Cuando estuvimos muertos

Cuando estuvimos muertos
Se puede adquirir en Libros en Red o pedirlo al autor: forogam2002@yahoo.es

Los niños que dejaron de soñar

Los niños que dejaron de soñar
Se puede adquirir en las principales librerías o bien pedirlo al autor: forogam2002@yahoo.es Ambos libros pueden encontrarse en la Fundación Vicki Bernadet de Barcelona (ver el banner más abajo)

Followers

Subscríbete vía RSS

Introduce tu dirección de correo

Muro de opiniones

Otras webs de Directorio e-Contento
www.barcelona.com - La Guía de Barcelona

GuiaBlog

certificado por
GuiaBlog
autos
El PageRank de tu Web
Society Blogs - BlogCatalog Blog Directory
Directorio Web - Directorio de Páginas Webs
Directorio de enlaces - COMpartimos.NET
Zona de Blogs
Directorio Ok Che
Alta en Directorios
Blogs
Directorio
http://www.wikio.es
http://www.wikio.es
Directorio Busca la Web
Directoriox.com.ar

directorio de weblogs. bitadir
Blogazos.com. Directorio de Blogs en Español
directorio de blogs
directorio de blogs
Directorio
Directorio de Enlaces
BlogDirectorio
Blogalaxia
Directoriox.com.ar
Buzzear (ES)
directorio de blogs
Directorio webs

Abuso sexual infantil y supervivencia

Publicado por Joan Montane martes, 4 de noviembre de 2008

Una tras otra, como pieles de cebolla, se han desprendido capas y capas de olvido sobre el pasado. El olvido era la única manera de empezar de nuevo. Ése era el precio de la supervivencia, pero también era una ilusión que no tardaba en desvanecerse. El pasado volvía una y otra vez. Al final ya no sería posible cuantificar el precio; éste quedaría en manos del futuro, un lugar siempre lejano donde un día u otro deberían saldarse las cuentas pendientes. Y así fue como el futuro terminó por aplastarnos sin piedad. Ahora, si hacemos el esfuerzo supremo de ponernos en la piel de ese niño que un día fuimos y observamos desde el pasado lo que ahora somos, los ojos de aquel niño apenas reconocen ni comprenden en lo que nos hemos convertido. Ese niño tenía fe. La tuvo a pesar de los pesares; creyó que el tiempo cerraría el paso a los infames recuerdos. Necesitaba creerlo y pensar que algún día se cumplirían aquellos sueños que anidaban en su mente. Pero no fue así. Uno tras otro, los sueños fueron devorados por el olvido. El presente se asoció a la huida. Había algo extraño; algo que había que superar lo antes posible. Pero siempre estaba ahí. De nuevo volvía. Era una huida imposible. La supervivencia se convirtió en un punto fijo del cual no se podía apartar la vista. Un día, el niño creyó no poseer nada más que su propia tristeza y no merecer otra cosa que su infinita soledad. El futuro se convirtió en un tiempo tan difuso que dejó de tener sentido.

La necesidad imperiosa de trascender, de ir más allá del impacto emocional que supusieron los abusos, nos abocó a un mundo cerrado donde no permitimos entrar a nadie. Aquel fue un territorio hostil donde el aprendizaje y las facultades cognitivas no prosperaron como hubiera sido deseable. A pesar de no ser conscientes de nuestra conducta, ésta se fue afianzando con independencia de las necesidades del mundo real al que pertenecíamos y del que, con el tiempo, nos fuimos auto excluyendo.

Quien debería haberme corregido e intentado solucionar el problema no podía hacerlo, pues él era el problema, como en tantos otros casos de abusos. No había lugar al que acudir. No había escapatoria.

Fuente: extracto del libro “Cuando estuvimos muertos”

3 comentarios

  1. Anónimo Says:
  2. Joan, no puedes imaginar lo q siento al leerte, porq parece un calco de lo q siento. Es increible como nos dividimos e intentamos dormir a aquel niño. Lo malo es q tarde o temprano el niño despierta, todo despierta y mi niña, la q llevo dentro no hace otra cosa q decir "por qué?" y clama justicia. Mil besos y leeré tus libros aunq me resulte imposible solo pensarlo.

     
  3. Joan Montane Says:
  4. El peso del silencio nos ha sepultado durante años, pero podrás hacerlo. Para mi fue imposible hasta los 38 años.
    Hoy soy capaz de hacer cosas que ayer no podía; mañana haré las que hoy me parecen imposibles.
    Me llama la atención tu primera frase. Hace poco alguien me decía (cuando leyó el libro) que no lo había comprado hasta ahora porque, en cierta manera, ya conocía mi historia. Cuando lo leyó hizo la crítica que más me ha emocionado: El libro no es la historia de Joan; es la historia de todos nosotros.

    Un beso.
    Joan.

     
  5. Anónimo Says:
  6. realmente lecturas como estas me fortalecen y me hacen pensar aue ese ñiño que un dia fue mansillado hoy dia tras dia lucha incansablemente con ser un hombre feliz, es dificil pero solo afrontando la realidad de alguna manera se logra superar duele pero hay que vivir abrazos

     

Publicar un comentario

Leer más en Suite101: Añadir Artículos de Suite101.net a página web http://www.suite101.net/pages/site_widget.cfm#ixzz0gRg1vmyP

Buscar este blog

Blog Archive