres de las amigas de mi hija abusan de ellas y las madres miran hacia otro lado. Ellos fueron testigos de mi proceso, a ellos les fui contando al principio qué era lo que me estaba pasando. Ahora sólo callo, porque sé que tras la atención que me prestan se esconde la acumulación de información para su propio provecho. Y yo no puedo hacer nada. No puedo hacer nada porque no tengo pruebas. Porque, por ejemplo, una psicóloga que trabaja en un gabinete dedicado, entre otras cosas, a los abusos me dijo que el que un padre acaricie a su hija bajo la ropa no es ningún indicio, “pues cada familia tiene sus propias formas de demostrar el cariño”. Ese “cariño” ya ha convertido a esta niña de doce años en una auténtica Lolita. Tengo que presenciar la agresividad de su madre contra ella, porque los celos la corroen. Tengo que vivir en mi propia casa que su hermana de nueve años se despierte de noche gritando “¡Déjame, déjame! ¡No! ¡No!”, que yo le cuente a la mañana siguiente, “De pequeña tenía miedo porque mi padre venía por la noche a mi cama y me tocaba”, y que ella permanezca como si yo no hubiese hablado y empiece a reaccionar cuando cambiamos de tema. Y no puedo hacer nada. Porque no tengo ninguna prueba.

Y tengo que vivir cómo la madre de otra amiga de mi hija me cuenta que la niña había sangrado, supuestamente después de haber montado a caballo. Según ella, porque se golpeó con la silla de montar. Le pregunto si la había examinado, me dijo que tenía sus partes irritadas y algo enrojecidas, nada más. Le pregunto si tenía hematoma, y me dice que no. Investigo en Internet y descubro otra grandísima mentira. El mito de que el himen se rompe montando a caballo o en bicicleta. Yo, que estaba convencida de que rompí el mío con un tampón, de repente me doy cuenta de que toda esa supuesta información no es más que una enorme cortina de humo que sirve de parapeto a mucha gente. Yo presencié la clase de hípica de la niña, en ningún momento dio muestras de dolor. En cambio sí sé que se quedó a solas con el padre. A partir de ahí empecé a atar cabos: es una niña tremendamente encapsulada y que no se entera de lo que pasa a su alrededor. Pero no puedo hacer nada. Porque no tengo ninguna prueba. Y su madre sólo quiere convencerse de que no pasa nada.

Y me fijo en cómo abrazan y tocan los hombres a las niñas, y a veces a los niños. También cómo, por ejemplo, una madre le agarra las tetillas a su hija diciéndole, ¡A ver cuando te empieza a salir el pecho! Imposible decirle nada, jamás lo habría entendido. Y me doy cuenta de que aunque todo el mundo pone cara de horror cuando cuento mi historia, casi todo el mundo sabe de qué va o lo tiene totalmente reprimido para, supuestamente, no sufrir. Y enseguida se olvidan de ello.

La maestra de mi hija despliega todo un arsenal de recursos de la más pura pedagogía negra. Les amenaza, les castiga, arrincona a los niños que no le caen bien, los desprestigia, compara a unos con otros, les mete miedo. Entre otras cosas, les dice: “Yo no pego, pero creo que un azote de vez en cuando no viene nada mal”. Me queda claro que no pega porque la echarían del colegio. Y entiendo por qué su propia hija de 22 años tiene una enfermedad de Cron que el año pasado casi se la lleva al otro barrio. Pero sé que es inútil comentar algo de todo ello al resto del profesorado, que no es mucho más comprensivo, ni a las madres (los padres ni aparecen), porque no lo entenderían. Ellas la tienen en un altar; es la maestra con la que los niños salen mejor preparados del colegio. Todo a base de miedo. Pero eso no tiene importancia, porque es lo que vivieron ellas y con lo que consiguen “domesticar” a sus propios hijos.

Mi hija nos cuenta que es la única de la clase a la que no pegan sus padres. Nosotros también la maltratamos en sus primeros años, por ejemplo, aplicando el método de “Duérmete niño”, que obvia las necesidades más fundamentales del niño. Lo hicimos por ignorancia, pero ello no significa que carezca de importancia. Ahora no lo volvería a hacer, porque soy capaz de estar atenta a lo que necesita de nosotros.

El maltrato es consustancial a nuestra sociedad. Los adultos acostumbran a maltratar psicológicamente a sus iguales y a los niños. Muy a menudo también lo hacen físicamente a estos últimos, pero normalmente sin dejar huellas. Y esos niños volverán a repetir el mismo patrón con su propia descendencia. Y, no se puede hacer nada… mientras no empecemos a ser conscientes de que no se trata de ningún 20%, ni de familias desestructuradas, ni de casos aislados, ni de violencia brutal… Es el día a día de nuestra sociedad, que se basa en una gigantesca mentira.

cortesía de Virginia

Muchas veces las cifras nos enfrentan mejor con la realidad de lo que pueden hacerlo palabras. Y eso, probablemente, sea más cierto en el caso de los abusos sexuales infantiles. Sin embargo, y quizás por haberlo vivido tan de cerca y conocer tan bien esta realidad, no comparto plenamente las estadísticas que siempre se traen a colación cuando se trata este asunto. Yo manejo mis propias estadísticas, más modestas en cuanto a número, eso sí, pero también mucho más fiables, ya que todas han sido obtenidas de un foro privado (Forogam) en que participan personas que sufrieron esta lacra en su infancia y que han decidido colaborar por voluntad propia y para que todos tengamos una idea más fiable cuando pensemos en los A.S.I.

He tomado en consideración tres aspectos para tratar de efectuar un primer perfil del pederasta, algo que a tenor de los resultados, vamos a comprobar que apenas es posible. De lo que sí podemos hacernos una idea bastante clara es de la gravedad de la situación por la que tiene que pasar la víctima. Los tres parámetros que hemos escogido son la edad, la frecuencia y la duración.

La edad en la que se producen los primeros abusos podía darnos una primera pista sobre las preferencias del pederasta. En esta encuesta han participado 160 personas y estos son los resultados:

Antes de los 3 años: 9%
De los 3 a los 7 años: 58%
De los 7 a los 11 años: 24%
De los 11 a los 13 años: 5%
Después de los 13 años: 4%

Es probable que cada uno de estos tres aspectos que abordamos tenga su particular incidencia en la gravedad del abuso, aunque es difícil determinarlo. Cada caso es único. Muchas personas que fueron abusadas de muy pequeñas apenas recuerdan nada o no recuerdan nada en absoluto. Eso podría suponer una ventaja, pero desgraciadamente no es así. El hecho de no recordarlo no evita las secuelas asociadas al abuso.
Si la edad puede tener alguna incidencia en la gravedad, también la frecuencia puede ser otro factor a tener en cuenta. Preguntados sobre la frecuencia de los abusos, obtuvimos 117 respuestas que se desglosan del siguiente modo:

Casi todos los días: 29%
Algunas veces al mes: 19%
Fueron pocas veces: 4%
No lo recuerdo: 48%

El mayor problema de los abusos sexuales intrafamiliares, además del agravante emocional que te une al agresor, está la posibilidad de que este pueda cometer los abusos con mayor frecuencia, impunidad y durante más tiempo. Y es sobre este último punto que se llevó a cabo esta tercera encuesta. A la pregunta ¿cuánto duraron los abusos? se han obtenido 118 respuestas:

Menos de 1 año: 17%
Entre 1 y 4 años: 21%
Entre 5 y 8 años: 15%
Más de 8 años: 27%
No lo recuerdo: 20%

¿Es justa la ley con los pederastas?

Publicado por Joan Montane jueves, 16 de octubre de 2008 0 comentarios

Probablemente a las leyes en España todavía les falte recorrido. Muchas veces, cuando oímos algunas sentencias, pensamos que no es suficiente, que deberían estar más tiempo o incluso siempre. En parte tenemos razón, ya que un pederasta casi siempre reincidirá en su delito, por lo tanto habría que tomar alguna medida.

No ocurre lo mismo en otros países, como por ejemplo Estados Unidos. Allí un pederasta no puede esconderse ni pasar desapercibido. Una vez ha cometido el delito y ha sido condenado cualquiera puede localizarlo una vez haya cumplido su pena. ¿Y qué ocurre cuando estos individuos son puestos en libertad? Pues muy frecuentemente se trasladan a países como Camboya o Tailandia, todos sabemos muy bien porque, o se trasladan a países donde las penas y el control son mucho más relajadas, por decirlo de algún modo. ¿Y qué países entrarían en esta categoría? Pues sí; España sería uno de ellos.

En España se puede acceder a foros de claro contenido pedófilo. Sin embargo da igual lo que se diga porque no constituye delito. Es necesario encontrar material que involucre a menores. La brigada de investigación de la policía no lo tiene nada fácil. En estos foros no accede cualquiera; primero has demostrar que tienes "material", algo que la policía no puede hacer, ya que se trata de un delito. En otros países si es legal, por lo que tienen más facilidades para atrapar a estos pederastas. Otra cosa es que discutamos si el fin justifica los medios.

Pero ¿qué hace nuestra policía? Sin duda hacen lo que pueden. Me contaba el inspector jefe que enviaban fotografías del pato Donald y cosas así, y en los minutos que pasaban en la comprobación del "material" investigaban a toda prisa a ver que contenido tenía el foro en cuestión.

Otra cuestión es el material en sí. Cuando tienen una serie de fotos primero han de estar seguros que se trata de menores, pero de menores de 13 años, puesto que a partir de 13 años, si hay consentimiento no se considera abuso. Evidentemente esto merecería otro debate. En las fotos ellos no ven "abusos", sino un sofá, un cuadro... Los indicios para llegar a un pederasta o a una red, que es más habitual, son pocos y se requieren muchas horas de trabajo para no tantos resultados como sería deseable. De todos modos es encomiable la labor de la policía de investigación.

En definitiva, nos quejamos de la ley y no entendemos como la justicia aplica ciertas penas, pero deberíamos considerar, asimismo, que los jueces aplican las leyes que hay. Eso no quita que en todos los ámbitos sea necesaria una mayor preparación e información sobre los abusos sexuales, sin embargo, por lo que respecta a los abusos sexuales a menores deberíamos modificar unas cuantas leyes y, eso sí, aplicarlas con rigor.

No se lo digas a nadie

Publicado por Joan Montane martes, 14 de octubre de 2008 6 comentarios

El título de este primer artículo, que al mismo tiempo lo es también del blog, originariamente lo fue de mi primer libro, aunque en el último momento lo modifiqué por "Cuando estuvimos muertos".
He querido, no obstante, recuperar este viejo título porque refleja la realidad que hemos vivido tantas y tantas personas que en su infancia fuimos abusadas sexualmente. Así es; el mensaje subliminal o explícito siempre era el mismo: No se lo digas a nadie. Y muchos así lo hicieron. Pero a día de hoy las cosas han cambiado, y mucho. Hoy se lo digo a todo el mundo, hoy nos corresponde a todos hablar de ello y romper ese nefasto tabú que ha sumido en una vida desgraciada a tantos miles de personas.
Indudablemente mi realidad está asociada a combatir esta lacra y a lograr por todos los medios a mi alcance que el abuso sexual infantil deje de ser ese enorme generador de víctimas que, según cálculos más o menos exactos, puede estar afectando a un 20% de la población (hasta los 17 años).
Aunque me gustaría que la orientación de este blog girara en torno a los abusos, los maltratos, la violencia de género, la solidaridad y asuntos parecidos, este es un espacio libre y abierto a la participación respetuosa de todo aquel que quiera intervinir.

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